Mujeres la mayoría de ellas, pacientes a pesar de lo que muchas veces aguantan. Y eso que resulta vergonzoso cómo les tratan algunas personas: "Hay más de una que te dice: '¡Dále un repaso, que voy a entrar!' Como si fueras su sirvienta", narra Perla Mayayo. Aún hay más: ¿Alguien soportaría que llegara el meón de turno y te dijera: '¡Que yo te pago el sueldo!', tan solo porque es un servicio municipal? Pues esto ocurre y de forma frecuente en los WC de Sarasate o de la Plaza del Castillo, por citar algún ejemplo de los diez baños públicos de la ciudad.

Perla Mayayo, balleta en mano, ante los lavabos (uno de ellos inutilizado por el covid), junto a una usuaria.

La tarea diaria de las mujeres que limpian los urinarios municipales ha protagonizado pocas veces las páginas de los periódicos. Es una realidad que la mayoría no quiere ver. Pero ahora estas profesionales de la limpieza se han visto tristemente delante de la opinión pública, porque temen que se vayan a quedar sin trabajo a medio plazo: "Tienes un trabajo indefinido y te paga el Ayuntamiento. ¿Quién puede tener miedo? Pues nosotras en este momento lo tenemos".

Quien habla es Mari Carmen Romero, la más veterana de los baños públicos de Pamplona. Empezó en los urinarios de Sarasate unos Sanfermines: "Llevo 25 años y es el único dinero que entra en casa", dice. Toda una vida, pero nunca tan mal como ahora. La situación del servicio es delicada. La subcontrata les gira las nóminas tarde (cobraron marzo el 29 de abril) y a eso se suma la incertidumbre de qué va a pasar en los próximos años con sus empleos: "El Ayuntamiento ya ha anunciado que su idea es cerrarlos poco a poco y sustituirlos por autolimpiables". Según han sabido, "quieren empezar por los de Sarasate y cerrarlos ya este verano". Las obras de reurbanización en este paseo van a conllevar, según sospechan, la desaparición de los urinarios subterráneos, que serán sustituidos por autolimpiables. De hecho, la licitación de los baños para 2021 excluye este año Sarasate, que se saca a otro concurso.

Con esta incertidumbre, siguen trabajando cada día. 40 horas semanales y, el sábado, turnos muy duros de 10 horas seguidas. Otra veterana de los baños, Perla Mayayo, delegada sindical de LAB, lleva 17 años en el servicio y, a pesar de momentos críticos que reconoce haber vivido, afirma que "me gustaría jubilarme aquí", porque "¿quién me va a coger a los 56 años?". En la actualidad, hay una veintena de personas en la plantilla de los baños públicos, a las que la contrata que se adjudica la gestión tiene obligado subrogar.

Condiciones de trabajo

"Hay gente que entra al baño, pero luego defeca y orina en el suelo"

La mayoría de las limpiadoras de WC comenzó en época de Sanfermines, reforzando el servicio, y años después, como Mayayo, se quedó fija: "Yo solo pido al Ayuntamiento que nos dé un poco de estabilidad laboral y, a la gente, pues que sea más respetuosa". Porque, sin entrar en muchos detalles que puedan herir sensibilidades, hay usuarios que acceden a los baños y orinan o defecan fuera de la taza, o en el recipiente de la escobilla, porque les da la gana, los que realizan pinturas en las paredes con sus restos, y quienes echan latas, ramas o lo que pillan con el objetivo de cegarlos. "Te encuentras de todo, pero no puedes más que poner buena cara y seguir adelante", reconoce Perla. En casos, la realidad les pasa factura: "Yo me tuve que coger la baja por una depresión", explica Teresa González. Porque a lo duro de su trabajo, se suma ahora la incertidumbre de cuándo les llegará la nómina: "Venimos aguantando retrasos desde septiembre de 2017, aproximadamente. Y, mientras, perdemos dinero, porque tenemos que pagar los intereses de las letras nos siguen llegando. ¿Esto quién nos lo va a pagar?".

Entre uso y uso, dando un repaso para garantizar la desinfección.

