pamplona - Pablo Liberal es responsable del equipo de tráfico de la Policía Municipal, un cuerpo en el que lleva más de 25 años, y, a pesar de su veteranía, el atropello mortal de esta semana le afecta como responsable municipal en materia de movilidad. Este jueves se reunía con la comunidad educativa del colegio de las Esclavas para llevar a cabo, de manera compartida, medidas de seguridad en los accesos al centro.

El suceso de esta semana ha puesto encima de la mesa la vigilancia de Policía Municipal de los accesos a los centros escolares. ¿Cómo es este dispositivo?

-El servicio de atención a los colegios se realiza a primera hora de la mañana en la entrada, sobre las 9; a las 13.00, se realiza servicio en menos centro, porque en la mayoría los alumnos se quedan a comer; y luego por la tarde, a la salida. Los agentes del turno de mañana hacen los controles de entrada, y los del turno de tarde, los de salida.

¿Cuántos colegios se cubren?

-No son cifras exactas, no todos los días se cubren los mismos colegios y hay una rotación por los centros. Venimos a cubrir todos los días entre 30-35 colegios, en función de la disponibilidad de personal, y de las incidencias que surjan, porque hay brigadas que tienen un cometido específico, por ejemplo, retén, que custodian detenido, si no tienen detenidos, salen a hacer el servicio de colegios.

¿Cómo se reparten?

-Como servicio prioritario, todas las patrullas de Policía Municipal tienen adjudicados unos colegios, algunos rotan los días pares a unos centros y los impares a otros, porque físicamente no se puede ir todos los días. Hay colegios a los que se da más prioridad que a otros en función de la ubicación, etc. Podemos andar cubriendo una treintena de colegios (de algo más de 50 en Pamplona, con algunos institutos y centros de FP, lo que supone más del 60%). Lo que ocurre es que cuando suceden estas cosas en un colegio adonde no se ha acudido, a la gente le parecen pocos.

En algunos casos, además, no basta con un agente...

-Sí, hay centros que no se pueden atender con un único policía y acuden dos. Son casos con más de un paso de peatones. De forma generalizada, se atiende, como máximo, dos policías, porque si destinamos más agentes a algunos centros, dejamos más colegios sin cubrir.

Imposible, pues, que un solo agente controle cuestiones como las dobles o triples filas, también peligrosas, junto a los colegios. ¿Cómo se corresponsabiliza a las familias?

-Para eso, a principios de curso, se marcan unas pautas a los colegios, para decirles que no se permite de ninguna manera el estacionamiento de vehículos de padres y madres que van al colegio, y ellos ya van aprendiendo. Son esos puntos que restan visibilidad al paso de peatones o puntos más peligrosos. Luego hay otros puntos donde no se permite dejar el coche de manera expresa, pero se tiene más permisividad si la parada es momentánea.

¿Qué criterios se tienen en cuenta a la hora de priorizar unos centros escolares?

-La prioridad, en principio, viene determinada por el entorno del centro. Si es una vía con una circulación intensa y si en los pasos de peatones de acceso al colegio hay regulación semafórica. Estos son dos aspectos muy importantes. En este sentido, hay colegios a los que se asiste sistemáticamente todos los días, de lunes a viernes, y otros en los que se hace un reparto por días, pares e impares, para que no se sientan desasistidos.

¿Qué centros son prioritarios?

-Al colegio Liceo Monjardín se acude a diario porque está en una vía con muchísima afluencia de vehículos (los aforos señalan 1.327 coches de paso y solo en una hora), a los que hay que sumar los automóviles de las familias, y mucho trasiego de viandantes, de entrada y salida de alumnado.

¿Otros centros?

-El colegio Redín, porque en la calle Vergel a esas horas hay muchísimo tráfico, pero también la Ikastola Jaso (Ermitagaña con Miluze), el centro Donapea, junto a la carretera de Zizur...

¿Y en la Txantrea, el barrio donde ocurrió el suceso?

-De forma asidua, por citar algún ejemplo, se hace el colegio Irabia y Jesuitinas, que se encuentran en una vía muy transitada, y Cardenal Ilundáin, en la Rochapea (en Marcelo Celayeta). A la hora de repartir el servicio, no hay distinción, y esto debe quedar muy claro, por barrios ni por ser público o concertado.

Lo dice porque hay quien cuestiona este reparto, y más cuando hay un suceso. ¿Qué pasa en la avenida de Villava, junto a las Esclavas?

-Es una avenida con tráfico, pero en este caso, no es una vía especialmente rápida. Está regulada con semáforos, lo que aminora mucho la velocidad de los vehículos. Concretamente, en las Esclavas, el paso de peatones de delante está semaforizado, y también los dos de atrás. No es un colegio en el que las circunstancias de peligro se den habitualmente.