pamplona - Las declaraciones de Enrique Maya el pasado miércoles en las que lanzaba diferentes ideas destinadas al solar de la antigua estación de autobuses previo derribo ha reabierto el debate de la ciudadanía sobre el uso del edificio. Así, el regidor proponía una pista de esquí para niños, un cine o una bolera como opciones válidas para este emplazamiento.

El mantenimiento del parque infantil y la recuperación de las taquillas como espacios de economía social y alternativa marcaron la anterior legislatura del cambio. Y son proyectos que muchos vecinos defienden ante la posible privatización del espacio para negocios privados, señalan.

Construido en el año 1934, este edificio no se erigió únicamente como una estación de autobuses, sino que también se crearon viviendas en la planta superior. Se trata de viviendas de propiedad municipal, algunas ocupadas en régimen de alquiler, y oficinas de uso del Ayuntamiento. En total el edificio cuenta con 66 viviendas, de las cuales solo 22 están ocupadas. En algunos casos, personas mayores que llevan habitando aquí desde su juventud. Es el caso de Aurelia Larrequi que a sus 91 años continúa viviendo en la casa donde se crió: “Llevo aquí desde que tenía siete años y he visto todos los cambios que ha sufrido este edificio y nunca ha sido para mejor”. Aurelia Larrequi entró a vivir en esta casa situada en la antigua estación hace 84 años y, según ella, “no han hecho nada pare mejorar este edificio”. Ahora ella necesita ayuda diaria y se queja de la falta de un ascensor que le permita mayor libertad. En cuanto al derribo del edificio opina: “Me parece bien siempre y cuando fuera para mejorar las cosas y darle un uso provechoso. Me dolería mucho tener que deshacerme de mi casa, ha significado toda una vida para mí y aunque me envíen a otro lado este es mi hogar”.

En otro portal situado en la antigua estación una vecina, que prefiere no desvelar su identidad, no comparte la apuesta del alcalde para el solar: “Llevo viviendo aquí un año y medio desde que me dieron la casa y en cuanto a lo de derribar el edificio no creo que sea buena idea. Estas casas y en general toda la estación deberían ir destinadas al apoyo de la ciudadanía y a socorrer a los más necesitados”.

controversia La presencia de un parque infantil público en el interior del edificio, en un emplazamiento estratégico en el centro de la ciudad, es uno de los principales alicientes para muchas familias con hijos pequeños, sobre todo en días con mala climatología.

“A mi me daría mucha pena que se quite esto. Cuando hace malo esto está a rebosar, es un buen sitio porque el parque está genial y no hay coches, y las salidas están vigiladas”, valora Eneko Oyarzabal, de Sarriguren, quien suele acudir con sus hijos al parque siempre que sube a Pamplona. “Lo de la pista de esquí no se si sería para mejor o para peor pero es una barbaridad. En el caso de que hagan un cine, yo tengo un hijo de tres años y de tres meses así que hasta dentro de muchos años no lo pisaríamos”, expresa Oyarzabal, quien entiende que es un edificio que está desaprovechado y que “podrían hacer cosas útiles en él”.

El valor sentimental que este edificio evoca también refuerza las opiniones contrarias a su demolición. “Me parece un edificio emblemático de Pamplona que no tiene sentido tirarlo; y encima para hacer lo que dicen que quieren hacer. A mí me parece que tal y como esta está perfecto, además solo con el hecho de que una persona viva en el edificio ya me parece motivo suficiente para dejarlo tal cual”, señala Charo Martínez, quien actualmente reside en Pío XII pero vivió durante treinta años en el centro. “Suelo venir con mi nieto a jugar al parque que hay dentro y no comparto que derriben el edificio cuando tiene un uso público”, valora Martínez.

También hay transeúntes que, lejos de todo arraigo, ven necesario actuar en un edificio degradado que se va deteriorando más y más. Es el caso de Jokin Oroz, residente de la zona del Sadar, quien junto con su mujer habitúa pasear por el Ensanche todos los fines de semana. “Ahora mismo no tiene mucha finalidad, esos pisos hay que rehabilitarlos enteros ya que muchos de ellos ni cumplen las condiciones de habitabilidad. O reforman el edificio o lo utilizan para otra cosa”. Oroz añade que las palabras de Maya “son en realidad una campanada al aire” ya que la opción de una pista de esquí “no es viable”.

También desde la cafetería restaurante de Geltoki, en la planta baja, Lucía destacaba la necesidad de mantener espacios alternativos para colectivos “y no especular con el suelo para beneficiar a intereses particulares de grandes empresas que son las que terminan haciéndose con servicios de ocio o restauración”.

tranquilidad Desde la cooperativa Geltoki, por otro lado, no temen ningún derribo. “No tenemos ninguna notificación del Ayuntamiento de Pamplona de que aquí se vaya a hacer nada a día de hoy. Estamos tranquilos porque la Asociación Geltoki, que es la adjudicataria del espacio, tiene un contrato hasta el 31 de diciembre de 2024 y hasta ahora nuestro proyecto ha tenido muy buena acogida y aquí participa mucha gente”, expresa Lander Martínez, cooperativista de Geltoki. Son diferentes colectivos sociales sin ánimo de lucro los que impulsan el proyecto de economía social en las taquillas de la antigua estación. “Tenemos una relación muy fluida con todas las áreas y los técnicos tanto del anterior gobierno como del actual, si se hubiera decido algo ya nos lo habrían dicho”, confiesa Martínez.

participación Juan Catalán, presidente de la Asociación de vecinos del Ensanche, recuerda que en su momento se propuso realizar un proyecto singular: “Desde la Asociación de Vecinos del Ensanche propusimos hace diez años hacer un proyecto de un edificio multifuncional que pudiera contener una zona de ocio, espacios culturales, el civivox del Ensanche, un hotel, restaurantes (uno podría ser de la escuela de hostelería) e incluso un museo de la historia de Navarra. Ahora bien una pista de esquí nunca se nos ocurrió poner... Estas ideas se toparon con la crisis y no se pudo llevar adelante pero aunque no fuera el momento de invertir quizá era el momento de pensar, de proyectar, de iniciar un proceso participativo con el futuro de esta parcela. Lo que se proponga tiene que ser económicamente viable y sostenible”. “Mientras, nos parece estupendo el uso que se le está dando como parque infantil, el mercado de economía social...perfecto porque con poca inversión el edificio sigue teniendo mucha vida”.

El psn exige un debate

Desconcierto. El Partido Socialista de Pamplona presentó ayer una declaración, que se debatirá en la comisión de Urbanismo del próximo día 9, ante “las declaraciones del alcalde sobre la antigua estación de autobuses”. Los socialistas se muestran “preocupados” por las palabras de Maya y piden que “no se anuncie ni se apruebe ninguna decisión sobre el inmueble y el solar sin que se informe, debata y apruebe previamente”. Asimismo, reivindicaron que “cualquier actuación” en este espacio sea sometida “al más amplio e inclusivo debate político, social y ciudadano”. “Estos pronunciamientos públicos sobre uno de los inmuebles más emblemáticos de Pamplona pueden ser legítimos, pero también ocasionan desconcierto y controversia evitables”, apuntaron.