durante esta semana me he sumergido en varios programas electorales que han llegado a mis manos dentro del temporal electoral que se ha desatado en estos días. Me gusta tenerlos de cabecera porque cuando duermo sueño con nuestra Tude-Land maravillosa del futuro y al despertar me doy cuenta de que sigo viviendo en Tude-La. No identificaré su procedencia porque aún me queda por estudiar la mayoría pero nos adentraremos en algunas curiosidades. Empezaré por mostrar mi sorpresa al ver que en al menos dos de los programas veo que se refleja uno de los proyectos que presenté a los presupuestos participativos de 2018 y que, curiosamente, no fue admitido. Pero soy así de generoso y si es por el pueblo de Tudela... pa´alante; no reclamo derechos. También existe alguna otra referencia a otra iniciativa que he reflejado no hace mucho en una columna, así que lo dejo aquí para que los más avezados traten de encontrarla en uno de los programas (así por lo menos nos instruimos antes de introducir nuestra papeleta y votamos con conocimiento de causa). Pero más allá de esta referencia a mi ego, habría que mirar otros extremos que llaman la atención en estos futuribles. Por ejemplo, hay quien aboga, directamente, por acabar con la mesa del ruido ya que “hay que ser un poco más tolerantes en algunas situaciones”, otros que defienden volver a abrir al tráfico la zona de Griseras y además crear muchas más plazas de aparcamiento en el entorno para que aumente el tráfico en torno al colegio e incluso instalar unas escaleras mecánicas que vayan del Zurich al centro de salud, difundir qué son los Fueros entre los ciudadanos y por último también retomar el Plan Especial del Ebro (que queréis que os diga, yo a estas alturas ya ni me lo creo, como me sucede con lo de “solicitar el cumplimiento de las sentencias relativas alas térmicas de Castejón”; si no lo veo no lo creo). Por otra parte, hay proyectos que vamos a ver sí o sí, porque varios de los programas coinciden en ello: Reformar la plaza del padre Lasa, un corredor verde de La Mejana a El Prado, un nuevo estadio donde puedan ir más de 1.000 personas a ver fútbol, un centro temático de las verduras (con una noria en forma de alcachofa y el Espárrago-Khan) y muchas más jotas por todos los lados (¡ufff!). Cuando muchos de los participantes eligen un proyecto... pon las tuyas a remojar.