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Lumbier | La previa

El comercio abre las puertas a las fiestas en Lumbier

Blanca Eslava y José Javier Valencia lanzarán el cohete este viernes a las doce en representación del colectivo de comerciantes

El comercio abre las puertas a las fiestas en Lumbier

Este viernes en Lumbier las tiendas cerrarán a las 11.30 de la mañana. El comercio local está llamado a abrir las fiestas a las 12 y en su nombre, Blanca Eslava Vidondo y José Javier ValenciaGil, comerciante del estanco y carnicero, serán la voz y prenderán la mecha festiva a seis días de disfrute para la localidad y allegados. Confiesan que la designación les ha dado alegría por el reconocimiento municipal a su presencia, de vital importancia para el pueblo, y porque les han elegido sus compañeros. “El Ayuntamiento ha visto que estamos preocupados por la situación. Es un hecho que el pequeño comercio sufre un retroceso importante respecto a otros tiempos” sostienen ambos.

En la villa quedan apenas una docena de comercios; físicos, 9: 2 carnicerías, 2 farmacias, 1 mercería, 2 tiendas y 1 panadería. Algunos son de nuevo emprendimiento y otros, descendientes de aquella calle Mayor de trajín comercial del siglo pasado, en la que prácticamente cada puerta era una tienda con el nombre de la casa.

Durante más de cuatro décadas, Blanca (62 años) más de tres José (55) han visto pasar el tiempo detrás de los mostradores de sus tiendas familiares (segunda generación del estanco que lleva su nombre y tercera de la carnicería, hoy Gil Valencia SL.).

“El pueblo está ahora muy bien, pero esto no quiere decir que este bienestar le vaya bien al comercio local”, expresa José. “Los cambios que la sociedad vive, sus impulsos y avances, transforman patrones de comportamiento económico y cultural de la población, explica Blanca. Y ambos constatan que el cierre de los establecimientos repercute directamente en la vida social, económica y cultural de los pequeños núcleos rurales. “Pero nosotros no podemos hacer nada contra esto. El dinero ha cambiado el concepto del comercio. Solo podemos seguir en nuestra línea de servicio cercano y de acogida”, subrayan.

Con el apoyo del Ayuntamiento y de la mano de Cederna Garalur (Grupo de Acción ) diseñan desde la primavera una estrategia que les ha reforzado, unido y ayudado a activar la energía y la dinámica comercial que está en declive. Es una realidad compartida por todos José y Blanca la viven desde sus casas y tiendas en los números y 18 y 26 de la vía principal.

“Ser comerciante hoy no es fácil. Es muy sacrificado, pero hay recompensas diarias. Hay que estar al pie del cañón siempre. No puedes cerrar hoy y abrir mañana; así no salen las cuentas”, argumenta José”. Aquiescente, Blanca apunta: “Hoy el ocio es el fundamento de tu vida y aquí estamos todo el día, sábados incluidos”. Esto repercute en las familias, sus pilares.

Sin embargo, transmiten satisfacción. “Me encanta mi trabajo y no lo cambio por nada”, dice José. Su carnicería está al día de productos e instalaciones.” Tenía claro que no quería seguir estudiando. Comencé con mi hermano Joaquín y de él aprendí. Ahora lo llevo con mi primo, José Mari Juanto, una persona muy importante. Siento responsabilidad y gratitud hacia la clientela. Sin ella... Nos ven imprescindibles. Me lo han hecho ver estos días”. Tampoco se arrepiente Blanca, entre tabaco, cuadernos, libros y bolis. Su pequeño estanco es, además, una referencia socio cultural en Lumbier. En general, todo el colectivo representa más que una tienda. A veces suplen servicios inexistentes, como la información al turismo de paso y de acogida en ocasiones.

“El comercio desarrolla lazos de amistad, solidaridad, atiende las necesidades de los habitantes, aporta bienestar y alegría. Se puede intuir que el pequeño comercio es una fuente de felicidad entre los vecinos”, manifiesta Blanca. Lo cierto es que están ahí.

La coyuntura actual y la edad madura les hacen ser más conscientes de la trascendencia de su labor. Transcriben con claridad el panorama que divisan desde lo cotidiano, cuando cuentan con los dedos las tiendas vecinas que han bajado sus persianas en los últimos años. Saben que no es fácil que vuelvan a encenderse sus luces apagadas. Hablan de futuro y se asoma la tristeza. Sin relevo generacional en el comercio, Lumbier se quedará sin tiendas. “Me gustaría decir que uno de mis hijos puede ser la cuarta generación, pero ahora mismo lo veo difícil. No sé cómo va a estar el comercio de Lumbier de aquí a diez años o más. Hay que superar las trabas administrativas. Hay muchos adelantos como Internet, etc... y otros que vendrán”, vaticina José.

“Vivimos un tiempo crítico. El tejido comercial de un municipio contribuye al desarrollo económico de parte de sus habitantes y responde a las necesidades vecinales. Esto es lo que está en juego. Estamos animados con este nuevo impulso pero la realidad se impone”, asevera Blanca.

El viernes a las 12

Pocas veces han podido vivir ambos en directo el momento del cohete; algún festivo que casi ni recuerdan o en su juventud. Es más normal que les den las doce trabajando y por la cercanía al ayuntamiento, lo oigan desde sus tiendas. “A esa hora, yo suelo vender hules para los pipotes”, apunta Blanca Y entre cliente y clienta, sale a su puerta para contagiarse del ambiente. “Nosotros preparamos un picoteo y el champán para la clientela que vendrá. Siempre hay quien aprovecha a comprar a esa hora porque saben que no habrá gente”, detalla José. Les gustan las fiestas en familia y en cuadrilla y las saborean “en la medida de lo posible”. Las dianas les cogen abriendo sus puertas. Aprueban el programa oficial, si bien matizan: “Es difícil llegar a cubrir todas las expectativas y tal vez debería tener en cuenta otras demandas”, añade Blanca en este punto, en referencia, por ejemplo, a actuaciones en euskera. Desean ambientazo para el cohete e intuyen su emotividad . “Lo disfrutaremos y nos emocionaremos”, adelantan Este 30 de agosto la tarea de ambos será diferente y ya está repartida. A su lado, sus compañeros compartirán gozo festivo “El cohete forma parte de un reconocimiento social. Hoy es un día especial para el comercio”, resumen Blanca y José, que no disimulan los nervios previos.

Un cohete popular del pulso de quienes hacen historia en el pueblo.