Los embotellamientos de tráfico provocados por los cambios introducidos por el Ayuntamiento de Pamplona en la calle Amaya, entre las calles Cortes de Navarra y la Avenida Baja Navarra, han forzado a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona a pedir al Ayuntamiento un carril bus permanente en la citada calle.

Los tapones que forman los vehículos en esos puntos, especialmente en horas punta, unos problemas que ya se venían detectandoun circunstancia que si el equipo de Enrique Maya no resuelve habilitando una carril para los autobuses, como sugiere la Mancomunidad en un informe, obligará a tener que gastar 702.032 euros al año para añadir cinco autobuses que solucionen el problema de los retrasos en las cinco líneas que pasan por esos puntos.

"La reversión de la calle Amaya ha generado una mayor retención que, dependiendo de la hora, llega a niveles importantes", destaca la Mancomunidad en su análisis, que se ha centrado en los efectos en las cinco líneas que circulan por la calle (solo servicio diurno: 2, 3, 5, 6 y 11). En concreto, la Mancomunidad ha obtenido los tiempos desde las paradas anteriores (Cortes de Navarra o Cuesta del Labrit) y hasta las paradas posteriores (Calle Amaya tras cruzar Baja Navarra y calle Teobaldos).

En total, se tienen registros de 3.564 circulaciones, 1840 en febrero (semana del 10/2/2020) y 1.724 en septiembre (semana del 7/9/2020). Del análisis de los tiempos, los autores del informen constatan un incremento de tiempo, que, en media aritmética pasa de 77 a 150 segundos (73''): Incremento medio de: 1'13''. Ello supone que incorporar 73 segundos al tiempo de expedición, aseguraría cumplir el horario en solo el 50% de los viajes.

El análisis por franjas horarias concluye que en los horarios de menor tráfico apenas han cambiado los tiempos de viaje, pero en el resto, se observan incrementos de entre 2 y 5 minutos. El peor momento es el tramo entre las 14 y las 15 horas (aunque dentro de una hora punta que va desde las 13 y hasta las 16 horas).

Según expone la Mancomunidad en su informe, la calle Amaya ha tenido durante muchos años una retención recurrente ya que forma parte del camino más corto para acceder desde la Txantrea, y sobre todo desde la Rochapea, hasta el Segundo Ensanche y Este de la Comarca (Mendillorri, Soto de Lezkairu, Mutilva, etc). Este camino corto tiene una alternativa por la cuesta de Beloso que obliga a incrementar los tiempos en, al menos cuatro o cinco minutos. Por tanto, desde el punto de vista del automóvil, la calle Amaya es una calle por la que se permite una retención de hasta cuatro o cinco minutos ya que no hay alternativa mejor. A partir de aquí, el tráfico se empezaría de distribuir por otro tipo de vías.

El problema para el transporte público es que un incremento de cuatro o cinco minutos, además de perjudicar a la calidad del servicio ofertado al ciudadano, puede provocar que, como según avisa la Mancomunidad ya está ocurriendo, sea necesario incorporar medios para garantizar la estabilidad del servicio. En la actualidad se está operando sin tiempos de regulación en las líneas, o se han tenido que incrementar los medios para seguir operando en con condiciones.

Según el organismo, si fuera necesario incrementar los tiempos de expedición, habría que añadir cinco autobuses como consecuencia de este retraso en la circulación. En el caso solo afecte a los días laborables, esos cinco vehículos circulando 242 días laborables durante16 horas cada jornada y a un precio de 36,262 €/h conllevaría un gasto de 702.032 euros cada año. La alternativa que proponer la Mancomunidad es la incorporar un carril bus en la calle Amaya, lo que reduciría en 700.000 euros al año el impacto en el coste de la operación.