Los grupos municipales de EH Bildu y Geroa Bai se quedaron ayer solos en la defensa de la gestión directa del servicio de atención a domicilio (EMAD), que fue municipalizado en la pasada legislatura, frente a las críticas de Navarra Suma y PSN, que lo consideran caro y poco rentable.

El asunto fue debatido ayer en la Comisión de Asuntos Ciudadanos tras una iniciativa de EH Bildu que constaba de 3 puntos. Dos de ellos resultaron aprobados con el voto a favor de los socialistas y de Geroa Bai, mientras que Navarra Suma se abstuvo.

En el primer punto aprobado, el Ayuntamiento de Pamplona “defiende rotundamente el mantenimiento del carácter público del Servicio de Atención Domiciliaria y se compromete a supeditar cualquier cambio en el modelo de gestión del EMAD a la mejora de la calidad de la atención y de los servicios que actualmente se ofrecen”.

En el segundo punto el gobierno municipal se compromete a garantizar la plena transparencia del proceso de revisión del modelo de gestión del EMAD, así como la participación, la aportación y la escucha de los profesionales y las personas usuarias, como condición indispensable para acometer cualquier cambio.

El punto rechazado hacía alusión al compromiso para respetar o mejorar las condiciones laborables adquiridas por el personal del servicio, unas 200 personas, en su mayoría mujeres. Votaron en contra Navarra Suma y PSN.

La sesión comenzó con la intervención con una trabajadora del servicio, Blanca Elizaga, que hizo un recorrido histórico por la atención domiciliaria desde que el Ayuntamiento asumió el servicio (2008) hasta que el cuatripartito lo remunicipalizó en 2017 después de que se hubiera privatizado parcialmente con los gobiernos de UPN. En ese sentido, destacó la mejora de las condiciones de las trabajadores y el temor a que Navarra Suma vuelva a plantear la privatización parcial o total del servicio.

La concejala delegada de Servicios Sociales María Caballero señaló que los cambios introducidos en la anterior legislatura han supuesto un gasto anual de 2 millones de euros y una reducción de los servicios prestados. En la misma línea se manifestó la socialista Maite Esporrín, que calificó la remunicipalización como la “chapuza de Asiron y Eguino”. Eva Aranguren (Bildu) y Patxi Leuza (Geroa Bai) defendieron la gestión directa del servicio.