on el fin de impulsar el desarrollo local del valle, el Ayuntamiento de Larraun ha puesto en marcha Larraun, ura eta lurra, un proceso que se prolongará hasta diciembre. Arrancó este pasado viernes con una mesa redonda en la que se abordaron tres áreas: desarrollo socio-económico, desarrollo sociocultural y líneas de actuación de futuro. "Se centró en la importancia de que el desarrollo local consiga la centralidad de cara al futuro del valle", explica Josu Oreja, concejal de Desarrollo, quién destaca la alta participación. "Se llenó la casi totalidad del aforo permitido en época de coronavirus. Ello refleja la conexión existente en la acción del Ayuntamiento y los y las ciudadanas del valle", observa. Asimismo, se muestra satisfecho por las "grandísimas aportaciones" realizadas, tanto por parte de los ponentes como del público asistente.

Así, Elena Irigoien, de Cederna-Garalur, que participó de manera telemática debido al estado de confinamiento en el que se encontraba, destacó que "para un desarrollo equilibrado y cohesionado es necesaria la cooperación proactiva entre diferentes entidades y ciudadanía". Iker Manterola, gerente de Sakana Garapen Agentzia, abogó por el cambio en la toma de decisiones desde puntos de vista muy urbanos y habló de oportunidades del medio rural. "Va a ser cada más difícil vivir en las ciudades. Frente a esta evolución de los entornos urbanos puede que se abran nuevas oportunidades a los entornos rurales ahora amenazados por causa de la despoblación", subrayó.

Joseba Otondo, alcalde de Baztan, incidió en la importancia de las acciones locales pero también de cambios estructurales desde los gobiernos. "Los pueblos de los entornos rurales necesitan de una agenda propia y que se ponga encima de la mesa a la hora de tomar decisiones", señaló.

Con la colaboración de Ondare kultur taldea, para el domingo estaba organizado un auzolan para limpiar un tramo de unos 150 metros de las riberas del río Larraun, en Ugaldea, aguas arriba de la Vía Verde Plazaola. Al llamamiento acudió una treintena de personas de todas las edades. Para la faena se dividieron en tres grupos, que con mucha paciencia recogieron muchos plásticos, algunos en pedazos, sobre todo envoltorios de alimentos, y también botellas. Llenaron tres grandes sacos. Para cruzar el río tiraron de ingenio y montaron una tirolina, una versión diferente de los cables de Araitz.

Pero no todo era trabajar y hubo tiempo para disfrutar, sobre todo con la barca que preparó Ondare con neumáticos de camión y algunas tables, una barca para navegar por el río Larraun y refrescarse en una mañana en la que el calor apretaba. Además, el concejo de Mugiro ofreció un auzate a la sombra, en el frontón.

"De aquí a finales de diciembre, prácticamente todas las semanas se organizarán actividades, adoptando todas las medidas necesarias sanitarias con el covid-19", indicó. Así, se sucederán las conferencias, talleres, excursiones didácticas al momento. También está previsto un mercado en Baraibar, el 22 noviembre, para que productores y artesanos salgan a la plaza. Además, habrá sorpresas.