Con 13 millones de litros de agua y 6.462 metros cuadrados de superficie, el lago de Mendillorri es un ambiente acuático artificial aislado de otros ecosistemas naturales y seña de identidad de uno de los barrios más jóvenes de Pamplona. En su entorno, dos colegios y un instituto aportan cada día un buen número de estudiantes al parque que rodea esta infraestructura y, por ello, es un espacio que desde siempre el Ayuntamiento de Pamplona ha considerado interesante para trabajar la educación ambiental.

Pero es que, además, el lago tiene valores ambientales propios que pueden ser de interés general. En su entorno vive, desde el verano de 2019, un topillo conocido como ‘Rata de agua’ (Arvicola sapidus) que dan cuenta de la calidad ambiental del paraje, algo que reconocen las garzas que muy a menudo se pueden ver por allí cazando anfibios. Porque el lago es un ecosistema, no solo animal, sino también vegetal. Su diseño, que data 1991, se ha ido remodelando con criterios actuales para suavizar la escollera que daba problemas de accesibilidad a los animales o para estratificar la vegetación del entorno de forma más natural, e incluso creando islas artificiales.

Toda esta información ha quedado recogida en un sistema de tres paneles (tres paradas de interpretación) que se acaba de instalar en el entorno del lago, en un perímetro de 610 metros. En estos paneles indicativos, que tienen una dimensión de 98,5 cms. de ancho X 79,5 cms. de alto, cuentan con fotografías e ilustraciones y están realizados en castellano y euskera, la ciudadanía puede encontrar desde información sobre el topillo, hasta curiosidades sobre el espacio, como que el punto de mayor profundidad del lago es de 3,1 m. Este nuevo circuito de sensibilización ambiental viene a complementar otro, instalado ya hace unos meses, que anima a las personas que lo visitan a encontrar y a identificar 9 especies de árboles o arbustos en el entorno.

A modo de puesta en funcionamiento de este sistema, el jueves 24 de septiembre, a las 18 horas el Ayuntamiento de Pamplona ha organizado la visita ‘El valor de un lago: Mendillorri’ que estará guiada por una técnica municipal del Servicio de Agenda 21, que irá detallando los valores naturales y culturales del entorno o los datos sobre la colonia de topillos, así como las amenazas a la biodiversidad que suponen las especies invasoras que se encuentran en ese espacio. La visita, con 24 plazas, está ya cubierta, aunque la nueva señalética ayudará al Consistorio a seguir programando en el futuro visitas de toda índole (centros escolares, civivox o ciudadanos particulares) sobre un medio acuático enclavado en un entorno urbano.

La nueva señalética es el siguiente paso del proceso de regeneración del lago tras el suavizado de la escollera y la organización de islas artificiales realizadas tras el vaciado y limpieza del vaso y la retirada de especies piscícolas invasoras mediante ‘pesca eléctrica’ en 2016.