- Las escuelas infantiles municipales de Pamplona reabrieron ayer con escasa afluencia de niños y niñas. En concreto, fueron 13 los que acudieron a estos centros educativos municipales: 3 en Donibane, 3 en Azpilagaña, 3 en Mendillorri y 1 en Haurtzaro. Según el Ayuntamiento de Pamplona, este año hay matriculados

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Los directores de las escuelas infantiles tienen claro a qué se debe el fracaso de ayer: las prisas y no haber contado "para nada" con el sector. "No se puede comunicar un viernes a la tarde que se reabre el lunes", afirma Zuriñe Pérez, directora de la escuela infantil Izartegi de la Txantrea. "Era de suponer que vinieran pocos niños", confiesa María Ángeles Beaumont, directora del centro público de Mendillorri a la que han acudido 3 de los 103 niños matriculados. Las escuelas estarán abiertas hasta final de mes con horario de media jornada de 8 a 13h. El horario de apertura es de 8 a 9.30h y el de recogida de 12 a 13h. Los niños almuerzan allí y pueden estar como máximo cuatro horas.

El pasado miércoles 17, el Departamento de Educación anunciaba el regreso de la actividad presencial en las escuelas infantiles públicas y también municipales. El Departamento de Educación justificó la reapertura como "consecuencia directa del final del estado de alarma y del tránsito de la Comunidad Foral de Navarra a la situación de nueva normalidad".

Ante el revuelo montado, el viernes a la mañana hubo una reunión "de urgencia" del Organismo Autónomo de las Escuelas Infantiles del Ayuntamiento de Pamplona. A la reunión acudieron los directores de las escuelas, la dirección técnica y el gerente Juan Ramón Rábade. Los directores de las escuelas mostraron su repulsa a la reapertura que se había anunciado desde el Departamento de Educación. Según los directores, gerencia recogió sus puntos de vista, pero al final no se admitieron A las 15:30h recibían la orden en la que se anunciaba la reapertura desde ayer y, en el caso de Pamplona, hasta el 30 de junio.

Los representantes del personal del Organismo Autónomo de las Escuelas Infantiles del Ayuntamiento de Pamplona se quejan por la unilateralidad del anuncio, por el escaso plazo de apertura (siete días laborables) y porque el protocolo no impone ningún tipo de limitación de aforo. Según ellos, la reapertura se debe "únicamente a motivos políticos y económicos".

Los directores y trabajadores se mostraban ayer "muy enfadados" con la actitud unilateral del Departamento de Educación y dicen sentirse "ignorados completamente". "Desde el Gobierno de Navarra no se habló con nadie del sector y no se tuvo en cuenta los métodos pedagógicos que empleamos", criticó Zuriñe Pérez. Zuriñe añade que, en una situación como la actual, las decisiones hay que pensarlas "mínimo dos veces" y que "estamos jugando con los niños desde el principio de la pandemia. María Ángeles señaló que les pillo de imprevisto porque "estábamos terminando las entrevistas de fin de curso con los padres".

A los trabajadores les ha enfadado también que el protocolo no imponga límite de aforo y que les manden abrir con la ratio al completo. Para María Ángeles, esta medida es "una contradicción" con respecto a las guarderías y casas amigas que podían abrir, pero reduciendo su aforo. "A ellos les dieron un poquito de aforo al principio, después el 60% y las escuelas infantiles públicas tenemos que abrir de viernes a lunes con el 100%", indicó María Ángeles. La responsable de la escuela infantil de Mendillorri añadió que "si hubieran venido los 103 niños y niñas hubiera sido imposible mantener la distancia de seguridad. Los espacios no están preparados y hay que hacer malabarismos". Zuriñe opina igual que su compañera: "Hubiera sido un caos total".

Otro aspecto que tampoco ha gustado es que el protocolo prohiba a los padres la entrada en las escuelas infantiles. Como consecuencia, los trabajadores tienen que salir a la puerta a recoger a los niños y niñas. "Han estado tres meses en casa sin contacto físico con nosotras y tener que coger nosotros a los niños en la puerta es como arrancarlos de sus padres", explicó Zuriñe. La directora de Izartegi comentó que esta reacción se debe a que los niños pequeños necesitan "un mes, mes y medio de adaptación". Además, todo este lío para siete días de actividad. "Con una semana no solucionamos ninguna papeleta y menos si solo abrimos media jornada", reflexionó Zuriñe.

Los pocos niños y niñas que acudieron a las escuelas infantiles se lo pasaron en grande. "Está contentísima, tenía muchas ganas de ver a las amigas", subrayó Jesús tras recoger a su nieta en Mendillorri. "Ha venido un poco seria, pero las profesoras me han contado que ha estado muy bien", comentaba Daniel Camón, uno de los padres. Daniel ha dejado "un poco asustado" a su hija porque "llevaba mucho tiempo sin contactar otras personas", pero confesó que le ha venido muy bien porque su mujer y él están teletrabajando. A Leire Ugarte también le ha venido bien porque su marido ha vuelto a trabajar presencialmente y así "tengo un hijo donde poder dejarlo". Eso sí, reconoce que el anuncio ha sido "un poco brusco y sin tiempo para organizarse".

Por otro lado, de las siete escuelas dependientes del departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra tan solo nueve familias manifestaron su interés por acudir a los centros. La afluencia de menores también fue minoritaria en las escuelas municipales, que las gestionan a través de empresas. En Mutilva, fueron ayer a clase 25 de las 120 familias.

"Estamos jugando con los niños desde el principio de la pandemia"

Directora de Izartegi

"Los espacios no están habilitados, tenemos que hacer malabarismos"

Directora en Mendillorri