pamplona - Ser mayordomo en la Rochapea, y en otros barrios de Iruña, es algo más que salir a dar inicio a las fiestas: es formar parte de una celebración colectiva, de la del año en el que se ejerce de mayordomo y las que vendrán después. “La gente que es mayordoma lo lleva con mucho orgullo y lo afronta con gran ilusión”, afirma Oskia Zaro, una de las precursoras de la iniciativa y participante del primer grupo de mayordomos del barrio en 1999.

Este año los y las mayordomas de la Rochapea cumplen 20 años de vida y ayer lo celebraron por todo lo alto, con la recepción oficial en el Ayuntamiento de Iruña, con su alcalde Joseba Asiron a la cabeza, y con una gran comida que unió a más de 130 mayordomos y mayordomas de todos estos años.

Pero ese sentimiento de va más allá del orgullo de barrio. En el fondo, el baile en pareja de los mayordomos al inicio y fin de fiestas es un reconocimiento mutuo, primero “al colectivo al que pertenecen, pues aunque en un principio las parejas se formaban de distintas edades, luego fueron los colectivos del barrio quienes formaron las parejas año a año”; y, en segundo lugar, “es un reconocimiento también a la persona” como parte importante de un barrio con gran conciencia de serlo.

La figura de los mayordomos volvió a la Rochapea gracias al trabajo de mucha gente. Uno de ellos, cuenta Zaro, fue Bernardo Apesteguía, “que nos contó que antes se hacía y nos propuso recuperarlo”. Apesteguía es posiblemente una de las personas que mejor conoce las fiestas, antaño llamadas mecetas, de la Rochapea. En 2017 publicó Historia de las mecetas de un barrio (II): 1951-2017’, una recopilación extensa de los festejos de un barrio que calificaba como surgidos “del trabajo vecinal y participativo, libres hoy de patrones y santorales, con el mejor sentimiento”.

Otra de esas personas que ha puesto gran parte de su trabajo en la recuperación y la conservación de la tradición en el barrio es la propia Oskia Zaro. Partícipe en el primer año y en los posteriores, ha sido la encargada de enseñar el baile a todos los nuevos mayordomos.

Zaro era en 1999 profesora de dantzas en el local del barrio Carbonilla, “creo que fue por eso que me propusieron hacerlo”, cuenta. En estos años de trabajo continuo ha tenido el apoyo de Izaskun Arriaran. “Cuando estuve embarazada Izaskun tomó el testigo para enseñar el baile y desde entonces lo hacemos juntas”, expresa Zaro.

recepción y fiesta Como viene siendo habitual esta legislatura, el Ayuntamiento de Pamplona recibió ayer a los mayordomos de la Rochapea, de la misma manera que lo han hecho hasta ahora con los representantes de San Jorge/Sanduzelai y Txantrea. Pero para los de Rochapea, ayer fue una ocasión especial por ser la primera vez que acudían a la plaza del Ayuntamiento y también por subir al Casco Viejo un grupo de más de 130 mayordomos y mayordomas de todos estos 20 años.

La jornada arrancó a las 10.30 horas en Carbonilla, donde se reunieron todos los mayordomos y mayordomas. A todos se les entregaron unas cintas, típicas del atuendo, conmemorativas del día con la inscripción Mayordomoak. 20 años. Desde allí se encaminaron hacia el Casco Viejo, y a mitad de camino les acompañó la Comparsa de Gigantes de Rotxapea. El grupo llegó a las 12.00 horas a la plaza del Ayuntamiento donde leyeron un comunicado e intercambiaron pañuelos con el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron.

Desde allí, bajaron por el Portal del Francia de nuevo hacia la Rochapea, para tomar un vermú antes de dirigirse a la comida, a la que estaban apuntadas unas 110 personas, en los frontones municipales El Irati. Tras ello celebraron un sorteo con productos donados por comerciantes y establecimientos del barrio y disfrutaron de música en directo.