- 75% de aforo, distancias de 1,5 metros y máximo de 25 personas. Son los requisitos que marca la normativa sanitaria en el caso de bajeras y piperos, en realidad la misma que rige para peñas y sociedades gastronómicas. El aforo lo establece la licencia de actividad y la competencia es municipal por lo que son las policías municipales las que vigilan su funcionamiento. ¿Se cumple?

Hay muchas que ni siquiera han abierto. Otras que, aunque no dan problemas, están en el punto de mira de los vecinos. Y las menos, vigiladas de cerca por la policía local. Ayer mismo el Ayuntamiento de Pamplona se vio obligada a cerrar ayer un local en Milagrosa, en la plaza del Búho, en la que se encontraban reunidas 70 personas. Se trata del mismo local que dos días antes fue clausurado con cien personas que celebraban una fiesta, sin medidas de seguridad ni autorización administrativa, y que se había publicitado a través de las redes sociales.

Los ayuntamientos de Pamplona y Comarca momento no creen que haya problemas. Tal y como expone María Lecumberri, alcaldesa de Barañáin, la mayoría de bajeras cumple la normativa, las pocas que generan molestias ciudadanas son sancionadas, y aquellas que reinciden en las quejas se cierran, en este municipio hasta la fecha solo una. "El control se realiza a través del Ayuntamiento, Baragazte y Policía Municipal para que haya un buen funcionamiento", subraya. El concejal Javier Labairu, del Ayuntamiento de Pamplona, destaca que la policía controla que se cumplan los aforos. En Pamplona hay muchas bajeras que se encuentran cerradas.

Xabi Gallo, educador del Gaztegune de Berriozar, destaca que la gran mayoría de jóvenes se reparten el verano entre las vacaciones en el pueblo y las piscinas. "Sus lugares de encuentro son la calle, los bancos... También las bajeras". "Decir que las personas jóvenes son unas irresponsables porque hacen un botellón en Mendillorri o se sientan en Navarrería sin guardar las medidas de protección ante el riesgo del Covid es decir parte de la verdad. Pero si nos asomamos a las playas, comidas, almuerzos, no-fiestas, trabajos, transportes€ donde las personas adultas, junto con el resto de sectores poblacionales toman parte, vemos que la falta de responsabilidad también asoma. Muchos vermús de las personas adultas son como los botellones de algunas personas jóvenes. Y sin embargo ni todas las personas adultas son unas irresponsables ni las jóvenes son la causa única y exclusiva de los nuevos brotes", admite.

Los jóvenes están en la calle porque es verano y porque "no tienen casa, no tienen sociedades, y además es el espacio de relación por excelencia". Algunos tienen bajeras y la normativa para su apertura es la propia para espacios cerrados en "la nueva normalidad", "y en lo que conocemos se cumple". "Ahora toca con mascarilla y metro y medio y a poder ser en zonas ventiladas. Toca cuidar y cuidarnos. Y esto es importante trasladarlo. Pero si hemos quemado todos los puentes de comunicación con las personas jóvenes es muy difícil que ellas nos escuchen y que nosotras les escuchemos a ellas. La gente joven necesita atención, necesita reconocimiento, y necesita espacios, pero no a precio cero. Necesitan aportar y que les aporten pero no de arriba a abajo, sino acompañando, hablando, escuchando€ En la responsabilidad y en los cuidados no se educa en dos días", remarca quien a su vez valora en positivo la respuesta de los jóvenes a las actividades promovidas desde el Gaztegune.

Joseba Amigorena, del Gazteleku de Villava/Atarrabia, confirma que hasta la fecha no ha habido problemas con las bajeras. "Se ha limitado el aforo, y a las cuadrillas de locales más pequeños les dijimos que no abriesen. Durante el tiempo que estuvieron confinadas hablamos con los jóvenes y, salvo contadas ocasiones, ha funcionado bien", remarca. "El Gazteleleku está cerrado hasta el 16 de julio, que abrira con medidas como distanciamiento y mascarillas. Sí hemos abierto el Gaztegune, y habilitamos un espacio para actividades en el exterior. Para agosto tenemos un programa de ocio para 12-13 años de mucho éxito, y para 14- 17 años hay otro proyecto con plazas cubiertas. También hay actividades en común con otros ayuntamientos, la semana de empleo...". "Es una edad de transgredir, no entienden el control y han estado tres meses en casa... pero hemos generado espacios de ocio controlados, y tratamos de incidir en medidas de control y sensibilizar en la idea de los riesgos que entraña el virus para las personas con las que viven, padres, abuelos...".

" La gente joven necesita atención, necesita espacios pero no a precio 0"

Educador en Berriozar