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Peña Beterri, una fiesta sin vergüenza

La peña Beterri estrena el certamen ‘No tienes vergüenza’, en el que numerosos participantes se “dejaron llevar” / Hubo monólogos, música, baile y hasta un particular Paloteado de Santa Ana

Peña Beterri, una fiesta sin vergüenzaIñaki Parra

La peña Beterri celebró el pasado miércoles 26 su primera edición No tienes vergüenza, un evento que dio la oportunidad de demostrar su talento a todo el que quisiera. Ya fuera cantando, bailando o mediante un monólogo, casi una veintena de participantes fueron sucediéndose ante el abarrotado patio de la peña, en el que fue la principal novedad y acto estrella de la programación.

El acto fue presentado por una Cornelia Power 2.0, homenajeando así a la drag queen más famosa de Tudela, que ha traído el ambiente a la ciudad y que el día anterior había arrasado en la plaza del Liceo con su espectáculo de casi tres horas. Posteriormente, comenzaron a sucederse los participantes, comenzando con Rafa Toquero, que realizó un monólogo sobre “tudelanadas”, aunque –como le dijo la presentadora–, “menuda chapa que nos has pegado”. No fue el único, Javier y Santi Lorente también optaron por los monólogos.

El otro apartado de actuaciones estuvo dominado por la música. Así, los hermanos Lorente (Juan, Maru, Carlos y Patri), todos miembros del coro Tutera Kantuz, interpretaron una versión de Yesterday. Amaia, Raquel y Moisés emularon al mismísimo King Africa bailando varias de las canciones del verano y Asier e Iñigo hicieron lo propio con Andy y Lucas. Además, Miguel Dominguez y David Dasilva emularon a Burning y su No es extraño que tú estés loca por mí.

Por haber hubo hasta un Paloteado de Santa Ana con chascarrillos sobre la actualidad política. “¡Qué el Ayuntamiento se deje de tanto traje y nos pague a todos un masaje!”, se escuchó ante los vítores de los asistentes. Por último, Pepi homenajeó al género de la revista musical antes de que todos los participantes subieran a bailar el Putón verbenero de Pupi Poisson. Toda una mezcla de géneros y talentos, ideales para perder la vergüenza.