durante las fiestas, prácticamente cada una de las peñas de Tudela lleva a cabo un acto de reconocimiento a una persona o colectivo de la ciudad. La veda para la celebración de esta sucesión de homenajes se abrirá el día de Santiago (25 de julio) con la distinción al Tudelano Ausente. El acto, que ahora organiza la peña La Jota tras la renuncia en 2016 de El Brindis, tendrá lugar en la plaza Yehuda Ha-Levi (13.15 horas). Ahí se nombrará Tudelano Ausente a Federico Ortega Rodríguez, que hace unos años fijó su residencia en Zaragoza por temas laborales. Allí trabaja de pintor y sigue ligado a la música como DJ. Pese a estar fuera, intenta escaparse cuando puede para disfrutar de las fiestas y agradece a La Jota este reconocimiento.

El del Tudelano Ausente no será el único homenaje programado para la segunda jornada festiva, puesto que la peña Moskera tiene previsto destacar esa misma tarde en su sede (17.00 horas) el trabajo de los hermanos Óscar y Jesús Visanzay Gallego, propietarios del Bar Moncayo (calle Merced), nombrándoles Taberneros Populares. Según José Antonio Martínez Cascán, presidente de Moskera, se merecen esta distinción “por aguantarnos a todos nosotros en fiestas”. Los homenajeados, por su parte, se muestran agradecidos de que se reconozcan sus más de tres décadas de trayectoria al frente de un bar que abrieron sus padres unos años antes, en 1981.

Tras el descanso obligado del día 26 en el que todos los honores serán para la patrona, los homenajes regresarán con fuerza el 27, otra vez de la mano de la Moskera. Esa mañana (12.00 horas) se reconocerá en la plaza donde está ubicada la sede de la peña a Teresa Jiménez Segura (2 de octubre de 1943) como Abuela de Tudela. Esta tudelana de adopción (nació en Cintruénigo hace 75 años y llegó al Barrio de Lourdes con 14) ha sido la elegida por “la entrega y sacrificio que ha demostrado por los suyos durante toda su vida”.

Teresa Jiménez es una persona conocida y querida en el Barrio de Lourdes, al que llegó hace seis décadas y del que, según confiesa, no se iría por nada del mundo. Junto a su marido, Ángel Garrido (fallecido hace nueve años), regentó la tienda Confecciones Garrido durante más de dos décadas.

Una hora antes, en la puerta de entrada a La Mejana, la peña El Frontón rendirá tributo a Pablo Miranda Melero como Hortelano Popular. Este tudelano de 88 años sigue encargándose de su huerto donde planta verduras, hortalizas y frutas de todo tipo. Que una bomba durante la Guerra Civil le arrancara parte de su mano izquierda no fue impedimento para que dedicara toda su vida a trabajar en el campo.

Dos días después, la peña más joven, La Revolvedera, entregará en la plaza de San Jaime (13.00 horas) el Quiosco de Oro al joven periodista Mikel Arilla Álvarez, que este año ha recibido el Premio de Novela Corta Diputación de Cáceres por su obra de corte futurista Concordland. Su “juventud”, “pasión por su profesión” e “implicación en cada uno de los actos que se celebran en la ciudad” le han hecho acreedor del galardón. Arilla asegura que es “un verdadero honor este reconocimiento” y destaca el papel de las peñas “que hacen tanto por Tudela”. Además, reivindica la labor de los periodistas, “ahora que vienen malos tiempos”.

Este maratón de homenajes se cerrará el 30 de julio en San Jaime (13.30 horas) donde la Federación de Peñas nombrará Tudelano Adoptivo a José Joaquín Anadón Almarza. Nacido hace 73 años en San Sebastián, llegó a la ciudad en 1973 tras residir 25 años en Vitoria. Anadón ha formado parte de las peñas Los Camastrones y La Intemperie y actualmente es el secretario de la Federación Gastronómica El Hortelano. Reconoce que ha disfrutado las fiestas “dando más guerra que ochenta”, pero que ahora las vive de manera más tranquila. “Me gusta el cohete, los toros y algún día acudo a ver los fuego artificiales”, apunta.