Después de que el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona declinara actuar tal y como le solicitaban, trabajadores de la residencia geriátrica de El Vergel presentaron ayer ante el Defensor del Pueblo, Francisco Javier Enériz, una queja para que resuelva el problema de las “dobles filas” en la Vuelta de Aranzadi a la hora de la recogida del alumnado de El Redín, una circunstancia que pone el riesgo la salida del geriátrico en caso de emergencia.

Nekane Sánchez y Marijo Fernández, en representación de las trabajadoras, solicitan su “intervención como Defensor del Pueblo” de cara a “mediar y poder solucionar este problema”. También un familiar de un residente, Mikel Auza, presentó ayer una instancia pidiendo amparo, por el riesgo que sufre al tener que pasear a su padre en silla de ruedas por la calzada entre vehículos en doble fila.

Las trabajadoras muestran su “preocupación” sobre las “situaciones de peligro” que “se viven los días laborables”, sobre las 15.00, “a la entrada de nuestro centro” y todo ello “provocado por la larga hilera de vehículos” que acuden a recoger al alumnado, que aparcan “sobre raya amarilla, obstaculizando la entrada y salida” al geriátrico, tanto de “coches particulares”, como “de reparto” y “lo que es más grave también el acceso urgente de ambulancias”. Las representantes recuerdan que, aunque la Policía Municipal regula el tráfico “a la salida escolar”, no así “el acceso a la puerta de la residencia”, pudiendo darse el caso de que “en la salida de una ambulancia” se encuentre el carril derecho “colapsado de coches y peatones”. Su propuesta de solución es clara: “Que los coches de El Redín aparquen de la puerta de la residencia a la derecha, dejando la carretera y la acera de la parte izquierda libres”, y que “pongan un paso de cebra en la salida peatonal” de El Vergel.