- Durísimo levantar la persiana de tu taller un día y encontrarse con que, por una pandemia, todo el género que has comprado para la temporada de verano no lo vas a poder vender, porque las ferias, romerías y demás fiestas patronales de las localidades que hay por estos pagos se han suspendido. Durísimo fue ver kilómetros de tela en el almacén para aquellas 6 mujeres, que se encontraron que el negocio que acababa de cumplir 10 años podía irse al garete.

Pero entonces ellas decidieron tirar para adelante y reinventarse. Aparcaron los patrones del traje de dantzari, de la enagua y el corpiño, y se centraron en un nuevo elemento, la mascarilla protectora, una prenda extraña para cualquiera en los orígenes de la pandemia, pero que hoy es una más de nuestra indumentaria cotidiana al haberse convertido en obligatoria, lo que parece, además, que va para largo.

Mascarillas negras, al más puro estilo Pamplona, y de arrantzale, o de flores, de cuadros vichy y de lo que se tercie. Y aunque no se pueda ir al Sadar, una se pone la de Osasuna y parece que la pandemia hace menos daño a la salud rojilla. Leticia Sagüés y Lurdes Cortabe, las socias propietarias de Doben Creaciones Textiles (la firma de Burlada que ha conseguido convertirse en un referente en la confección y el diseño de la indumentaria tradicional de Euskalherria o Euskal jantziak), ha tenido que dar la vuelta a su negocio por pura supervivencia, porque ellas visten mucho para fiestas, y, tristemente, ya no hay fiestas para celebrar.

Leticia Sagüés recuerda cómo les afectó la pandemia. "Nos fuimos Lurdes y yo, y nuestras cuatro empleadas, al ERTE, lo que además fue una larga agonía porque tardaron mes y medio en aprobarlo. Estuvimos en casa sufriendo mucho y, a la par, generando una deuda inmensa, porque justo estábamos recibiendo todo el material de la colección de regional. No solo no la hemos podido vender, sino que además pagamos mucho por ella", dice y añade que "no tenemos previsto vender regional en mucho tiempo, y no sabemos hasta cuándo".

Armándose de valor, Leticia y Lurdes volvieron a levantar la persiana de su taller textil el 6 de abril, con menos manos, pero con la misma fuerza. Y quieren destacar la solidaridad que encontraron: "Nos apoyamos mucho en compañeros confeccionistas que nos ayudaron al principio, incluso prestándonos materiales, en comercios de Burlada, en amigos... Se creó una conciencia de cooperación entre los pequeños empresarios muy grande", afirma.

El resultado, lo que ellas denominan "mascarillas para la higiene personal". No son homologadas, porque, según explica Sagüés, están hechas con nuestro tejido", con todo el estocaje de su almacén, dice y precisa que "sí nos preocupamos mucho en buscar el filtro protector más efectivo. Hasta entonces habían salido muchas mascarillas de tela caseras, pero nosotras queríamos ofrecer un producto con calidad, con nuestro sello personal y marcando la diferencia". Todo ello cien por cien local, una filosofía de trabajo de la que hacen gala estas profesionales de la confección textil: "Apostamos por el trabajo de proximidad, con proveedores locales". Es decir, no hay que irse a China. Y las de Doben las hay de estilo pliegue y estilo pico, en tamaño adulto en infantil, y confeccionadas con dos capas integradas, la exterior de tejido textil "mezcla de sintético y natural ya que da mayor resistencia a la humedad que los 100% naturales", y un filtro interior Spunbond de polipropileno cien por cien "impermeable a la gota fina y media en las dos direcciones", explican. Y un valor añadido, su durabilidad: "Son reutilizables, combinando los lavados y las desinfecciones propias de cualquier tejido sin perder sus propiedades".

Aunque recuerdan que la mascarilla también llegó a su taller por "pura solidaridad, porque en ese momento no había, y los críos ya iban a empezar a salir a la calle", hoy, casi dos meses después de empezar la aventura, Leticia y Lurdes siguen en su apuesta, y, de momento, se mantienen, porque ahora se ha convertido en su tabla de salvación para pagar las deudas y poder sacar a sus compañeras del ERTE. "Andamos a tope de pedidos y producimos en la medida de nuestras posibilidades. Tenemos mucha ayuda voluntaria de familiares y amigos, pero es una incertidumbre qué va a pasar", añade Cortabe.

Para interesados, las hay de diversos estilos y estampados "siempre tirando de la tela que tenemos", y admiten encargos personalizados, con serigrafía y bordados. El taller se ubica en la calle Concejo de Azpa 6 bajo de Burlada, aunque recomiendan hacer los pedidos por teléfono 948128910 / 676825616 : "Ya estamos preparando un modelo de verano", avanza.

"Habían salido ya muchas mascarillas caseras de tela, pero nosotras queríamos ofrecer un producto de gran calidad"

Doben Creaciones Textiles