ola, personas ¿cómo ha ido esta extraña semana?, porque€ no me negaréis que ha sido extraña donde las haya. Si no te acordabas de las fechas las cosas parecían normales pero en cuanto te venía a la sesera el guarismo que el calendario señalaba la cosa cambiaba y mucho, pensar que un 9 de julio, por ejemplo, por la calle Mayor o por Estafeta o por San Nicolás, no se oía ni una peña, ni se veían cuadrillas enteras de blanco y rojo, ni había asomo de gigantes, ni de cabezudos, ni Caravinagre echaba el resto tras los perillanes que le citaban en corto, ni dos se apoyaban el uno en el otro para no caerse, ciertamente resultaba extraño y doloroso.

Antes de meternos en harina quiero felicitar a mi pueblo por el comportamiento que en general se dio la temida mañana del día 6; en un ERP anterior manifesté mi temor a que imperase un desmadre colectivo e hice votos para que así no fuese y ciertamente no fue, la gente salió, salimos, a la calle a tomar un aperitivo de 6 de julio pero con la calma y las medidas profilácticas necesaria y creo que la cosa en general obtuvo una buena nota y el resto de la semana no solo ha salido airosa del examen sino cum laude, cualquier semana del año está Pamplona más viva. O eso me parece a mí. Pero€ con una excepción: Navarrería. ¿Acaso el Covid 19 ha declarado a dicha zona libre de su afección?, lo que allí se ve y se vive a diario antes y durante los Sinfermines me parece denunciable. Ahí lo dejo.

Para poder hablar de los Sanfermines y cumplir con el tema que un ERP publicado el 12 de julio requiere me he acercado a ver una exposición cuya temática ha sido la de "€unas fiestas sin igual, riau, riau".

He paseado por la muestra que la asociación de reporteros gráficos AREGNA presenta en el palacio del Condestable y que han dedicado al querido y llorado Patxi Calleja. En ella he podido recorrer los sanfermines de cabo a rabo, pocas cosas le faltan, quizá he echado en falta unos huevos fritos con txistorra y una bota de vino en el zaguán de palacio para que la cosa fuese completa.

Una panorámica de Jesús Diges, en la que tras las estela de la pólvora del cohete nos muestra la impresionante imagen de la plaza del ayuntamiento preñada de pañuelos rojos, de voces vibrantes, de manos alzadas, de gentes felices por lo que en ese momento nace, nos abre la puerta de la fiesta; tras eso viene todo lo demás. La presencia de cientos de gaiteros que formados atacarán el "Ánimo pues" y que José Carlos Cordovilla plasma con una vibrante imagen cenital, le dan ganas a uno de levantar los brazos y botar al ritmo de€ "que pedo llevas Calatayud ". La disolución posterior por las calles de lo viejo tiene varias tomas ciertamente transmisoras de lo que el mediodía del 6 de julio es, de la locura, de la explosión, del calor, del agua va. Patxi Cascante y Villar López muestran refrescantes imágenes de esa práctica tan sana que es el riego del acalorado festejante, uno de ellos incluso le dedica un "calvo" ante dos municipales que solo se preocupan de guarecerse bajo el alero del agua que cae desde un balcón frente a casa Unzu. Otra hídrica imagen, ésta de Mikel Saiz, refleja a un caritativo empleado municipal disparando todo el caudal de su manguera sobre un trío de acalorados mozos. Buxens nos los muestra bañados en vino.

Y llega la tarde y vemos al recordado maestro García Cerdá, fotografiado por otro maestro, José Luis Larrión, que, batuta en su mano derecha y Farias en su izquierda, sonríe a la cámara ajeno a los esfuerzos que tras él agotan a los municipales que intentan empujar el Riau-Riau. La noche la abre Iñaki Porto con una foto del Encierrillo que oscura y movida refleja a la perfección el mágico momento que cada noche vive el puente de la Rochapea, Jesús Garzarón nos muestra el toro de fuego repartiendo chispas de fiesta en otra evocadora imagen de esa parte del día que de verdad comienza tras el estallido de los fuegos artificiales, esos que cada año son más espectaculares, ruidosos y artísticos, Joxe Lacalle nos trae unas preciosas palmeras de luz recortadas tras las torres de San Cernin.

Y pasa la noche que es desmadre y es alcohol y es risa y baile y€ amanece que no es poco, como nos dice Javier Bergasa en un bonito contraluz de la escalerica de San Nicolás y con el día llega lo que todo el mundo espera, esa trepidante carrera a toro libre que testifican en varias y espectaculares tomas Larrión , Carlos Calleja o Alvaro Barrientos; y tras el susto el hambre y que mejor que los churros mañueteros que Eduardo Buxens nos enseña para mitigarla y empezar la mañana. Algunos, sin fuerza, caerán dormidos encima de unas bolsas de basura como si del Hilton se tratase, Iñaki Zaldua nos da fe de ello y otros empezarán su día viendo bailar a los gigantes, a veces con aprendices como refleja la toma Unai Beroiz, o corriendo tras kilikis y zaldikos sobre fondo "rojo sanfermín", rojo vivo que capta la cámara de Pablo Lasaosa. Con la tarde el coso será plató y estudio de estos trabajadores del diafragma y la velocidad, y se esforzarán en dejar en nuestra retina a los protagonistas, a los de luces y a los de blanco y rojo, y en alguna incluso se ve el triste final de los protagonistas de cuatro patas en manos de los matarifes.

Y en la exposición pasan los días y se ven momentos de calma como el captado por Patxi Calleja en una gran imagen que nos muestra a tres jóvenes sacerdotes que bajan curia cargados de sus mochilas, vestidos de negra sotana y con toda la pinta de tener la lejana Santiago de Compostela como destino, mientras, a su paso, una familia da cuenta de unos "moscovitas" en el Temple.

Y llega el día 14 y se ve a los gigantes agacharse para recibir el ultimo beso de los niños y una imagen de Miguel Oses nos enseña como Iosu pone a su Braulia al alcance de una niña que con un cálido beso la despide hasta el año que viene y Jesús Caso nos hace ver que Napoleón y un mozo comparten pena y Luis Azanza inmortaliza a una pareja que se funden en un beso a la caliente luz de las velas del pobre de mí. A falta de fiesta bueno será el amor.

No he contado todo ni he nombrado a todos porque no hay sitio pero os aconsejo acercaros a Condestable y ver y admirar el trabajo que nos presentan quienes que cada año nos ayudan a ver aquello que ha sucedido en todos los rincones a todas las horas.

Ya falta menos.

Besos pa tos

Facebook : Patricio Martínez de Udobro

patriciomdu@gmail.com

La cosa en general obtuvo una buena nota y el resto de la semana no solo

ha salido airosa del examen

sino cum laude.

Algunos, sin fuerza, caerán dormidos encima de unas bolsas de basura como si del Hilton

se tratase.