Un año más, las cofradías de San Antón de Urdiain y de Bakaiku se reunieron ayer para honrar a este santo. Si bien la celebración se traslada al fin de semana siguiente al 17 de enero y en el exterior de las iglesias no hay animales para bendecir, continúan vivas viejas costumbres de estas hermandades herederas del pasado arriero del valle de Burunda. Y es que el transporte de mercancías con mulas y machos entre el interior y la costa fue una actividad que aportó riqueza en el valle, sobre todo entre los siglos XVI y XIX.

Como manda la tradición, la jornada comenzó con misas al mediodía. De la de Urdiain salieron cantando la canción del santo. Después no faltaron las bendiciones lau haizetara y la foto de familia. Tras un almuerzo en la sociedad Tintiniturri los cofrades acudieron al auzo, donde el secretario, Miguel Ángel Zubiria, hizo balance del año, sin bajas y dos altas: Iván González y Alberto Aldaz. "Hay cierto movimiento. Parece que hay ganas en mantener esta tradición", apuntó Zubiria. En la actualidad son medio centenar de cofrades. Ayer también fue el relevo de mayordomos, encargados de organizar la fiesta. Así, Valentín Flores e Imanol Goikoetxea pasaron el testigo a Iñigo Etxeberria y Josu Lanas; un limosnero realizado a ganchillo y con colores republicanos y la bandera de San Antón.

En este encuentro de la cofradía de Urdiain no faltó una comida en la sociedad Aitziber que reunió a 40 comensales con una larga sobremesa animada por sonidos del acordeón. Las celebraciones continuaron con la visita a las casa de los mayordomos, una ronda que se ha reducido a la mitad tras suprimir las visitas a las casas de los mayordomos salientes.

Si bien la cofradía de Urdiain se fundó en 1691, ya existía antes. "A principios del siglo XVII se encargó una talla de San Antón", apuntó Zubiria, tomó el cargo de su tío y éste antes de su padre. Además, compartía apellido con el primer secretario Lope de Zubiría, tal y como recoge Nicolas Arbizu en su libro Arrieros-trajineros en la Burunda de Navarra. Precisamente, el próximo sábado se presentará este libro en Urdiain. Según se recoge, aquel primer secretario cobraba tres reales y el actual tres euros.

EN BAKAIKU De la cofradía de Bakaiku hay constancia de su existencia en 1716 en un libro que fue restaurado en la Biblioteca General de Navarra y escaneado hace cinco años, con motivo del 300 aniversario. También se cuida con mimo el libro actual, que se remonta, a 1858. Año a año, y con esmerada caligrafía se deja constancia de todo lo ocurrido en torno a la cofradía; altas y bajas, nombramientos de mayordomos y veleros, cuentas y otros hechos significativos.

Después de casi dos siglos de apuntar, ya solo quedan dos páginas. Por ello, se ha encargado un nuevo libro artesanal de tapas de cuero y papel especial, según apuntaron Roberto Ramos y Mario Gastaminza, mayordomo y velero respectivamente hasta ayer. El segundo pasó a ser mayordomo y entró un nuevo velero, Eduardo Urrestarazu. En las últimas anotaciones que han realizado hay tres bajas: Estanis Zelaia, Miguel Luis Ezkerra y Miguel Ondarra pero ninguna alta, con 93 cofrades en la actualidad. "Queremos animar a la juventud a que se apunte para mantener viva la cofradía", observaron. De veteranía pueden presumir, con un cofrade 99 años, José Barandiaran.

En las celebraciones de San Antón en Bakaiku tampoco faltó una comida que reunió a 45 comensales en la sociedad Bakarreko Etxea. Las conmemoraciones de San Antón continúan hoy en Iturmendi.