Este año que entra en su recta final ha sido también el del centenario desde que se puso en marcha el primer autobús de La Burundesa entre Altsasu y Pamplona. Y es que corría el año 1925 cuando Javier Ochoa, natural de Urdiain, de vuelta a su pueblo tras varios años en Argentina se encontró con que no tenía medio de transporte directo para viajar a Pamplona a una consulta médica. Hombre emprendedor y con una pequeña fortuna conseguida a fuerza de su trabajo y combates, fue campeón mundial de lucha libre, decidió crear una línea de transporte de viajeros que comunicara las localidades del valle de Burunda y alrededores hasta llegar a Pamplona. Así echó a andar una compañía que en la actualidad cuenta con una flota de más de 90 autobuses y una plantilla de 130 trabajadores y trabajadoras

En los años 40 La Burundesa comenzó a explotar la línea Pamplona-Vitoria, que después se completó con la ruta Pamplona-Vitoria-Bilbao, que requería el transbordo en la capital alavesa. En este contexto surgió la colaboración con la empresa La Unión, que ofrecía la línea de autobuses Bilbao-Vitoria. “Con un simple apretón de manos, los responsables de las dos empresas, La Burundesa y La Unión, acordaron en 1955 la explotación conjunta del trayecto Pamplona-Bilbao para lograr un viaje directo entre las capitales”, apunta José Miguel Pérez Galarreta, gerente de la compañía

Aquel acuerdo verbal se transformó en fusión empresarial en el año 2003, cuando ambas compañías constituyeron el Grupo La Unión, al que actualmente también pertenece el negocio La Baztanesa y Autobuses Onieva. La adquisición de la histórica compañía La Baztanesa se culminó en el año 2023, consolidando el gran compromiso del Grupo con el territorio. Ese mismo año entró en funcionamiento la nueva concesión de autobuses entre Pamplona y Vitoria. Otro hito fue en 2016, cuando obtuvo la obtención mediante concurso de la concesión de la línea Pamplona-Jaca.

Además, desde 2024 La Burundesa explota el servicio de transporte de viajeros del Instituto Foral de Bienestar social en Álava. Una operación con más de 40 autobuses para dar soporte a colectivos con discapacidad y/o dependencia.

Grupo de viajeros en una excursión en un autocar de La Burundesa a mediados del pasado siglo.

Evolución en en el transporte de viajeros

Testigo y parte de la transformación de La Burundesa es Javier Ochoa, nieto del fundador y gerente de la empresa durante 55 años, hasta su jubilación en 2024 con 77 años; mucha dedicación y conocimiento de un sector estratégico. “El sector se ha tecnificado mucho. El nivel de servicio y comodidad de los autobuses ha progresado mucho en los últimos años. El modo de transporte en autobús sigue creciendo su participación respecto de otros modos”, destaca Ochoa. Asimismo, señala que también sigue creciendo la denominada movilidad obligada, es decir, personas que usan el autobús para ir a trabajar o por estudios, a diario la mayoría de las veces. 

El sector está sujeto a las concesiones administrativas. “El modelo concesional español está basado en la exclusividad de los tráficos a favor de un operador. Son tráficos que en ocasiones son muy deficitarios y que se ven compensados por los tráficos que tienen rentabilidad o por la Administración. Es un modelo que garantiza el menor coste para el ciudadano de forma global, y a la vez es competitivo, toda vez que cada concesión se licita en competencia abierta para todo el sector. En otros países de nuestro entorno, como Francia o Alemania, la llamada liberalización ha fomentado tanto la concentración empresarial que solo son dos operadores los que compiten en el mercado. La conexión con pueblos y zonas despobladas es prácticamente inexistente”, observa Ochoa.

En estas concesiones, la Administración autoriza y planifica los horarios y las expediciones. “En general, está habiendo un aumento del número de viajeros y en ocasiones hay una concentración de la demanda en determinadas horas del día, lo que hace que el modelo de transporte organizado deba tener en cuenta esta circunstancia de cada a su dimensionamiento óptimo en términos de servicio y coste, e irse reajustando en la medida de las posibilidades. Por ejemplo, durante este último año se ha añadido algún horario y ampliado los días de servicio en otros”, señala Pérez Galarreta.

Autocar de los años 50, un Leyland que se adquirió para hacer la línea Estella-Alsasua-San Sebastiían. Se le cambió la carrocería 3 veces. Cedida

Líneas regulares de La Burundesa

La Burundesa ofrece servicio de líneas regulares entre Pamplona-Vitoria, Pamplona-Lesaka-San Sebastián, Pamplona-Clínica Ubarmin, Pamplona Zarautz Pamplona-Jaca. De lunes a viernes entre Pamplona y Alsasua hay 13 servicios, desde las 6.00 a las 21.00 horas, de los cuales 8 llegan a Vitoria. Cuenta con dos enlaces mañana y tarde, en Irurtzun y en Altsasu, del transporte a demanda. Los sábados son seis, desde las 8.10 a las 20.45 horas, todos hasta Vitoria. Los domingos y festivos se reducen a 4. En sentido contrario, de Altsasu a Pamplona, son 13, desde las 6.10 hasta las 21.35 horas, 8 procedentes de Vitoria. Los sábados son 6 y domingos y festivos 4. Asimismo, cuenta con líneas regulares entre Pamplona-Lesaka-San Sebastián, Pamplona-Clínica Ubarmin, Pamplona-Zarautz y Pamplona-Jaca.

Además, La Burundesa ofrece todo tipo de servicios de transporte de viajeros, tanto escolar, como laboral y discrecional, prestados con una moderna flota de autocares que cumplen la normativa más exigente y a la medida de las necesidades de los usuarios. Consciente de que buena parte de su clientela es de cierta edad y para facilitar su viaje, La Burundesa ha apostado siempre por la accesibilidad. Lo cierto es que un 25% de sus autobuses están equipados con rampas de acceso y anclajes para sillas de ruedas

Victorio Ochoa, otro nieto del fundador, junto al primer autobús de dos pisos en los años 80. Cedida

Retos de futuro de un sector estratégico

El transporte de viajeros es un sector estratégico con proyección de futuro, sobre todo por los cambios de paradigma en aras de la sostenibilidad y el cambio climático. “Sin duda alguna, los principales retos son la descarbonización y la implementación de sistemas alternativos de combustible. Este desafío requiere una profunda reflexión sobre el futuro del transporte y su impacto en el medio ambiente”, incide el gerente. “La presión por reducir las emisiones de carbono ha aumentado considerablemente en los últimos años, impulsada por normativas gubernamentales más estrictas y una creciente conciencia social sobre la necesidad de adoptar prácticas sostenibles. El compromiso con este reto por parte de La Burundesa es total. Sin embargo, sigue habiendo mucha incertidumbre sobre cómo se desarrollarán las alternativas al combustible convencional. Hay grandes desafíos técnicos y económicos y la infraestructura necesaria para soportar estos nuevos sistemas de combustible aún está en desarrollo, con grandes inversiones a tomar con unos escenarios de mejora en costes que tienen poco impacto en las operaciones”.