pamplona - Nada se sabe del tiempo que hacía cuando las tropas francas, dirigidas por Roldán, destruyeron las murallas de Pamplona en el año 778, pocos días antes de la batalla de Roncesvalles. Pero los asistentes al acto conmemorativo organizado ayer por Orreaga Fundazioa y la sociedad Etxabarrengoa en el Baluarte del Redín, gozaron de una mañana muy agradable. En realidad, el homenaje de ayer fue solo una de los actos que componen el programa de conmemoración a los vascones que lucharon y vencieron a los francos en Roncesvalles. Aunque no multitudinaria, sí que fue una cita muy emotiva donde la música y el baile estuvieron muy presentes: txalaparta, una canción compuesta para la ocasión, dantza y gaitas.

Más allá del folclore, los organizadores indicaron que les gustaría que esta sucesión de hechos no cayera en el olvido y que “al pasear por las murallas no solo disfrutemos de los espectáculos veraniegos que en ellas se representan, sino que recordemos que antes que estas hubo otras que fueron destruidas”. Asimismo, indicaron que han solicitado una placa conmemorativa al Ayuntamiento que aún no ha sido puesta. Por eso, aunque efímero, colocaron un ejemplar ellos mismos al que hicieron una ofrenda floral.

expedición a zaragoza

Cierre de puertas. Con un Al-Ándalus plagado de revueltas internas, en el año 777 Suleiman, valí de Barcelona, y el gobernador de Zaragoza, Hussein, mandaron una embajada a la corte de Carlomagno para pedirle que les ayudara a derrocar al emir de Córdoba, Abderramán I. Carlomagno accedió, pero al llegar a Zaragoza no le abrieron las puertas porque no tenían los apoyos suficientes. Así, Roldán inició su regreso y de camino destruyó las murallas de Pamplona.