pamplona - Demanda número uno: que los gobiernos digan la verdad sobre la gravedad y urgencia climática en la que nos encontramos. Demanda número dos: actuar ahora. Demanda número tres: asambleas ciudadanas, asesoradas por personas expertas, para supervisar los cambios. Tres puntos concretos para no andarse con líos y afinar el tiro en busca de una transición real. Es la carta magna de Extinction Rebellion (XR), un movimiento de rebelión internacional no violenta que surgió en el Reino Unido “y se ha ido extendiendo por numerosos países, conformando una red coordinada internacionalmente”, dice Xabier Jaso, miembro del grupo de Pamplona de este Rebelión o Extinción -en el Estado le han dado la vuelta al nombre-, uno más de los más de 700 nodos presentes en más de 60 países.

“No venimos a sustituir a nadie, sino todo lo contrario. A sumarnos y poner el acento en la situación de emergencia climática, ecológica y social. Tenemos este referente internacional para visibilizar muchas cosas”, dice Xabier, consciente de que “tenemos que unir nuestra lucha a reivindicaciones locales que ya existen. Por ejemplo, la lucha contra infraestructuras insostenibles como el TAV también es nuestra y tiene mucho que ver con lo que hacemos. Queremos trabajar en alianza con otros colectivos. Pero también tenemos una mirada internacional. Para mí lo más precioso del movimiento es que llama a tener muy presente la situación local, pero a la vez a ser conscientes de que tenemos la ventaja de que el movimiento es internacional, con una proyección que otros movimientos no tienen”.

Jaso destaca igualmente la palabra “urgencia”, ejemplificada en el logo del movimiento. Un reloj de arena dentro de un círculo. Al planeta se le acaba el tiempo. Rebelión o Extinción “pone el dedo en la llaga, en la necesidad de tomar medidas urgentes para revertir un proceso que nos puede llevar, no solamente a la extinción de algunas especies, que ya sabemos que está en marcha, sino a la especie humana. Y no en demasiado tiempo”, alerta. “Las decisiones, si no para revertir, al menos para intentar paliar ese proceso, se tienen que tomar en los próximos años, de eso no tenemos ninguna duda”.

lo que se sabe y lo que no Lo que la mayoría sabe sobre el cambio climático, explican desde XR con datos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC por sus siglas en inglés), es que nuestra huella ecológica actual equivale a consumir 1,6 planetas al año. Para 2050 serán 2,5 planetas. Hemos acabado con el 60% de los vertebrados desde 1970, y la temperatura ha subido 1 ºC desde la era preindustrial. El IPCC considera que la única forma de que el clima no se descontrole es que la temperatura no suba más de 1,5 ºC. “Para ello, tenemos que reducir las emisiones de CO2 en un 45% en los próximos 11 años. Desde 1996 han subido un 60%... y siguen creciendo”, recuerda XR en el folleto que explica su razón de ser.

Y “lo que la mayoría no sabe del cambio climático”, o el “por qué surge XR”, es que hay más de un 90% de probabilidades de que el ascenso de la temperatura global aumente entre 2 y 4 ºC para 2100. En las distintas categorías de riesgo, pasando por el “peligroso” (+1,5 ºC) y el “catastrófico” (+3 ºC), un aumento de 5 ºC equivale a “la posible extinción humana”. Así de negro lo pintan. Hay más: el Banco Mundial prevé 140 millones de refugiados climáticos en 2050. “Según otros estudios, 1.000 millones. Hoy su número no deja de crecer”, dicen en XR. “Nos enfrentamos a una emergencia global sin precedentes: los gobiernos han fallado en su tarea de protección de la ciudadanía. Para sobrevivir va a ser necesario utilizar todas las herramientas de las que disponemos. “Nos enfocamos en lo necesario: durante el siglo XX, toda protesta civil que ha llegado movilizar al 3.5% de la ciudadanía ha logrado sus objetivos”, detalla XR.

sensibilización y calle En Pamplona, Rebelión o Extinción nació en septiembre de 2019, un pequeño nodo con media docena de integrantes activos. Recientemente organizaron una charla en el Planetario titulada Camino a la extinción. ¿Qué podemos hacer? Realizaron un taller formativo ADNV (Acción Directa No Violenta), y han celebrado varias asambleas de acogida “para gente que conoce el movimiento, pero quiere implicarse más y quizás necesita más información”. Han protagonizado, junto con otros colectivos, acciones de calle en Pamplona para denunciar el exceso de consumismo en víspera de Reyes o en torno al Black Friday, además de hacerlo como XR Iruñea en las actividades que se llevaron a cabo en Madrid con motivo de la Cumbre del Clima.

El movimiento apuesta por “esta modalidad de activismo en la calle, de presionar a las instituciones, pero con unas expresiones atractivas, jugando con cierta estética para llamar la atención”, argumenta Xabi. Acciones de calle y charlas de sensibilización, “que en principio parecen menos llamativas, pero son muy importantes. De hecho en el Reino Unido, antes de pasar a las primeras acciones de calle, se hicieron un montón de charlas”, dice. De uno u otro modo, “se trata de lograr cambios radicales, en el mejor sentido de la palabra, para mantener la sostenibilidad de la vida, que es de lo que estamos hablando”.