La vocación, el compañerismo y la pasión por la música han hecho que Lodosa a Capela, un grupo que nació hace diez años, siga hoy al pie del cañón. De la mano de Merche Roldán, lodosana que cuenta con el Grado en Musicología y un máster en Musicoterapia entre otros estudios, surgió esta agrupación que en la actualidad sigue escribiendo las hojas de su historia.

Los primeros pasos, cuenta Roldán, los dieron unos 25 vecinos y, aunque el conjunto llegó a tener hasta 42 miembros, de unos años a esta parte se mantienen en torno a 30 personas divididas en cuatro voces: sopranos, contraltos, tenores y bajos.

"Una vez formado el grupo y, tras ver los resultados tan buenos y tan rápidos, el impulso vino solo. La gente estaba encantada; es increíble escuchar a un coro que viene de la nada y formar parte de un conjunto así si nunca antes habías cantado a cuatro voces. El buen humor y el buen hacer de todos y todas las componentes de Lodosa a Capela en estos 10 años ha sido de agradecer. No es fácil estar y mantener un grupo de estas características donde todos tenemos nuestros trabajos, nuestras preocupaciones diarias y nuestras familias, así que es de admirar el resultado", explica Merche.

Entre las citas a las que nunca faltan están los conciertos de primavera en mayo o junio y el de la residencia de ancianos, así como una actuación el día de Navarra y otra en Navidad. "Sin embargo, poco a poco se han ido sumando otras celebraciones como la misa de Semana Santa, la entrega de premios del certamen de poesía de Lodosa, los villancicos por la calle a los que llamamos 'Capeleo', así como salidas a otros sitios como Sartaguda, Mendavia, Sesma, Cárcar, Andosilla, Zaragoza, Pamplona, San Sebastián o Madrid".

La pandemia, apunta, "nos cortó las alas, nos dejó paralizados", pero este mismo mes esperan retomar los ensayos. "De momento quedaremos en un salón más amplio y con mascarillas, claro. Creo que no nos va a costar volver porque todos tenemos muchas ganas de juntarnos y de cantar".

Hasta este obligado parón ensayaban los miércoles y sábados de 20.00 a 21.00 horas "por cuerdas, para estudiar la nueva partitura, o todos juntos, para repasar las melodías. Les reparto la partitura de su voz y un audio o midi con lo que tienen que cantar. Primero se reúnen solas las cuerdas y, una vez aprendida su parte, nos juntamos todos y es maravilloso, la verdad".

Y es que, aunque a veces puede resultar sacrificado, el resultado que ven tras hacer algo que les gusta y apasiona "nos sigue motivando. Sin olvidarnos de la compañía que tenemos; al final hemos conseguido formar una gran familia".

Ahora mismo, insiste Roldán, "estando el grupo al completo no se echan en falta voces, pero es raro el día que estamos todos porque hay otros compromisos y la asistencia no es obligatoria, por lo que siempre son necesarias más voces. De hecho, cuanto mayor sea el grupo, mejores serán los resultados en todos los sentidos".

Pequeño acto

El pasado mes de septiembre hicieron un sencillo acto para conmemorar esta fecha; el auditorio de la casa de cultura acogió una breve presentación del grupo y proyectaron una película homenaje que ha hecho Álex González, tenor del conjunto lodosano. En ella aparecen personas vinculadas a diversas agrupaciones felicitando a Lodosa a Capela: el director del Orfeón Pamplonés, la presidenta del hogar navarro en Madrid, la directora de la escuela de música de Lodosa, y directores de varios coros, entre otros.

De acuerdo con Merche, la idea es poder celebrar esta efeméride con otro acto, "con un concierto para que la gente pueda disfrutarlo", aunque la fecha aún está por determinar. "En el momento en que retomemos las buenas costumbres de los ensayos y nos pongamos un poco al día con las canciones tenemos varios conciertos pendientes; Alcanadre nos espera en cuanto les digamos, prepararemos el Día de Navarra para cantar una misa, y ya pondremos la mira en Navidad".

Futuro asegurado

Roldán, que echa la vista atrás, cree que no puede quedarse con un solo momento de estos diez años vividos en Lodosa a Capela, sino que son innumerables; "los estrenos fueron muy emocionantes, cantar en lugares con buena acústica nos ha dado mucha vida, y recordar a mi familia después de cualquier concierto era muy gratificante. Quizás la canción más dura que hemos cantado, por la dificultad de las cuerdas, por lo larga que es y porque tiene mucha variedad de sonidos, ha sido Bohemian Rhapsody, pero hasta que no la cantamos no paré. También cantar Sicut Cervus, en lugares con buena acústica como en alguna iglesia con la emotividad y espiritualidad del momento fue muy emocionante. Aunque si una pieza nos ha hecho llorar de emoción a la mayoría del grupo esa ha sido Xalbadorren Heriotzean de Xabier LeteXalbadorren Heriotzean".

Por último, y en cuanto al relevo generacional del conjunto lodosano, apunta Merche que también dirige a Lodosa a Capela txiki, "tiene cuerda para rato, es un grupo bastante joven, así que el relevo, aunque tarde en llegar no nos da miedo. Eso sí, desde aquí animo a todos y todas las que sintáis algo por la música, os guste cantar o tengáis algo de sentido musical, a que vengáis a este grupo familiar de música que es Lodosa a Capela. El llamamiento no es solo para Lodosa; en el grupo hay gente de Sartaguda, Sesma, Alcanadre y Cárcar, así que, ¿por qué no? Venid a cantar".