- Llevan más de tres décadas mirando al mar de una forma muy particular. Tienen entre ceja y ceja su superficie y los ingenios que la ocupan desde hace milenios. Se empapan de la historia, miman el detalle y se arman de paciencia. Mucha paciencia. “Paciencia hay que tener para ir a trabajar todos los días. Pero para hacer esto no, porque esto es lo que te gusta. Yo me pongo a hacer cosas de estas y se me pasan las horas que ni me entero, y estoy disfrutando”, corrige Fernando Pérez, integrante de la Asociación Navarra de Modelismo Naval. Él, por ejemplo, ha creado uno a uno con cable, estaño, aguja y cartulina las 4.000 figuras aproximadas que recrean la batalla de Constantinopla, su diorama más complejo. “Tienes que tener un poquitín de mañana, sobre todo conocer los materiales, saber utilizar las herramientas y saber un poco de historia para no pegarte un patinazo. Debemos tener rigor histórico y eso es cuestión de leer, leer y leer. Ya está, no hay ningún misterio ahí”, añade.

La Asociación nació en 1987 con cinco personas y en sus tiempos más boyantes llegó a contar con 80 miembros. Ahora no pasan de la decena. “Esto es una afición para la gente mayor, pero la gente mayor se va haciendo mayor y se va. Y la gente joven no coge la antorcha. Como esto no es de tecnología...”, se lamenta Fernando. Menguados o sin menguar, los que están exhiben hasta el próximo 29 de noviembre en el Palacio del Condestable una potente muestra de su trabajo. “En estos años hemos hecho 63 exposiciones, nueve de ellas monográficas”. Los barcos en las rutas de los descubrimientos (1992), la leyenda y la realidad de piratas, corsarios y bucaneros (1995) “porque no son lo mismo y la gente se confunde”, el 100º aniversario de la Batalla de Cuba (1998) en la muestra titulada De Lepanto a Cuba, auge y ocaso de un imperio, “porque empezaron muy bien y acabaron de aquella manera”. Un monográfico sobre naufragios en 2001, en 2004 la exposición Sobre carpinteros o magos “porque en aquellos tiempos hacer un barco era cosa de magia”. 2007 con el oro de las Indias y “otro punto de vista. El oro de las indias eran las relaciones con otros pueblos, las culturas, el comercio... hay muchísimas más cosas que el simple metal”; Marinos y Exploradores (año 2010), desde los egipcios hasta los viajes de Cook, y un monográfico sobre batallas en 2016 “a petición de la gente, porque nosotros éramos bastane reacios”.

Su última aventura la protagoniza el 500º aniversario de la expedición de Magallanes y Elcano. La muestra quiere reconocer la labor de Magallanes y sus 265 hombres, de los que solo 18 regresaron con vida, y la del marino Elcano. Y el homenaje refleja la construcción de la nao Victoria, el paso del estrecho de Magallanes y la llegada de Elcano a Sevilla. Pero hay mucho más. “Me gusta mucho la de Sevilla, un diorama precioso. La batalla de Constantinopla, el estrecho de Magallanes, la batalla del Nilo... hay muchas. ¿De qué hijo hablarías mejor?”, pregunta José Luis Alba, presidente de la Asociación. Navarra no tiene costa, pero al Condestable le sobran mares.

A Alba siempre le ha gustado “hacer cosas con las manos. Mi padre era evanista y me inculcó el gusto por la madera”. Era de cajón que acabaría en la asociación, a la que se unió hace 30 años.

El presidente invita a todo aquel que le interese a formar parte de la Asociación Navarra de Modelismo Naval. Se reúnen martes y jueves (de 17.00 a 19.00 horas) en su local de la Rochapea, en la calle Las Provincias 5 bajo, esquina con Carriquiri. “Nos ayudamos todos a todos porque todo el mundo sabe algo que el otro puede que no. Y cualquiera puede hacerlo. Te tiene que gustar trabajar con las manos y los barcos, que es a lo que nos dedicamos”, dice.

Patxi Urbiola es la prueba de que no es necesario conocimiento previo para liarse con los barcos. Su único contacto con el modelismo naval era la maqueta de un ballenero que le regalaron sus hijos. Y estuvo años encima de un armario. “Cuando me jubilé, un día lo cogí. ¿A ver qué es esto? Empecé, empecé... No tenía ni idea de nada, pero lo monté”. Después fue a ver una exposición “empecé a hablar con ellos y entré”. La afición le viene bien “porque tienes muchas horas libres cuando te jubilas. Y estar ocupado, incluso tener problemas que hay que resolver, te hacen moverte. Yo he trabajado poco, he hecho pocos barcos. Aunque ya tengo una cuadrilla”, considera.

“Necesitamos gente con ganas. Nada más. La política y el fútbol lo dejamos al margen. Cada uno que opine lo que quiera, pero aquí no. Hablamos de modelismo naval, de historia, de cómo iban los barcos... y así todos nos llevamos bien”, retoma José Luis. Así seguirán “mientras nos dure la aficion y tengamos manos que podamos usar”, finaliza.

“Hay que tener un poquitín de maña, conocer los materiales, saber utilizar las herramientas y tener rigor histórico”

Asociación Navarra de Modelismo Naval