La feria de Altsasu volvió ayer a demostrar su tirón, con miles de personas que a pesar de la lluvia no se quisieron perder esta cita de origen ganadero con más de cuatro siglos de historia. El principal reclamo era el concurso caballar, el escaparate de los mejores ejemplares que hay en Sakana. Compitieron en ocho categorías. Una por una, los animales realizaron un paseíllo en la improvisada plaza que forma la intersección de las calles Zelai e Isidoro Melero, la zona cero ayer. Lo cierto es que cientos de personas apenas se movieron durante las más de dos horas que duró la pasarela, con ratos de sol, xiri miri y lluvia. “Mejor tiempo del que se esperaba”, apuntó el alcalde, Javier Ollo, que entregó buena parte de los premios ayer.

En total eran 70 ejemplares a concurso. Comenzó con las potras de un año para finalizar con los sementales, los más espectaculares. El mejor ayer fue Juliantxo, un ejemplar de 10 años y 900 kilogramos de peso. También hubo un premio especial para el mejor ejemplar de Altsasu. Fue Txato, de Alba y Alustiza.

“Ha venido ganado extraordinario. Hay mucha igualdad y ha sido difícil decidir”, señalaron Guillermo Pérez de Lezeta, técnico de Abere Coop, y el ganadero José Ángel Barberena, el jurado ayer. “Al ser un concurso morfológico, se mira sobre todo la armonía del animal; su aplomo, grupa, pecho y cabeza”, explicaron. Se repartieron 2.890 euros en premios además de trofeos y escarapelas. El hueco que dejó el ganado caballar en la calle El Ferial lo ocuparon vacas y ovejas.

La feria de Altsasu es también un gran mercado en el que se puede comprar de casi todo. Destacaban los productos agroalimentarios con más de 70 puestos repartidos entre Gartzia Ximenez y la plaza de Los Fueros. Asimismo, hubo exposición de herramientas y maquinaria en Santo Cristo de Otadia, artesanía y un mercadillo variado en Baratzako bide y feria de arte en Iortia. Tampoco faltó qué llevarse a la boca, con cinco puestos de talos así como otros dos de la comisión Pro-Carnaval, que pusieron a la venta pinchos de txistorra con vino.

EXPOSICIÓN MICOLÓGICA En este otoño seco, hasta ahora, la Asociación de Micología de Alsasua reunió ayer 240 especies en una exposición en El Lavadero. Boletus había pocos y ningún gorringo, amanita caesarea, la reina de las setas. “Este año se están viendo bastantes trompetas de la muerte, un nombre que nada tiene que ver con su identificación en latín. Craterellus cornucopioides, cuerno de la abundancia”, como apuntó Eladio Merchán, de la Asociación de Micología de Alsasua. Lo cierto es que su aspecto exterior no invita a llevarlas a la boca aunque según algunos, es una seta deliciosa. Como es habitual, junto a las setas y hongos había otra mesa con otras especies, no naturales pero también identificadas, que se encuentran en el monte, como latas, botellas, bolsas y paquetes de tabaco entre otros residuos.

Ayer también fue el Rally fotográfico de ferias, veterano concurso organizado por Altsasuko Mendigoizaleak que desde hace 34 años invita a mirar la feri a desde un visor. Participaron 32 aficionados.

Semental más de 5 años:

1. Patxi Legarra.

2. SAT González Percaz.

3. Patxi Agirre.

Semental 3-5 años:

1. Martín Ezkurdia.

2. José Ángel Rekalde.

3. Alba y Aluztiza.

Potro 2 años:

1. Juanito Aldaba.

2. José Javier Arraiza.

3. Juanito Aldaba.

Potro 1 año:

1. Fermín Uncilla.

2.. Martín Ezkurdia.

3. Patxi Legarra.

Yegua con cría:

1. SAT González Percaz.

2. José Ángel Recalde.

3. Xabier Bakaikoa.

Yegua sin cría:

1. Juanito Aldaba.

2. SAT González Percaz.

3. Javier Lanz.

Potra 2 años:

1. SAT González Percaz.

2. Javier Agirre.

3. Fermín Uncilla.

Potra 1 año:

1. José Ángel Recalde.

2. Juanito Aldaba.

3. Erkuden Gabari.

Mejor ejemplar de Altsasu: Txato, de Alba y Alustiza.