Este mes de mayo comenzaría el nuevo contrato de gestión, y aún desconocen la empresa que saldrá. "Pilar Moreno lleva 25 años; no sabemos si se ha presentado de nuevo", indica Romero. Son muy críticas con los problemas de la nómina de los últimos meses, pero también destacan que la adjudicataria se ha portado bien con ellas: "Hay que reconocer que siempre ha respetado las bajas y que en su día hizo rotación para que no hubiera despidos", indica Romero. Teresa González añade que "se ha portado de maravilla". González lleva 13 años en los WC: "He ido pasando por todos: por las duchas de la calle Eslava, por Sarasate, ahora estoy en Antoniutti..., pero me quedo con los de la plaza de la Cruz, la gente es muy amable".

EN PANDEMIA

"No nos han dado ni mascarillas ni nos han vacunado"

Poca gente sabe que los baños públicos estuvieron abiertos en el confinamiento. "Estábamos con la puerta cerrada para los policías, los chóferes de la villavesa, repartidores...", recuerdan. Se jugaron, como otras profesiones de primera línea, el tipo, y solo recibieron una pantalla y una mascarilla de tela "hace ya un año". Hasta ahora: "No tenemos ni gel hidroalcohólico para el público, las mascarillas nos las pagamos nosotras y tampoco entramos en los profesionales vacunados. ¿Es esto justo?", se pregunta Mari Carmen Romero. Perla Mayayo añade que la suya sí que es una profesión de riesgo, que mientras están repasando un urinario, "te viene uno casi encima y se pone a mear. No respetan la distancia". Eso, junto a todos los orines, deshechos y demás restos orgánicos que tienen que retirar de continuo. ¿No es esta una profesión de riesgo?

EL FUTURO

"Pamplona es un ejemplo en baños públicos. ¿Se lo van a cargar?"

"Hace 4 años ya venimos escuchando que quieren poner cabinas autolimpiables por todo", pero "contamos con el apoyo de la ciudadanía y se quedó la cosa ahí", recuerda Mari Carmen Romero. "Pero ahora vuelve de nuevo el tema". Perla Mayayo reconoce que "los baños son obsoletos en materia de accesibilidad", pero "en vez de arreglarlos y apostar por la mejora del servicio, es más fácil cerrar y poner cabinas de estas". Autolimpiables que "para personas mayores son difíciles de entender" y que "resultan peligrosos en momentos de apuro". Más aún, "¿dónde queda la labor que hacemos nosotras? Porque nos ha tocado más de una vez atender a personas mayores que se han hecho todo encima, gente que se ha caído o se ha desmayado y les hemos metido a el cuartito... En todo momento estás ahí". Perla Mayayo va más allá: "Pamplona es un ejemplo de baños públicos a nivel de toda Europa. ¿Y esto se lo van a cargar? La ciudadanía se les va a echar encima". El plazo de presentación de ofertas del concurso para la gestión de los baños públicos desde mayo de 2021 a abril de 2022 ya ha concluido, y el Ayuntamiento prevé un gasto de 1.030.563,04 euros para un año.

LA HISTORIA

El arquitecto Serapio Esparza diseñó los de Sarasate en 1921

Los baños públicos salen a la palestra en el año en que se cumple un siglo desde que el arquitecto municipal Serapio Esparza diseñara los de Sarasate, en 1921, aunque siglos atrás ya hubo casas de baños en Mañueta, Calderería y Vínculo. En 1929 se inauguraron los de la Plaza del Castillo, y en 1938-39, los del Paraguas, diseño de Víctor Eúsa. Los de Media Luna datan de 1949.

Los aseos del paseo de Sarasate tienen ya un siglo de vida y parece que los días contados.

De Interés

* 10 baños públicos y la Casa de Baños. Pamplona cuenta con una gran red de baños públicos: Antoniutti, Sarasate, Plaza de Castillo, plaza de la Cruz, Media Luna, Parque del Mundo, Ciudadela, plaza de los Fueros, Bosquecillo, y la Casa de Baños de la calle Eslava. A estos se suma el domingo, uno en Landaben.

La actividad

5.000 usuarios al día: en plaza del castillo 473.000 al año

Al año los baños públicos de Pamplona registran 1,8 millones de usos, lo que supone unos 5.000 diarios, según datos del Ayuntamiento. Plaza del Castillo, al año registra 473.000.

LA FRASE

"Si se decide cerrar los baños públicos la ciudadanía se les va a echar encima"

Perla Mayayo

Limpiadora WC Bosquecillo