- El Ayuntamiento de Pamplona inicia hoy los trabajos de semipeatonalización de la calle Amaya, donde se reducirá la calzada para ampliar el espacio de los peatones y ciclistas y sólo se permitirá la circulación desde el cruce con la calle Arrieta al transporte público, residentes y repartidores, mientras que el resto de vehículos tendrán que conectar con la avenida Baja Navarra a través de la calle Olite. Es el paso previo e indispensable para poner en marcha el proyecto del corredor sostenible del Labrit y la confirmación de que el alcalde Enrique Maya, después de 4 años en la oposición criticando las iniciativas en movilidad, ha decidido mantener la planificación y los proyectos que diseñó el cuatripartito y olvidarse de todo lo que dijo sobre el Plan de Amabilización o el corredor de Pío XII y de los graves perjuicios que iban a ocasionar a la ciudad y a sus comerciantes.

Como entonces, el objetivo que busca el Ayuntamiento es ganar espacios y seguridad para los peatones y ciclistas y la única forma de conseguirlo es a costa del tránsito de coches por la calle Amaya, que según los últimos datos soporta una circulación de más de 20.000 vehículos/día.

Las obras dejarán, a principios de la semana que viene, dos tramos de calle claramente diferenciados entre sí. En el primer tramo de la intervención -el espacio que se sitúa entre las intersecciones de Amaya con Cortes de Navarra y calle Emilio Arrieta- se establecerán 2 carriles: un carril-bus central de 3,25 metros de anchura que será para uso exclusivo del transporte urbano comarcal y taxis; y, contiguo a la acera cercana a la Plaza de Toros, otro carril de circulación de 3 metros de anchura.

En paralelo, la intervención ampliará la acera del margen de la avenida Roncesvalles hasta obtener para el peatón una anchura de 2,5 metros y, en esa ampliación, se colocarán los contenedores y la señalización vertical que se encuentran en la acera actual. De esta manera los viandantes obtendrán una zona de tránsito muy amplia en uno de los lugares con más densidad peatonal de la ciudad. La medida conseguirá, además, que se acorte la longitud de los actuales pasos peatonales, de forma que el tránsito sea más fluido y seguro.

En el segundo tramo (entre las intersecciones que marcan calle Arrieta y Baja Navarra), la intervención restringirá de forma clara el acceso de vehículos por la calle Amaya.

Sólo podrán acceder villavesas, taxis, ciclistas, vehículos de residentes de las calles Amaya, Leyre y Teobaldos, así como usuarios de los aparcamientos con accesos por calle Amaya, parkings de Plaza de Toros y Plaza del Castillo. También se dará acceso a reservados, reparto de mercancías, servicios, emergencias y establecimientos hoteleros ubicados en estas calles.

Este acceso restringido estará señalizado en el cruce de calle Amaya con calle Arrieta y en el cruce de calle Leyre con calle Olite, ya que en este tramo de la calle Leyre también se aplica el acceso restringido.

Para realizar estas restricciones la actuación consistirá en dotar a la vía de un carril de circulación central de 3,25 de anchura (para los vehículos autorizados) y dos ‘carriles de ganancia peatonal’ de 3,40 metros de anchura cada uno, a ambos lados de la calle a cota de la actual calzada.

Las zonas de ganancia peatonal se ampliarán, hacia las calles adyacentes, tanto en el cruce con calle Arrieta, como en el de calle Leyre y en el de calle Teobaldos, creando intersecciones con radios más estrictos que permitan una mejora del tránsito peatonal y un calmado de la velocidad de circulación.

A su vez, se pintarán dos nuevos pasos peatonales, uno inmediatamente después del cruce con calle Arrieta y otro después del cruce con calle Leyre. También se habilitará una zona de carga y descarga una vez pasado el cruce con calle Arrieta. La calle Leyre y la calle Teobaldos no sufrirán modificación en su diseño actual, salvo la restricción de accesos que se aplicará en el tramo de esa primera calle, a partir del cruce con calle Olite.

Esta actuación pretende analizar el comportamiento del tráfico tras la restricción de accesos en calle Amaya, una vía por la que hoy circulan más de 20.000 vehículos/día. Igualmente, el Ayuntamiento de Pamplona pretende estudiar los efectos positivos que estas medidas sobre el transporte público, fundamentalmente en cuanto a la mejora de la velocidad comercial de las líneas que circulan por esta calle, y testar la idoneidad de las medidas tomadas en cuanto a la mejora de la calidad del espacio urbano, tanto en cuanto a la ampliación del espacio peatonal como a la calidad ambiental de la calle Amaya.

Una vez se determinen los efectos de la actuación, el Ayuntamiento de Pamplona determinará la consolidación de la intervención en calle Amaya, siempre en función de la disposición presupuestaria que pueda existir en ese momento.

Bolardos de ida y vuelta. La intervención se llevará a cabo mediante técnicas de urbanismo táctico (señalización horizontal, vertical y balizamiento) que son más económicas, más rápidas y permiten, bien la reversibilidad, bien la consolidación posterior de las medidas con otros tipos de obra civil a base de elementos fijos (bordillos, pavimentos, etc.).

Labrit. Antes de comenzar el proyecto del Labrit era necesario precisar el diseño de la calle Amaya y Cortes de Navarra. En breve se dará a conocer el trazado definitivo del corredor del Labrit.