- No hay virus, estado de alarma o confinamiento que pueda con las ganas y la ilusión de los niños y niñas de Lodosa a Capela Txiki, un grupo de unos 32 componentes que, al suspenderse los ensayos de los sábados, ha decidido seguir cantando en sus correspondientes casas para no perder el tono ni el ritmo de trabajo.

Merche Roldán es la directora y asegura que lo primero que pensó una vez que el tema se complicó fue que los txikis “no tenían que dejar su actividad y su rutina; en su cabeza los sábados a las 12.15 horas tienen Capela por lo que decidí organizarlo de diferente manera. Es mucho más triste, pero ahora que se saben las letras y los pasos los pueden ensayar en sus casas sin problema”.

El primer sábado de cuarentena, Merche agarró su guitarra e hicieron una quedada por videollamada. En ella participaron unos 12 peques pero “fue una locura porque claro, ahí tienen que estar callados para que nos escuchemos y es muy difícil”. Por este motivo, han cambiado la dinámica y han decidido que cada uno ensaye en su casa siguiendo unas directrices.

“Ellos ya saben que los 10 primeros minutos son de relajación y les he pasado unos vídeos para que los sigan, después toca hacer vocalización otros diez minutos, que creo que estando solos lo hacen mejor porque no les da la risa, y ya llega la hora de cantar las canciones que tenemos. Hay unas seis o siete que estábamos montando y también repasan alguna vieja. Para acabar, los últimos 10 minutos son libres, como en clase, y pueden cantar lo que quieran”.

Merche suele hablar con los padres para ver qué tal van los peques y asegura que “lo están llevando a raja tabla, está muy bien para que no se les vayan las rutinas”. Aunque ahora van a seguir con esta forma de trabajo, la idea de Roldán es organizar pequeños grupos, por edades, para hacer una videollamada y poder ensayar juntos. De momento, reitera la directora, van a mantenerse al pie del cañón para poder ofrecer un concierto de fin de curso, “cuando sea posible”.

Los componentes de Lodosa a Capela Txiki echan mucho de menos los ensayos presenciales pero, aunque estén en casa, se muestran muy optimistas ante la idea de volver a reunirse.

Por ejemplo, en casa de los hermanos Elena y Eduardo Mateo “la música campa a sus anchas y cantan en cualquier momento”, mientras que Gimena Corrales asegura que “lo estoy pasando muy bien, estoy entretenida haciendo la tarea, dibujando, hablando con mis amigas por videoconferencia y, además, cantando las canciones, que son muy divertidas”.

Xavier González y Mario Larrainzar, dos de los más txikis, afirman que la música les da mucha alegría porque, además, les anima a bailar aunque tienen “muchísimas ganas de estar todos juntos y pasarlo bien porque nos reímos mucho”. Yara Royo, que está llevando la cuarentena bien aunque a veces se aburre un poco, explica que “ensayo dos días a la semana en mi salón y tengo ganas de volver a ensayar todos juntos, porque la canción es para un coro y yo no puedo cantarla así”, mientras que Leire Remírez apunta que “lo estoy llevando bien, aunque un poco agobiada con tanta tarea online. Para relajarme en los ratos libres ensayo con los instrumentos y canto las canciones de Capela”, confiesa.

Irati Méndez, otra de las integrantes del grupo, ensaya los sábados, a la hora de costumbre, para simular que está en el aula aunque le “encantaría volver a estar en clase porque no es lo mismo ensayar sola que estar con más gente”. Del mismo parecer es Nora Pinillos, que también le dedica un rato a cantar los sábados: “Me pongo en mi habitación con los cascos y las partituras, y canto”.

Y por último, las hermanas Noa y Nira Molinet decían que “tenemos muchas ganas de volver a ensayar juntos porque eso significa que va a volver todo a la normalidad”. En este caso, Noa desvelaba que “cuando estoy estudiando paro un poco y canto alguna canción”, mientras que Nira espera a haber terminado la tarea “y salgo a la terraza a ensayar”.

Desde hace cuatro años (este sería el quinto) organizan una gran quedada en mayo con los diferentes centros educativos de la localidad para cantar todos juntos; también participan familiares, docentes, el centro de salud, Cruz Roja y, en ocasiones, han acudido incluso los bomberos o los gigantes.

En esta ocasión, explica Merche, como va a ser imposible preparar algo y reunirse como en anteriores ediciones, la idea que han propuesto es la de cantar los fines de semana al unísono, y desde los balcones, las letras que se aprendieron con anterioridad. El objetivo es, además, implicar al resto de vecinos; que se animen y participen.

Por último, los ensayos tampoco han cesado en el grupo de adultos de Lodosa a Capela y, de acuerdo con Merche, “han hecho grupos por cuerdas y ellos quedan, se llaman y cantan”. Entre los imprevistos que ha provocado esta situación está la cancelación del concierto de Semana Santa y la misa cantada en la que iban a participar.

“Tengo muchísimas ganas de volver a clase porque no es lo mismo ensayar sola”

Integrante Lodosa Capela Txiki