¿Era necesario suprimir el servicio de infancia que varias asociaciones llevaban realizando en 8 barrios desde hace años y con buenos resultados?

-Sí que era necesario dar una vuelta al servicio de infancia y aunque se habla de buenos resultados, la verdad es que no está contrastado ni documentado en el Ayuntamiento. Era un servicio que no alcanzaba para lo que establece la Carta de Servicios Sociales que se ha aprobado después, que nos exige unos servicios que no se prestaban y con una cobertura a toda la ciudad, que tampoco se daba. Sólo había en 8 barrios y tampoco llevaban tantos años. Durante muchos años estuvo en 5 barrios y se amplió en la pasada legislatura.

¿No habría bastado con ampliar el servicio a los barrios donde no se ofrecía o ampliar las actividades que faltaban en vez de prescindir

-Se podía haber planteado, pero lo que no puede ser es que un servicio así se divida y se trocee. El servicio de infancia tiene que ser el servicio municipal de infancia, no puede haber 8 ó 13 servicios, uno en cada barrio. Eso no sucede en ningún sitio. Nos encontramos con que había aprobado un Plan de Infancia, que nos exige una serie de compromisos y crear varios órganos. La cartera de servicios sociales exige que cumplamos una serie de prestaciones y con lo que había sólo dábamos cumplimiento a dos o tres. Nos faltaba por trabajar todo lo relativo a la parentalidad positiva, a la sensibilidad, los órganos de participación y sobre todo nos importa el trabajo de los preventivos, pero desde un prisma municipal.

¿Tenían decidido de antemano crear una nueva estructura después de comprobar que el cuatripartito había regularizado la situación de las 8 asociaciones al acabar la pasada legislatura?

-Esta pregunta la deberían responder los miembros del cuatripartito y explicar por qué, deprisa y corriendo, formalizaron los 8 contratos mediante unos pliegos que no abarcan lo que se supone que ahora están defendiendo que hacen. Son unos pliegos que se limitan a actividades de ocio y tiempo libre y eso es lo que ha dado problemas en la situación de pandemia, porque sus actuaciones no estaban protegidas por ningún decreto ni estaban declaradas esenciales. Eran unos pliegos de contratos totalmente preparados que se hicieron para lo que querían, para que fuesen adjudicados a las 8 asociaciones con contratos ad hoc. Lo que dije desde el principio es que íbamos a darle una vuelta al servicio y que si estos pliegos y estos contratos no servían haríamos otros.

Al final ha sucedido lo que algunos ya pronosticaron que pasaría y los equipos preventivos ya están fuera.

-Quiero recordar que se les renovó el año pasado. Yo firmé la renovación para 2020, pero lo que ha sucedido este año nos ha permitido ver las carencia que tenemos como Ayuntamiento en infancia. Nos hemos dado cuenta de que en un momento determinado no teníamos, al carecer de un servicio propio, rapidez en la respuesta ni la posibilidad de introducir cambios en las prestaciones, como hicimos en las escuelas infantiles, moviendo al personal según las nuevas necesidades; como con el albergue o con los mayores, cambiando el sistema de atención a domicilio. Todo esto se puede llevar a cabo si se hace desde dentro, pero los problemas que nos dieron los adjudicatarios del servicio para aceptar los cambios nos permitió ver que estábamos cojos y desde luego que no podíamos prorrogar los contratos en esos términos.

¿Supone un cambio de enfoque del servicio de infancia?

-Creemos que la infancia necesita de un esfuerzo importante de la administración para ponerla al nivel que otros servicios municipales. Nosotros, que no somos muy dados a engrandecer la administración tontamente creando estructuras, creemos que en este tema sí era importante meterlo dentro de la organización de servicios sociales y acción comunitaria como un servicio propio.

Esas 8 asociaciones disponían de un alto número de voluntarios, ¿los dan también por perdidos?

-¡Cómo se van a dar por perdidos! A las personas que tienen voluntad de ayudar y colaborar por la infancia nadie les va a prohibir que sigan haciéndolo. Es que los voluntarios no eran propiedad de ninguna asociación. Aquí hay muchos voluntarios y se supone que lo hacen por los niños, no por las asociaciones. Si queremos ayudar a la infancia tendremos que ponernos a disposición del servicio que lo presta. Estamos abiertos a acoger a todos los voluntarios y también a las entidades, porque dentro de las líneas de nuestro servicio hay una línea específica para el fomento del asociacionismo y para sus actividades, que sin duda son interesantes para la ciudad.

¿Es que piensan contar con las asociaciones que no quisieron renovar para las actividades que se van a desarrollar en los barrios?

-Con contratos no. Sería con una línea subvenciones y ya tenemos preparada una partida para que se puedan acoger las asociaciones que realicen actividades en barrios, con menores o que redunden en beneficio de la infancia.

¿El cambio de modelo provocó que el servicio quedara mermado durante algunas semanas?

