- Tras haber pasado toda su vida trabajando en el cuidado de animales y las plantas, Javier Elía, responsable de flora y fauna de Sendaviva, es un apasionado de su trabajo y asegura que, "moriré haciendo esto, pero no me importa porque me encanta".

El vecino de Pamplona, de 43 años, estudió Biología, "pero siempre he crecido rodeado de vegetación y animales", confesó Javier con tono entrañable.

El parque de Sendaviva cuenta con más de 200 especies de los 5 continentes. Javier es uno de los 250 trabajadores del parque y lleva trabajando en él desde su apertura hace 17 años. Conoce a todos los seres vivos del recinto, "no hemos tenido cambio de animales, sino un aumento. Cada vez se han ido añadiendo más, ahora tenemos más de 800", señala Javier.

La pandemia afectó también a Javier, como a todo el mundo, pero él siguió yendo al parque para atender a los animales en la cuarentena, "siempre hemos tenido que manipular las comidas con guantes y a causa de la covid-19 ahora utilizamos en mayor medida los geles hidroalcohólicos, pero ya los utilizábamos mucho antes del virus, lo único que ha cambiado es que ahora usamos también mascarilla", describe. En cambio, las rutinas de cuidado de los animales no se han visto alteradas en Sendaviva. "Tenemos que tener el cuidado con los animales, pero porque siempre es peligroso estar cerca de un tigre, no porque contagien. Tenemos que tener más cuidado de no juntarnos mucho entre operarios que con las fieras", resalta Javier entre risas. El contacto directo con animales exóticos se evita en la mayor medida posible, en especial con los felinos. "Con los lémures, por ejemplo, hay más contacto directo. El acercamiento para darles de comer o llevarlos al veterinario es mayor. Estos animales también cogen más confianza y se te acercan", relata Javier.

El proceso para dar de comer a felinos no es como si se diese de comer a un perro o un caballo domesticado. En el caso de los tigres se procede a cambiarles de habitáculo y a través de poleas o jaulas se les da la comida, "pero sí estás cerca de ellos, al final es solo una verja lo que te separa de una fiera de esa magnitud", detalla.

El cuidado de los animales del parque no solo se reduce a darles de comer, Javier se encarga también del mantenimiento de sus instalaciones, de llevarlos al veterinario para ponerles alguna vacuna o desparasitarlos.

El año pasado en el parque de aventura nacieron dos tigres blancos en cautividad. "Todo nacimiento es alegría, y más en animales que son difíciles de tener, de conseguir y que son impresionantes, para qué mentir", señala.

Cuando eran más pequeños sí que los operarios tuvieron que acercarse más a ellos para comprobar que se desarrollaban con normalidad y que todo iba bien. "Cuando empezaron a hacerse más grandes tuvimos que alejarnos, ahora están tremendos, ya casi se les confunde con el padre", subraya. Los animales reconocen a sus cuidadores, "al final eres quien les da de comer, te ven todos los días y eso crea un vínculo. En el caso de los tigres, a veces te saludan, suelen emitir un bufido o una ligera mueca con la cabeza. Es su manera de interactuar con nosotros".

"Los tigres ahora están tremendos, ya casi se les confunde con el padre"

Flora y fauna de Sendaviva