pamplona - Las zonas verdes son -o deberían- el buque insignia de cualquier ciudad y Pamplona es afortunada, ya que los parques de la Media Luna, Ciudadela-Vuelta del Castillo, Yamaguchi y Taconera son cuatro magníficos galeones. Por eso, el Consistorio les ha querido dar un papel protagonista -el de capitanes, se podría decir- en el Plan Estratégico de Turismo 2017-2019 del Ayuntamiento de Pamplona. Este programa recoge la creación de un producto vinculado a la Pamplona verde que, además de presentar una ciudad sostenible y con recursos medioambientales, permita descentralizar el turismo del Casco Antiguo y promover una imagen de la ciudad unida al bienestar y la salud. Entre otras cosas, se han identificado ocho árboles de especial importancia en los parques ya mencionados, uniéndolos a los Gigantes de Pamplona en función de su origen. Los reyes europeos Joshemigelerico y Joshepamunda, por ejemplo, se han transformado en abetos rojos, mientras que Toko-Toko y Braulia, reyes americanos, se han disfrazado de secuoyas, típicas de este continente. Pero estos no han sido los únicos colosos señalizados. Además, se han identificado otros 24 árboles con un interés especial.

Pero para los marineros que no son tan aficionados a la Comparsa de Gigantes, tranquilidad. El Ayuntamiento no se ha olvidado de ellos, y también los ha intentado incluir en la fragata. Su nuevo relato turístico busca poner de relieve la importancia de los parques en el desarrollo urbanístico de la ciudad y se han incluido elementos artísticos y la particularidad diferenciadora de cada una de las zonas en cuanto a su diversidad geológica. Para eso, se ha incorporado un cartel informativo en cada uno de los parques con una explicación sobre su historia, sus hitos, sus recorridos y sus árboles más significativos. Porque quizá, a pesar de pasear por sus caminos a diario, desconocemos que en la Ciudadela y la Vuelta del Castillo anidan aves rapaces nocturnas como el mochuelo y el pequeño autillo; y otras aves como la grajilla y el vencejo. Además, sus estanques están habitados por especies como el sapo partero.

Puede que tampoco supiéramos que el jardín de La Taconera es el más antiguo de la ciudad. Con casi 200 años de historia, fue creado en los tiempos de la Belle Epoque y representa a la perfección el estilo romántico francés. Tal vez, incluso ignoramos que la escultura del tenor navarro Julián Gayarre está situada en este parque, puede que porque quedara embaucado por el olor de los hermosos parterres de flores. Muy cerca suya, también disfruta de las vistas del río Arga y de los fosos de las murallas la Mariblanca, diosa de la abundancia que representa la esperanza de mejora de vida de la Pamplona de finales del siglo XVIII. Además, si se investiga un poco más, pronto descubriremos que esta deidad ocupó un lugar mucho más céntrico hace trescientos años. En concreto, su primera ubicación fue en una fuente de agua en la plaza del Castillo, una de las cinco que el Ayuntamiento construyó para celebrar las obras hidráulicas recién terminadas y que permitieron a la ciudad estar abastecida por agua potable de gran calidad. En 1910 fue sustituida por el quiosco de madera, y tras pasar unos años en la plaza San Francisco, en 1927 por fin la dejaron descansar en La Taconera, donde ha permanecido, casi hipnotizada, hasta ahora.

Mucho más nuevo es el Jardín de la Galaxia del parque Yamaguchi, situado junto al planetario. Pero no por eso merece menos atención, ya que es único en Europa. Las plantas están colocadas al igual que los brazos de la Vía Láctea, y las diferentes especies del jardín representan elementos espaciales como agujeros negros o polvo interestelar. Asimismo, también incluye una escala cm/años luz para darnos cuenta de la enormidad de nuestra galaxia.

Para los tripulantes más mancebos, el Ayuntamiento ha editado un folleto, a modo de cuaderno de actividades para que los niños lo vayan completando mientras recorren los parques y jardines. Se trata de una manera de hacer más amena el viaje y de involucrar a los más pequeños en la historia y el conocimiento de Pamplona y sus parques. Este cuaderno se puede pedir en la Oficina de Turismo y quien complete los diez ejercicios recibirá un libro de exploradores por la buena indagación hecha en el parque.

Les rogamos mantener la tranquilidad, ya que no se ha establecido un máximo de marineros para este viaje, y nadie se quedará sin plaza. No obstante, les recomendamos que no se demoren, ya que es una excursión en la que quedarán impresionados de la tranquilidad que transmiten las zonas verdes de nuestra ciudad.