-Creo que no. Lógicamente siempre que hay cambios se requiere un margen, pero ha sido en un tiempo récord. Antes de que terminaran hicimos la contratación del equipo motor y de la coordinación. Se contrató toda la estructura para el 1 de enero y se ha empezado dentro de los cauces normales. Es verdad que todavía no hemos hecho una campaña publicitaria sobre el nuevo servicio y ahora lo estamos dando a conocer en los colegios. No ha habido en ningún momento carencias y todos están atendidos. Las asociaciones que tenían programación pueden seguir haciéndolas según la voluntad de cada asociación.

Lo que resulta evidente es que esa estructura recién creada en su área no puede ofrecer el servicio que daban anteriormente las asociaciones, aunque sólo sea por el número de personas y voluntarios que estaban implicados.

-Es que no tengo constancia del número de voluntarios que había, esas son cosas que dicen, ni se habla de los voluntarios con los que cuenta el programa Coworkids, que es más amplio que los titulares del servicio. Se va a poder dar el servicio y lo estamos haciendo. Lo que sí tenemos garantizado es que por primera vez va a haber en todos los barrios actividades para un seguimiento de la infancia y habrá actividades de ocio de carácter universal, porque entendemos que los niños no pueden estar únicamente en sus barrios, tienen que salir y conocer a otros niños de la ciudad.

¿Puede dar alguna cifra del servicio que se presta actualmente?

-La verdad es que está teniendo muy buen aceptación. En este momento, y sin haber hecho ninguna campaña de comunicación, estamos con más de 400 menores apuntados y realizando actividades. Hemos tenido que desdoblar el ajedrez porque tiene mucha aceptación y es una actividad muy valiosa para los menores a nivel pedagógico; y hay otras actividades como piragüismo que también están teniendo muy buena acogida.

¿Han tenido rechazo al nuevo programa en algunos barrios?

-Sí, pero yo no hablaría de rechazo; lo que estamos encontrando es boicot y frentismo. Hemos tenido unas campañas en contra muy agresivas. Nos están rompiendo los carteles y tratan de boicotear nuestras actuaciones. Es así. No hay ninguna colaboración.

¿Sucede en todos los barrios?

-Con determinadas asociaciones está pasando. En los barrios el servicio está funcionando, porque ofrecemos un servicio que está dirigido a los menores y a las familias. Hay que dar un buen servicio y esos niños no son propiedad de nadie, son de sus padres, y el Ayuntamiento tiene que ofrecer un buen servicio.

¿Que hayan elegido como coordinadora a una persona que procede de una asociación ultraconservadora como Fabre y a una pedagoga que es del PP no indica la tendencia ideológica del programa Coworkids?

-Por dejar las cosas claras: a la pedagoga no la hemos elegido, hacía falta y se ha llamado mediante las listas de contratación. Quedó la primera y pudo elegir, porque ella ya estaba trabajando en el Ayuntamiento. Le ofrecían un contrato mejor y lo ha cogido. Yo no tenía ni idea y ha coincidido que es así, como que una técnica que tengo en el área está en las listas de EH Bildu. Aquí la gente tiene la libertad para militar donde quiera, pero otra cosa es dónde trabaja. La única elección ha sido la coordinadora, pero no se la ha sido elegido por ser de Fabre, sino por ser una persona reconocida por más de 50 entidades, a la que habían escogido para presidir la coordinadora de las ong de cooperación. Su currículum es muy bueno y nos pareció una persona valiosa.

Algunos de los posicionamientos de esta fundación son más que cuestionables.

-Ella era una trabajadora que estaba empleada en una fundación, que yo no voy a criticar ni a decir las barbaridades que han dicho sobre dicha asociación. No conocía la fundación ni su actividad hasta que la han mencionado los medios y las personas que han querido ponerla en el disparadero. Han sido unas críticas muy dirigidas y con ganas de hacer daño. Eso es lo que he denunciado y así se lo he dicho a Bildu y a otras formaciones. Tienen que poner ya un poco de orden en las críticas.

EH Bildu ha insinuado que usted tiene intereses, a través de un familiar, en una empresa dedicada a estos fines. Han llegado a hablar de un presunto caso de corrupción

-Es una muestra más de hasta dónde están dispuestos a llegar en su crítica. No tiene ningún sentido, no hay absolutamente ninguna contratación hecha en este programa. Ninguna. Solo lo han dicho públicamente, a mí personalmente no me han acusado de nada, ni en comisiones ni en plenos porque no tienen nada, sólo quieren hacer daño. No tengo nada que decir. El que quiera meterse conmigo que me lleve a los tribunales o que me diga algo claramente para que pueda contestar. Lo que está demostrando el grado de las críticas de Bildu es el interés que tenían porque siguieran determinadas personas que formaban parte de esas entidades. Esas sí que eran de sus listas electorales y lo puedo decir con nombres y apellidos, personas de esos equipos a los que favorecieron con contratos firmados el último día de la legislatura de Asiron.