- Ya se sabía que la peatonalización parcial de la calle Amaya está generando serios trastornos al vecindario y comercio de la zona. De sobra conocen los conductores los atascos que ahí se generan, especialmente en horas punta. Y ahora también hay constatación del perjuicio que está causando en el transporte urbano comarcal el proyecto que Navarra Suma puso en marcha el 3 junio y que tuvo que modificar una semana después ante los problemas que ya se estaban detectando.

El informe elaborado por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona es contundente sobre los retrasos en el transporte público, consecuencia del cambio introducido por el Ayuntamiento en la calle Amaya. Una vez comparados los registros de las cinco líneas urbanas del servicio diurno que atraviesan la vía (2, 3, 5, 6 y 11) antes y después de la peatonalización, los datos indican que se ha producido un incremento medio de los tiempos de circulación de 73 segundos, con retrasos superiores en determinadas franjas horarias (hasta 5,18 minutos en el tramo comprendido entre las 13 y 14 horas). En los horarios de menor tráfico apenas han cambiado los tiempos de viaje, pero en el resto, se observan incrementos de entre 2 y 5 minutos

"El problema para el transporte público es que un incremento de 4 ó 5 minutos, aparte de la mala calidad de servicio ofrecido al ciudadano, puede provocar que sea necesario incorporar medios para garantizar el servicio ofrecido", indica el informe de la Mancomunidad, fechado el 29 de septiembre.

De hecho, estos retrasos ya han obligado a introducir medidas adicionales y el cálculo es que será necesario añadir otras 5 villavesas para cubrir las líneas afectadas, lo que supondría un gasto anual de 702.000 euros. "Actualmente se está operando sin tiempos de regulación en las líneas o se han aumentado los medios para seguir operando en las debidas condiciones. Si fuera necesario incrementar los tiempos de expedición, habría que añadir 5 autobuses como consecuencia de este retraso en la circulación".

La Mancomunidad ha determinado que el impacto de un solo carril en la circulación de las villavesas por la calle Amaya implica un tiempo de viaje de al menos 4 minutos y que con la incorporación de un carril bus se podrían ganar 3 minutos de media y reducir de paso los costes que generaría la incorporación de otros 5 vehículos: "Este carril supondría además que en el mediodía, donde se llega a tiempos medios de más de 5 minutos, se podría mejorar sustancialmente el servicio de los usuarios".

En la actualidad, el tiempo de circulación de los vehículos de la Línea 2 por la calle Amaya ha sufrido un incremento de 2,12 minutos, ya que ha pasado de 2,27 a 4,39 minutos (90%). El mayor problema se origina entre las 8 y 9 de la mañana y entre las 13 y 15 horas.

En la Línea 3, el incremento ha sido del 132%, al pasarse de 1,29 a 3,27 minutos (aumento de 1,58 minutos). En este caso los mayores atascos se originan a las 8, 13, 14, 15 y 18 horas.

En el caso de la Línea 5, se ha pasado de cubrir el tramo de la calle en 1,19 a 3,17, lo que supone un aumento de 1,58 minutos (148%). Los mayores problemas en esta línea se producen en las mismas franjas horarias que en la anterior: 8, 13, 14, 15 y 18 horas.

La Línea 6 es la que ha tenido un incremento porcentual mayor, ya que el tiempo de circulación se ha incrementado en 3,17 minutos al pasar de 1,57 a 5,14 (169%). El pico se produce a las 14 horas, cuando se ha detectado un incremento del retraso del 507% desde que entraron en funcionamiento los cambios.

Por último, la Línea 11 ha experimentado un incremento medio de 1,57 minutos (120%), al pasarse de 1,37 a 3,33 minutos el tiempo de circulación por la calle Amaya.

Con estos datos, la Mancomunidad ha solicitado al Ayuntamiento "que adapte las actuales medidas implementadas en la calle Amaya para poder implantar un carril bus de forma permanente".

Este carril específico ya aparecía en el proyecto que se puso en marcha el 3 de junio, con un tramo comprendido entre las intersecciones de Amaya con Cortes de Navarra y calle Emilio Arrieta con dos carriles, uno de ellos exclusivo del Transporte Urbano Comarcal y los taxis. Al segundo tramo (entre las intersecciones que marcan calle Arrieta y Baja Navarra), sólo podían acceder villavesas, taxis, ciclistas y vehículos de residentes.

El 12 de junio, a la vista de los problemas generados y del profundo malestar ciudadanos por los atascos, el Ayuntamiento cambió los planes y eliminó el tramo que había reservado para el transporte público, permitiendo el tráfico de todos los vehículos por la calle Amaya. La vía, no obstante, mantuvo un solo carril de circulación, lo que lógicamente perjudicó a los vehículos del transporte comarcal que ahora debían compartir el único carril disponible.

En la calle, por la que circulan diariamente 20.000 vehículos, el Ayuntamiento eliminó las plazas de aparcamiento en el lado derecho y colocó varios bancos y macetas en el carril de la izquierda.

Iniciativa conjunta de las formaciones de progreso. Los grupos municipales de EH Bildu, PSN y Geroa Bai han presentado una iniciativa conjunta en la comisión de Urbanismo en la que reclaman al equipo de Gobierno que, respecto a los problemas generados en la calle Amaya, recupere "el diseño previsto en el anterior mandato como base para una actuación en primera fase en el corredor del Labrit y se avance sobre el diseño de urbanización definitiva". Los 3 grupos afean al alcalde por "haberse saltado los acuerdos previos y haber puesto en marcha los cambios en la calle Amaya, operación cuyo resultado no puede ser peor".