pamplona - El fotógrafo de DIARIO DE NOTICIAS Unai Beroiz y el periodista Daniel Burgui, reincidente habitual en esta redacción, son los autores del segundo cartel más votado, ¡Txist-jazz, Yeah!, una invitación a la fiesta con protagonismo femenino sobre un fondo amarillo que chilla. “La idea inicial era disfrazar a una persona negra de la giganta Braulia. Y después Burgui fue aportando más cosas, como incluir a la txistulari. Trajo carteles vistosos de festivales de jazz, y fusionamos ambas cosas”, dice Beroiz, para quien, gajes del oficio, era importante “reivindicar el papel de la fotografía en el cartel, que parece que siempre tienen que ser dibujos. Me encantó la idea de encarnar a Braulia en una persona de verdad y mezclarlo con el collage digital. Y me pareció que podía ser divertido meterle al cartel ese toque de soul, jazz, rhythm and blues, y recuperar la tradición de carteles de principios del siglo XX. Metimos todo en la coctelera, le añadimos un toque africano y sudamericano de cumbia... y este es el resultado”, cuenta Burgui.

Reconoce que con ese amarillo “queríamos romper el esquema tradicional que predomina en los carteles de los últimos años, en blanco y rojo. Porque los carteles de los años 20 y 30 iban con letras en fucsia, tipografías muy abigarradas, fondos azules, verdes, amarillos...”, dice Burgui. “Vemos la fiesta así. Es música, calle, diversión, bailar, cantar y pasárselo bien. Y todo eso lo hemos querido reflejar en el cartel”, añade Beroiz.

El fotógrafo, finalista en 2017 junto con Pablo Errea con un mosaico compuesto por cinco mujeres tocando el bombo, considera “fundamental” la presencia femenina en el cartel. “Históricamente siempre han estado en segundo plano, y ya va siendo hora de que tengan más protagonismo”, defienden.

la polémica Aunque el cartel invita a la fiesta, el mensaje se ha visto empañado por la polémica después de que UPN y PSN censuraran la presencia en el cartel de Verónica Ferreira, 3ª por EH Bildu al Congreso. Un ruido que no ha dejado de sonar -sin ir más lejos, con una hora de debate en el último pleno- y sobre el que Beroiz y Burgui abundan en la tribuna de la página 30.

“Entiendo que poner a dos personas de carne y hueso en un cartel es una decisión arriesgada. Pero jamás imaginamos que esa controversia podía llevar a una situación política de surrealismo”, asegura Burgui. “Para nosotros no hay polémica. Verónica es la txistulari que lleva 25 años tocando en la comparsa, todo lo demás sobra”, dice Beroiz, que ha vivido estos días “con preocupación” porque el asunto afectaba a las protagonistas del cartel y detalla que las fotos las hicieron hace un año, cuando Verónica no era candidata.

“Se ha perdido el espíritu del concurso. Porque te quedas con la duda de cuánta gente ha votado el cartel porque le ha gustado y cuánta por lo que dijeron unos o para llevarles la contraria. Es una pena, porque se ha distorsionado el concurso y nuestra idea del cartel, que era transmitir unidad entre todo tipo de gente y todo tipo de ideologías. San Fermín tiene que ser eso, que todos salgamos a disfrutar, bailar y gozar tengamos la mentalidad que tengamos”, añade. “Que era un cartel macarra, gritón, de colores... sin duda. Pero era el cartel de unas fiestas. El afán era divertirnos. Yo sé que no iba a gustar a todo el mundo, eso es imposible. Pero por lo menos que no divida”, finaliza Burgui. - M. Bernués