- La de todos los días "porque has llegado tarde"; "porque no tengo sitio"; "porque la tarjeta no me cobra y no me dejáis montarme en el autobús...". El insulto fácil es habitual, dicen, también en el taxi: "Y ahora cada dos por tres sale a relucir el tema de la mascarilla. O no la llevan, o no se la quieren poner o dicen que se quieren montar en el asiento del copiloto cuando no pueden". Son las más comunes y las más pasajeras, pero hay agresiones en el transporte público para las que desde el sector reclaman respuestas. El último ataque fue el pasado 10 de agosto en Barañáin a un taxista que, precisamente, intentaba defender a un conductor de villavesa al que un grupo de jóvenes estaban increpando. Intentaban acceder al autobús rompiendo la luna delantera y la ventanilla y cuando el otro conductor les reprendió por ello, le dieron una paliza.

Ayer, por primera vez juntos, los taxistas y los chóferes de villavesas reclamaron "mayor implicación" por parte de la Mancomunidad para hacer frente a estas agresiones, ante las que los trabajadores se sienten "totalmente desprotegidos y desamparados". Piden por eso que la entidad "se persone en los juicios, nos defienda", que se endurezca la normativa y que los responsables de los hechos que causan estas incidencias y daños "cumplan la ley y paguen sus infracciones". Así lo avanzaron Jesús Carlos Villain, presidente del comité del Transporte Urbano Comarcal, y Kiko Asín, presidente de Teletaxi San Fermín, unidos por primera vez ambos sectores para poner de manifiesto una problemática que llevan años denunciando.

Y es que aunque los números nos son alarmantes -desde 2018, en las villavesas se han producido 8 agresiones y para los taxistas han sido tres en lo que va de año, dos de ellas la noche de Reyes- asumen que buena parte de esos ataques terminan "silenciados" o no se denuncian porque "no se consigue nada". Tal y como explicó Asín, "el típico vacile de todos los fines de semana, sobre todo en horario de ocio, ahora se ha incrementado, aunque en el caso de los taxistas es diferente, no se produce el efecto del grupo o de la manada y normalmente no se complica la situación. Pero se están produciendo muchos casos de agresión y la Mancomunidad debería endurecer la ordenanza y aplicarla". Villain indicó que en muchas ocasiones los conductores "nos sentimos indefensos" si, por ejemplo, hay una persona que no se quiere poner la mascarilla y otros compañeros les piden que continúen el servicio.

"Y con las agresiones sucede lo mismo: ni la empresa ni la Mancomunidad ni los ayuntamientos se han preocupado por el chófer que sufrió la última agresión, que está de baja. Miran hacia otro lado en vez de defender al trabajador y tendrían que personarse contra quienes ejecutan esas agresiones, que terminan sin consecuencias cuando son los propios trabajadores y el resto de viajeros y usuarios quienes lo pagan. Cuando la gente constantemente te agrede en tu puesto de trabajo es porque no se te defiende". Denunció la "falta de protección" hacia los chóferes y aseguró que, aunque "hay ordenanza de sobra", lo que hace falta "es que se cumpla".

Villaín invitó ayer, además, al presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona a mantener una reunión que "estamos cansados de solicitar. Pero la respuesta siempre es la misma, la callada. Nadie nos llama para ver qué ha pasado con las agresiones o cómo se podrían solucionar. No se hace nada, pero ni desde esta Mancomunidad ni desde las anteriores: nuestro sector está totalmente abandonado -denunció-. No somos más que una cuenta de resultados".

A la cita de ayer en Baluarte acudieron cerca de medio centenar de trabajadores de ambos sectores aunque en el de los autobuses se ha convertido ya en una demanda histórica que vienen años realizando. Javier Perú lleva 13 años como conductor y aseguraba que "hace tres años se realizó una ordenanza que nos protegía más, pero los ayuntamientos y la mancomunidad no la llevan a cabo. Tienen que pedir responsabilidades, sancionar a quien no la cumple, pero hacen dejación de sus funciones". Otro compañero que no quiso dar su nombre afirmó sentirse "totalmente desprotegido". Fue agredido hace dos años en Sanfermines "y todavía estoy esperando a que me llame la empresa o la Mancomunidad a ver qué tal estoy", criticaba. "Me cogieron del cuello mientras conducía, no pasó nada pero el caso es que nosotros también tenemos que contenernos. Tuve que ir a juicio yo solo y la empresa ni me ha llamado ni me llamará. Cada vez hay más agresiones porque no hay mano dura", aseguraba.

También otro conductor de villavesa lamentaba, además, que la picaresca está -por lo general- a la orden del día. "No se hace un seguimiento de las agresiones pero tampoco del cumplimiento de las normas. ¿Tú has visto alguna vez a un inspector de la mancomunidad mirando tarjetas? ¿Cuántos usan la tarjeta del abuelo? ¿O las de familia numerosa...? Hay mucha falta de control", lamentaba. Son conductores, reclaman, "no policías. Lo único que pedimos es que se cumpla la ley, y que se sancione a quienes no lo hacen".

"Hay falta de protección. Y aunque tenemos ordenanza, hace falta que se cumpla"

Presidente del comité del TCC

"Hay quienes no quieren ponerse la mascarilla o te dicen que no la llevan encima"

Presidente de Teletaxi