La temperatura y la humedad han sido las adecuadas y la cosecha de manzanas, defienden los sidereros, ha sido de calidad. "Algo bueno tenía que pasar dentro de lo malo", afirmó Joaquín Ramírez, encargado de la sidrería Martintxo, de Cizur Menor, que cuenta con 44 años de experiencia a sus espaldas. Ayer, como marca la tradición, se sumó a la apertura de la temporada de sidra, que será ligeramente diferente debido a las modificaciones sanitarias establecidas: mesas de diez personas, sin txotx y separaciones. Sin embargo, el Martintxo se adecuó bien a la situación pese a las dificultades que sufre todo el sector hostelero.

Para disfrutar de la temporada de sidra recién comenzada, las sidrerías deben cumplir una serie de medidas preventivas en vigor hasta el 31 de enero. No estará permitido realizar el txotx tradicional en las kupelas, los comensales deberán llenar sus vasos o jarras para consumir la sidra sentados en las mesas que les correspondan. El horario de cierre se adelanta a las 1.00 horas y el aforo completo no está permitido.

El encargado del Martintxo, Joaquín Ramírez, habló al respecto de las medidas que tomó la sidrería: "Hemos empezado con las anomalías que tenemos todos con el covid, con muchos menos clientes. Tenemos las mesas de máximo diez comensales y separación entre ellos, no se consume en barra y lo más importante, también medimos el aire. Para eso somos bastante estrictos", puntualizó Ramírez.

Además, comentó que "la sidra tiene bastante aceptación, porque aquí somos muy higiénicos. Tenemos los geles, los vasos aparte y todo preparado para que esto funcione bien. Si ven que la cosa está controlada, la gente viene igual. Como tampoco tenemos más que una kupela, hemos adecuado todo bien y yo creo que la gente lo acepta y le gusta", explicó.

Sin embargo, subrayó que la covid-19 afectó mucho al establecimiento comparando con otros años. "Ha habido mucha diferencia, sobre todo en que ha venido mucha menos gente. Entre 2020 y 2021 cerramos más de 87 días y al final se nota mucho que estamos al 50%. Esto ha pegado demasiado fuerte; a ver si nos recuperamos y esperamos que este año sea el bueno", deseó Ramírez.

Los sidreros esperan con optimismo la finalización de las medidas y que el cambio suponga un alivio para las sidrerías, sobre todo respecto a la posibilidad de realizar el txotx tradicional de pie en torno a las kupelas. "Lo esperamos con muchas ganas. Será más sencillo, no tanto para nosotros sino sobre todo para los clientes. Ellos tienen miedo y preguntan si las normas se llevan a rajatabla. Como tenemos un local grande, lo que hacemos es poner mesas separadas, dejar espacio y así la gente se siente cómoda", comentó Ramírez.

Sobre el espíritu de la sidrería, opinó que "las restricciones no afectan al sitio, le quitan el espíritu a la gente, las ganas, la ilusión. Lo que es la sidrería siempre está ahí, claro que no va bien con las restricciones, pero lo más importante y destacable es que la gente pide seguridad y aquí la tiene", añadió. El establecimiento ofrece una dinámica de diferentes días en los que ofrecen distintas cosas, "para animar un poco a la gente". También cuentan con sidra asturiana, "y un poco de todo", para que la gente a la que de verdad le gusta la sidra tenga dónde elegir.

Por último habló sobre las expectativas que tiene el local respecto al año 2022: "A peor no puede ir. Yo creo que hemos pasado lo peor, hemos tocado fondo y lo que venga tiene que ser bueno. Esperamos que sea así".