altsasu - La plantilla de la Clínica Josefina Arregui, en torno a medio centenar de trabajadores y trabajadoras, alerta de “la grave situación que llevamos arrastrando durante años y que se ha visto agravada en los últimos años”, según señalan desde el comité de empresa, con tres delegados de ELA.

“La Clínica Josefina Arregui ha ido sobreviviendo con un concierto económico que siempre ha sido insuficiente, y nos hemos podido mantener gracias a las aportaciones de entidades de diverso tipo”, destaca Esther Gasanz, presidenta del comité. No obstante, asegura que éstas disminuyeron de forma drástica por el anuncio en 2016 del Gobierno de Navarra de que había aprobado y concedido una partida de dinero de 250.000 euros. “La noticia era cierta, se aprobó y se concedió. Pero a la clínica nunca ha llegado ese dinero. El Gobierno no cumplió”, denuncia.

Al respecto, desde el Patronato de la Fundación Felipe Lecea, órgano gestor de la clínica, explican que “hubo un problema de naturaleza técnica debido a la existencia de un concierto con el departamento de Salud”.

Así, los trabajadores y trabajadoras apuntan que “vivimos una situación de absoluta incertidumbre y preocupación por el futuro de la clínica Josefina Arregui y de nuestros puestos de trabajo”. Además, inciden en que parten de “unos salarios mínimos. Llevamos diez años con el salario congelado y, a pesar de ello, la situación económica de la clínica no es buena. Los números rojos nos persiguen día tras día en nuestro trabajo”. Lo cierto es que esta clínica, referente en el manejo y tratamiento de personas mayores con trastornos geriátricos, siempre ha estado en la cuerda floja, a merced de los conciertos con el Gobierno de Navarra.

“Con los escasos recursos materiales que tenemos y con nuestro esfuerzo, intentamos sacar adelante nuestro trabajo diario por el bienestar de los pacientes”. Asimismo, recuerdan que el centro tiene una larga lista de espera. “Es un dato significativo de que la clínica es un servicio indispensable para la sociedad navarra y por el que hay que luchar para que esta siga adelante”.

Por otro lado, recuerdan que el concierto actual con el Gobierno de Navarra ha expirado. “Nos encontramos en situación de prórroga, enriquecimiento injusto que se llama, a la espera de una nueva renovación que no termina de llegar, creando ese sentimiento de incertidumbre y preocupación al no saber cuál va a ser el futuro de esta clínica que tanto necesitan las familias aquejadas por este tipo de enfermedades y la sociedad navarra en general”, abundan.

El concierto, de cinco años para las 21 camas del hospital, expiró el pasado 31 de diciembre. En la actualidad se está negociando otro. Será un contrato según las indicaciones del departamento.