pamplona - El Ayuntamiento ha iniciado las obras en el entorno de la calle Monjardín para acondicionar el primer corredor escolar seguro de Pamplona, con una intervención que reduce el espacio que ahora disponen los turismos en beneficio del peatón y que incluye la participación de los 6 centros escolares de la zona.

Los alumnos de cada colegio serán los encargados de diseñar y decorar los 21 pasos de cebra de los alrededores. Según explicó la concejala de Seguridad Ciudadana, Itziar Gómez, que visitó ayer el inicio de los trabajos, en breve se reunirán nuevamente con los responsables de los centros escolares para detallarles la iniciativa y las fechas previstas para la ejecución, después del primer contacto que mantuvieron a finales de febrero en el que fueron informados del proyecto.

En la iniciativa van a participar los colegios de San Ignacio, Liceo Monjardín, Sagrado Corazón, las escuelas infantiles Ninia Etxea y Kids Garden y el colegio técnico Carlos III, que en conjunto suman 5.100 alumnos. Cada centro podrá elegir cómo desarrolla el proyecto y los alumnos que lo lleven a cabo. La previsión es que se pueda materializar a partir de la segunda quincena de abril y en horario lectivo, para lo que será necesario cortar el tráfico en las calles donde los escolares vayan a intervenir. El Ayuntamiento facilitará los materiales necesarios para el pintado de los nuevos espacios peatonales una vez terminen las obras de acondicionamiento.

trabajos previos Los primeros trabajos se han iniciado esta semana en los pasos de cebra situados en la calle Aoiz (trasera del Monumento a los Caídos), en la intersección con la avenida Juan Pablo II y en el inicio de Paulino Caballero. En estas tres intersecciones se ha ampliado el espacio de los paso de cebra y se han colocado bolardos para reducir la anchura de la calzada por el que transitan los vehículos, motocicletas y autobuses.

La medida no genera un inconveniente añadido para la circulación porque se mantiene el mismo único carril. Por el contrario, supone un incremento para la seguridad de los peatones, que ven reducido el trayecto de exposición en los pasos de cebra (pasa de 13 metros a 3 metros). Además, se han eliminado 5 metros en las plazas de aparcamientos situados antes de los pasos peatones para que los conductores dispongan de un mejor campo de visión, tal y como contempla la nueva ordenanza municipal.

“Lo que estamos haciendo es ganar espacio para los peatones en la calle Aoiz, cuya anchura de calzada no permitía que circularan dos vehículos en paralelo. Ese espacio ahora pasará a convertirse en peatonal con la instalación provisional de los bolardos. En un futuro todo eso será acera”, comentó ayer Jesús Estanga, inspector de Policía Municipal responsable de la Brigada de Movilidad.

Cuando estén acabados los trabajos previos y se haya concretado con los centros la intervención, los alumnos de Sagrado Corazón deberán pintar los 3 espacios peatonales situados en los alrededores de su colegio, mientras que a los de Liceo Monjardín y escuela infantil Kids Garden les han correspondido 4; 3 a los de Ninia Etxea y otros 2 al alumnado del centro Carlos III (frente al centro de Salud de la calle Aoiz). Se han dejado varios espacios sin asignar por si los centros implicados quisieran ampliar la iniciativa.

“Lo más importante es la seguridad de los peatones y de paso podemos implicar a los alumnos en este proyecto de movilidad por los pasos de cebra que usan a diario”, explicó la concejala.

Además de las intervenciones citadas, el proyecto en el entorno de la calle Monjardín incorpora otras novedades, como habilitar pasos de cebra elevados que obliguen a los conductores a reducir la velocidad. Además, los dos carriles de la calle Bergamín junto al colegio de los Jesuitas se convertirán en un único carril al llegar al paso de cebra situado en la puerta principal de acceso al centro (en al cruce con la calle Aoiz). Lo mismo sucederá en la rotonda de la intersección entre las calles Monjardín y Valle de Egüés, que perderá un carril en sus 3 vías de salida.

Los conductores de las villavesas, quejosos con los bolardos. Varios conductores del transporte urbano comarcal mostraron su disconformidad con la instalación de los primeros bolardos ya que dificulta su maniobra en la rotonda y les obliga a reducir la velocidad.

Pintura adecuada. Para la decoración y pintado de las zonas peatonales por parte de los escolares, el Ayuntamiento dispondrá de materiales adecuados para el uso del alumnado.

Nuevos bolardos. A diferencia de los instalados en Pío XII, los nuevos son flexibles ante un impacto.

25.000

vehículos al día. La calle Monjardín tiene un kilómetro de longitud y 4 carriles con mediana. Registra un volumen de tráfico de 25.000 vehículos al día. En los 5 últimos años se han producido 28 atropellos.