- Un convenio firmado entre el Ayuntamiento de Aibar y AEK posibilitará el aprendizaje de euskera en la localidad, así como la relación entre la vecindad que tome parte en la iniciativa que se gestó el curso pasado.

"Ahora se trata de regularlo para dar continuidad a las clases en el pueblo. El año pasado se sondeó a la vecindad y se formó un grupo intergeneracional muy interesante. Ahora queremos ir un poco más allá en nuestra colaboración para que siga y aumente", declaró el alcalde Aritz Burguete.

Este respaldo se materializa en la puesta a disposición del alumnado de salas municipales y además en una subvención, por concretar en el citado convenio, que recibirán las personas empadronadas en la localidad. "El año pasado facilitamos las aulas del colegio público, pero este año las medidas sanitarias lo hacen imposible, ya que tienen que quedar desinfectadas a partir de las tres de la tarde para el día siguiente", aseguró Aritz Burguete.

El Ayuntamiento no quiere que la pandemia interrumpa la iniciativa y está pensando en la nueva ubicación del aula de aprendizaje, como ha hecho con la clase de música, adaptando una sala de la Casa Consistorial.

"Facilitar que el estudio sea en el pueblo es fomentar el aprendizaje de la lengua, la conciliación con el trabajo al no tener que volver a coger el coche, es un plus. De otro modo, habría que desplazarse a Sangüesa que, aunque está cerca, siempre puede dar más pereza" opina el alcalde.

Otra cuestión importante que recalca Burguete es la de los vínculos y la vida en el pueblo. "El ambiente que se crea es majo, favorece la relación y establece un vínculo importante entre la gente que se anima a estudiar euskera . Además, se forman grupos pequeños propicios para quitarse la vergüenza y el bloqueo a la hora de hablar", argumenta.

Por su parte, Amaia Aldanondo, irakasle y coordinadora de AEK en la zona de Sangüesa, pone de relieve la sensibilidad del Ayuntamiento aibarés con el aprendizaje del euskera y su esfuerzo por hacer pueblo: "Para AEK, el de Aibar es un doble compromiso, poner en valor nuestra lengua y esforzarse por dar vida al pueblo".

Amaia afirma convencida que "durante las tardes de lunes y miércoles de 17.15 a 18.45 el alumnado se divierte, aprende y se relaciona. Se habla en euskera y, poco a poco, las relaciones se hacen en euskera. Las clases presenciales son muy importantes; el contacto es fundamental. La gente está con muchas ganas de volver al aula".

El plazo de matrícula expira el día 30 y las clases comenzarán el 5 de octubre, en Aibar, Lumbier y Sangüesa. Diferentes niveles, diversas edades y deseo en común: aprender y practicar el euskera.