Fiel a una tradición ancestral, la imagen de San Miguel de Aralar salió este lunes del santuario para iniciar su periplo por Navarra, un largo viaje que suele comenzar antes para poder llegar a más de 300 localidades pero que de manera oficial se celebra el domingo de Resurrección. No obstante, la pandemia obligó a realizar cambios en esta salida a Baraibar, la única que continúa haciéndose a pie. Y es que se suprimió el trayecto por el monte, un recorrido de unos 11 kilómetros en el que la imagen del Ángel de Aralar acude en compañía de numerosas personas, y también el recibimiento en este concejo de Larraun.

“Estamos yendo pueblo a pueblo. Hay localidades donde no ven prudente que vayamos y en otros sí. Cada cura dice según la situación”, explicó Mikel Garciandía, capellán de Aralar. “En Tierra Estella hemos ido en torno al 70% de las parroquias y después a la Cuenca de Pamplona. Lo importante es anunciar que San Miguel retoma sus salidas”, observó. Al respecto, señaló que “tradicionalmente, a San Miguel se le pedía que fuera a los pueblos cuando había pestes o plagas. La pandemia es un tema serio pero percibo que hay personas que lo viven con miedo. Su mensaje es de confianza”, destacó. “El miedo paraliza y baja las defensas. San Miguel este año tiene que ser un recordatorio de que la noche da paso al día y que la Pascua es el tiempo de la alegría, de la confianza", incidió.

Suprimidas las visitas de esta semana a pueblos de Larraun y Araiz-Betelu, el lunes se celebrará al mediodía una eucaristía que será retransmitida a través de la aplicación periscope:@zamartze.com.. “Hay sitios donde se ve más problemático por las aglomeraciones. Más tarde se verá si podemos ir pueblo a pueblo e iremos informando puntualmente”, adelantó. Tampoco se irá a Oskia la segunda semana de Pascua, por problemas de aforo. La misa será en Uharte Arakil.

TRADICIÓN Y CAMBIOS

El domingo hubo más cambios. Y es no portaba la efigie Mariano Zubiria, imagen que se ha repetido desde 1992. Le sustituyó Andoni Gastaminza, joven de 28 años de Uharte Arakil. Este seminarista de primer año recordaba que ya había participado este día cuando era concejal de Mikel Larrambebere, entonces capellán de Aralar y en la actualidad rector del seminario. Tampoco estaba José Mari Ustarroz para llevar la cruz, cometido que ha realizado durante décadas y que ayer llevó cabo Julián Etxeberria, otro monaguillo zaharra de don Inocencio Ayerbe. Y es que sus dos compañeros estaban confinados, al igual que Patxi Betelu, otro incondicional este día. Los que no faltaron fueron Lucas Andueza, Juan Carlos Zubieta y Marisa Mitxaus, incondicionales este día. “Hemos hecho el camino con un nieve, con lluvia… Con el día que hace aún da más pena”, lamentaba Andueza.

VISITA A PAMPLONA SIN RECIBIMIENTO EN LA TACONERA

Después de visitar diferentes de pueblos de Iza, se prevé que la llegada de la imagen de Aralar a Pamplona será el lunes 12 para permanecer en la capital navarra hasta el domingo 18. “Se han suprimido todos los lugares que se presten a aglomeraciones”, apuntó el capellán. Así, no habrá recibimiento en La Taconera. “Sólo se acudirá a parroquias, guardando los aforos. Será perfil bajo, en los lugares y horarios que publicaremos en redes sociales”, apuntó. “Dónde no hay problemas de aforo es en la catedral, el martes a las 20.00 horas y el miércoles a las 9.00 horas”.

Estas visitas se remontan al siglo XII, cuando se llevó la imagen a la fiesta de la dedicación de la Catedral, en 1127. Esas salidas tenían por finalidad facilitar a los cofrades enfermos y que no podían subir hasta lo alto de Aralar para venerar su imagen. No en vano, llegó a contar con 40.000 hermanos. A partir de la mitad del siglo XIX, cuando el santuario perdió prados y bosques por la desamortización, este recorrido se convirtió en una fuente de ingresos importante. En las visitas se comienza con el ritual de la bendición de los campos en las cuatro direcciones, bendiciones lau haizetara que no faltaron el domingo.