SUCESOS
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Sexto encierro del Pilón del Falces 2024: nobleza de las de casa
La vaca número 49 de Hípica Zahorí adelantó a sus hermanas y protagonizó una bajada vertiginosa en solitario | Un espectador fue trasladado al hospital por una caída y la DYA atendió a 6 corredores
Este viernes le tocó el turno al ganado local, en este caso al de Hípica Zahorí, de Falces, y la carrera, la sexta ya, fue trepidante; la más veloz hasta el momento gracias a la vaca número 49 que, desde el primer segundo, tomó la delantera, ganó unos cuantos metros con respecto al resto de sus hermanas y barrió a todos los corredores que trataron de seguir su ritmo. De hecho, incluso en la parte final, el animal parecía ir esquivando a los mozos que allí había con el único propósito de llegar cuanto antes al corral. La manada, sin apenas resistencia ni gente delante de ella, terminó el recorrido, los 800 metros de bajada, en apenas 50 segundos.
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Al terminar, un pequeño montón de gente alertó de que algo sucedía en el inicio de la cuesta; y es que un espectador, un varón que veranea a Falces, se cayó de la roca en la que siempre ve el festejo con tan mala suerte de toparse con la cara en el suelo. La DYA lo atendió sobre el terreno, después el herido bajó por su propio pie hasta la jaima y, finalmente, y como era “un golpe feo en la nariz”, fue trasladado en ambulancia a Pamplona, al hospital, para que lo examinaran a fondo. Los efectivos sanitarios, además, tuvieron que curar a seis corredores con heridas y erosiones leves y a una mujer que sufrió un desvanecimiento en torno a las 8.15 horas.
Visto y no visto
Con las laderas pobladas de gente que le puso un toque de humor a la espera; allí estuvieron amenizando la jornada una cuadrilla disfrazada de globos aerostáticos y dos jóvenes de gigantas de la localidad ribera, a las 9.00 horas en punto arrancó el antepenúltimo Pilón de este 2024.
A los quince segundos ya empezó a correr algún mozo por la parte alta de la ladera al ver cómo daban las vacas la curva y, menos de diez segundos después, los corredores de la zona de la fuente de los Pajaricos se tuvieron que emplear a fondo para no ser arrollados. Lanzándose a uno y otro lado del camino, como suelen hacer habitualmente, ninguno sufrió percances. En la cuesta, con la vaca adelantada y prácticamente volando sobre la arena, los gritos se multiplicaron y fueron varios los mozos que cayeron de forma abrupta contra rocas y maderos.
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Jugando en casa
El ganadero local, Javier Olcoz, se mostraba nada más terminar el festejo “muy contento; los animales han bajado muy bien, ha habido una vaca, la 49, que ha despuntado, y que creo que la gente ha podido disfrutar, que al fin y al cabo es de lo que se trata”.
A la hora de seleccionar al ganado, exponía, eligió 6 que ya sabían lo que era correr por la ladera falcesina y cuatro novatas. “Para elegirlas lo que busco es ese punto de bravura pero, sobre todo, nobleza”.
Arropado por muchas personas (allí se pudo ver una marea roja con sudaderas y camisetas con el nombre de la ganadería falcesina), Olcoz contó con la ayuda de una quincena de mozos y mozas tanto en el recorrido con las varas como en los corrales.
Además, y en cuanto a la prueba de ganado, satisfacción, y a favor de la separación de las dos reses en el recorrido “para que se luzcan más”, novedad este año: “He sacado animales con bravura, con más fuerza para que aguanten los embistes”. Y, para terminar, bueyada infantil con una gran afluencia de muetes y muetas.