Crear una mesa de empleo a nivel comarcal en Sangüesa con la participación del Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare y representantes institucionales, diseñar un plan de formación para el empleo y reforzar el desarrollo del empleo femenino. Son algunas de las propuestas contenidas en el estudio que ha realizado el Gobierno de Navarra a través del Observatorio de la Realidad Social del Departamento de Derechos Sociales donde se analiza la situación demográfica, laboral y socioeconómica de la zona y su “capacidad de respuesta” ante la puesta en marcha del proyecto Mina Muga. La consejera de Derechos Sociales Mari Carmen Maeztu participó ayer en Sangüesa en la presentación del “Estudio de línea de base social del entorno Mina Muga”.

Según expuso el Ejecutivo en una nota de prensa, ante “el inminente comienzo de las obras preparatorias para la explotación de Mina Muga” el Observatorio ha desarrollo este estudio sobre la realidad socioeconómica de la zona con el fin de “facilitar el conocimiento de la capacidad de respuesta de la comarca ante el comienzo de la actividad”, y que contiene una serie de indicadores que permitirán medir el “impacto del proyecto”. También se ha realizado un mapa de recursos que permite contemplar los servicios existentes en la zona y facilitar “la observación de posibles variaciones a lo largo de la implementación del proyecto”.

En el contexto demográfico la Comarca de Sangüesa se caracteriza por la baja densidad de población, con un 14,3, rozando los niveles marcados por la Unión Europea de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, así como por una alta tasa de envejecimiento, con un 23.8% de sus habitantes mayores de 64 años, a lo que se suma una escasa población juvenil. Presenta, además, una baja movilidad y presencia de inmigración, con un 7,8% de la población mientras que el porcentaje en Navarra de personas originarias de otros países es del 14%. En el ámbito laboral y productivo, se caracteriza por una baja tasa de actividad (6 puntos por debajo de la registrada en Navarra) y empleo, con una tasa del 49,08% frente a la navarra que se sitúa en el 53,14%. En el caso de la población femenina esta tasa se reduce al 43,22%. Destacan el peso de la industria y el comercio en la estructura sectorial y un fuerte peso del sector primario, mayor que en el conjunto de Navarra, con un 6% de afiliación, frente al 4.2% de Navarra. En el contexto socioeconómico presenta unos niveles de renta medios superiores a los de Navarra y tasa de riesgo de pobreza 3,61 puntos por debajo de la Navarra. Asímismo, los indicadores de desigualdad social muestran una mejor cohesión social en el territorio, una mayor cobertura de las personas desempleadas y un porcentaje menor de perceptoras de Renta Garantizada.

El informe revela un incremento inmediato del desempleo como consecuencia de la pandemia, aunque con menor intensidad que el producido en Navarra. Lo mismo sucede con la contratación: se han realizado un 30,5% de contratos menos porcentaje que en el conjunto de Navarra ha llegado a alcanzar el 59%.

Entre otras medidas el estudio plantea la necesidad de realizar un “mapeo de capacidad, recursos y oportunidades de la comarca, en el que identificar posibles sectores de desarrollo potencial de empleo en el ámbito rural, como la rehabilitación de viviendas, rehabilitación energética, servicios a las personas, industria agroalimentaria, agricultura y ganadería, producción de energía con biomasa o servicios turísticos y de ocio”. También un análisis de la población en edad de trabajar y “adecuación a las demandas de cualificación de las empresas de la zona y, específicamente, de la nueva inversión”. Y el diseño de un Plan de Formación para el Empleo adaptado a las necesidades esperables.

Refuerzo y desarrollo de empleo femenino como herramienta de equilibrio entre géneros; uno de los grandes retos de la Comarca es mejorar las ratios de actividad femenina que se encuentra en el 47,11% frente al 54,88 del conjunto de la Comunidad Foral. Avanza también un análisis sistemático de las necesidades de diferentes servicios e infraestructuras públicas con “una proyección en varios ratios de incremento de población” y trabajar con el Programa de Incorporación Social para realizar proyectos de formación-incorporación con la empresa impulsora del Proyecto