- De acuerdo a los datos del padrón anterior, en Pamplona vivían 10.429 personas solas mayores de 65 años del total de 45.443, cifra correspondiente a abril, y que ahora ha crecido. De las que viven solas, 7.804 son mujeres y 2.625 hombres. Por barrios, donde más se congregan son en San Juan (1.518), Ensanches (1.395), Iturrama (1.385), Txantrea (1.156) y Rochapea (1.013). En el otro extremo se sitúan Buztintxuri (135), Mendillorri (222), Etxabakoitz (252) y Azpilagaña (361). Entre 500 y 1.000 personas tienen los barrios de San Jorge (533), Casco Antiguo (625), Ermitagaña-Mendebaldea (907) y Milagrosa (927).

La población mayor de 65 años y sin compañía ha sido uno de los grupos a los que mayor seguimiento ha hecho el Ayuntamiento durante estos meses de pandemia, dada la gravedad de la situación. Así, según datos ofrecidos esta semana, el Consistorio ha contactado entre el 16 de marzo y el 15 de mayo, los dos meses de confinamiento en casa durante el estado de alarma, con más de 2.800 personas mayores de 65 años que viven solas en la ciudad.

Durante la crisis sanitaria causada por la Covid-19 los Servicios Sociales municipales han realizado un trabajo extra acercándose a todas las personas mayores que viven solas para realizar una atención primaria de carácter universal y especial durante estas semanas. El objetivo ha sido evitar situaciones de aislamiento y soledad que pudieran provocar una desatención a esta parte de la población, en principio no atendida por ningún sistema de cobertura social.

De las 2.848 personas con las que se contactó, el 92% (2.577 personas) eran autónomas o recibían apoyo familiar, por lo que agradecieron las llamadas pero no precisaron ningún apoyo. El 3,2% (92 personas) manifestó la dificultad que le suponía el aislamiento en estado de alarma y recibió apoyo psicológico en esas mismas llamadas sin ser derivadas a otros recursos. Un 2,7% sí que requirió el ayuda. De esas 77 personas, a la mayoría, 34, se les puso en contacto con las redes de apoyo vecinales que se han creado durante el estado de alarma. Además, fueron derivadas 21 personas a sus unidades de barrio para realizar consultas sobre diversos recursos y otras 15 a servicios de atención psicológica como, por ejemplo, los ofrecidos por el Colegio de Psicólogos o por el Teléfono de la Esperanza. Por último, a 7 personas se les puso en contacto con DYA para que les ayudaran realizándoles la compra o llevándoles medicamentos y a 1 persona se le gestionó su entrada en un comedor para la tercera edad. El resto de personas, 1,6% (47 personas), estaba siendo atendida por personal contratado o por sus propios vecinos.

De las 2.848 personas contactadas, la mayoría, 1.209, tenía entre 80 y 89 años. A continuación, se situaban las de más de 90 años que fueron 603, de 70 a 79 años se sumaron 541 llamadas y hubo 495 contactos con personas de 65 a 69. Por unidades de barrio, desde las de Rochapea con 626 y Casco Antiguo con 499 fueron desde la que más llamadas se realizaron.