Desde un revisitado Vicky el Vikingo en comunión grupal hasta una tribu de trogloditas con grandes dotes rítmicas, pasando por una aerolínea experta en danza o universos de fauna inclasificable por su enorme variedad. Por todas esas apuestas de fantasía e imaginación transitó ayer el carnaval en Tudela, en el que el desfile del domingo se convierte en la cita ineludible para cualquiera que se encuentre en la ciudad. Esta vez, el clima primaveral y la presencia de numerosos logroñeses que habían acudido a ver a su equipo jugar contra el Tudelano convirtió las calles céntricas de la capital ribera en un hervidero.

EL baile también cuenta La música invadió por espacio de unas dos horas el recorrido del desfile, desde la antigua estación de autobuses, en pleno barrio de Griseras, hasta la plaza de los Fueros, atravesando la larga recta de la avenida de Zaragoza en dirección hacia el centro de la ciudad. El colorido de los disfraces y la minuciosidad con la que se fabrican están dejando también paso en las últimas ediciones al espectáculo paralelo que cada grupo, en mayor o menor tamaño, prepara con el objetivo de hacer disfrutar a los cientos de espectadores que se agolpan a ambos lados del trayecto. En el desfile de ayer se entremezclaron algunos hits devueltos a la actualidad gracias a la televisión como La llorona o Dramas y Comedias, entre otros. También las clásicas piezas de películas de animación o éxitos de la música electrónica aderezados con pasos dignos de una compañía de baile.

A lo largo de esta semana se darán a conocer los premios a los mejores disfraces individuales y grupales que otorga el Ayuntamiento de Tudela. Una elección cada año más reñida gracias a la creatividad y la originalidad desplegadas en plena calle.