falta de cuernos toca aferrarse a los recuerdos. Aquí van unas imágenes con las que combatir la ausencia -y despertar la nostalgia- de los aficionados al encierro. De cuando no hace nada mozos y toros compartían escenario ocho mañanas de julio, regalando instantáneas que dan mucho miedo. Quizás así no estamos tan mal... sin sustos en el cuerpo.

Diez años para echar la vista atrás que empiezan siempre un día siete. Siete son también las ganaderías que han estrenado carrera la última década por San Fermín, con Torrestrella (2011 y 2014) y Puerto de San Lorenzo (2018 y 2019) como reincidentes.

Las dos últimas ediciones el hierro salmantino se encargó de abrir serial con cornadas para manchar un expediente que llegaba inmaculado tras su debut en 2017. En 2018 pincharon nada más empezar, en las mismísimas narices del santo. Y el año pasado por estas fechas Pitinesco se puso las botas. Él solito, bicho negro de 615 kilos, mandó a tres mozos al hospital con heridas por asta. Fue el comienzo más sangriento de estos diez años, empatado a cornadas con sospechosos habituales como los Jandilla (2015) y Cebada Gago (2017). Los que son peligrosos lo suelen ser siempre.

Tras la tragedia del madrileño Daniel Jimeno, último corredor fallecido en un encierro en el año 2009, la década empezó mucho más amable. Los Peñajara, remolones primero (tardaron 17 segundos en salir de corralillos) y veloces después, no hicieron sangre. Más de lo mismo sucedió con los Torrestrella. Se sacudieron su fama y abrieron los encierros de 2011 sin cornadas ni malas pulgas. En 2012 el aguirreAngelón sí corneó en Santo Domingo a un corredor y luego se llevó de paseo a otro unos cuantos metros, enganchado del pitón y sin pinchar, con el que casi entró a la arena del ruedo. Y en 2013 nada pasó para lo que pudo pasar. Porque en su camino hacia el callejón un toro colorado se dio de bruces con un muro humano que le obligó a volver sobre sus pasos y mirar a Telefónica. Delante tenía toneladas de carne, pero por fortuna enderezó el rumbo.

Los Torrestrella madrugaron para cornear en 2014 en Santo Domingo, con Frutero como protagonista. Un año más tarde Jandilla hizo de las suyas y coleccionó tres cornadas y 80 atenciones, y en 2016 la divisa de Fuente Ymbro se desentendió de los problemas en un encierro limpio. Y más cornadas en 2017, tres. Las tres con el sello de Punterito y con la manada de Cebada Gago llegando fraccionada a la plaza. Con huecos para la carrera.

2010, Peñajara. En su segunda aparición por Pamplona, los toros sevillanos no hicieron sangre, con solo dos traslados al hospital.

2011, Torrestrella. Volvían tras siete años de ausencia. Sin cornadas en una carrera vertiginosa en la que 'Charlatán' llevó la voz cantante.

2012, Dolores Aguirre. Sábado de emociones fuertes con 'Angelón' como protagonista. Corneó en la pierna a un vecino de Peralta y se llevó colgando del cuello a un japonés, milagrosamente sin herida por asta.

2013, Alcurrucén. 'Deseadito', toro colorado de 570 kilos, sembró el pánico al encontrarse una muralla humana en la entrada al callejón y girar sobre sus pasos. Finalmente, solo asustó. Pero mucho.

2014, Torrestrella. Un corneado y seis traslados en la atropellada y veloz carrera de la ganadería gaditana.

2015, Jandilla. Haciendo honor a su fama, estrenaron encierros con tres corneados y más de 80 atendidos.

2016, Fuente Ymbro. Carrera veloz, sin cornadas y con un pequeño montón en Telefónica como momento de mayor peligro.

2017, Cebada Gago. Tres cornadas, todas protagonizadas por 'Punterito'.

2018, Puerto de San Lorenzo. Sobresaltos desde el inicio; 2 toros separados y cornada en Santo Domingo.

2019, Puerto de San Lorenzo. Tres corneados y otros tres traslados.