tudela - El nuevo parque del Queiles se abrirá a finales del próximo mes de octubre si se mantienen los plazos estimados, lo que significará un retraso de unos cinco meses respecto a la fecha inicial. En enero, cuando se presentó el proyecto y se adjudicó la obra a la empresa madrileña Ingeniería y Diseños Técnicos, se indicó que el plazo de ejecución era de cuatro meses y 10 días por lo que los trabajos tenían que haber terminado en el mes de junio. Sin embargo varios problemas han impedido cumplir con los plazos para ejecutar el proyecto diseñado por Andrés Orgambide y Fermín Margallo. Sin embargo el coste de los trabajos se ha ajustado a los 940.986 euros fijados en un principio, un 15,7% menos del presupuesto con que se sacó a licitación.

Tras trece años desde que se realizara el primer diseño para este parque, se terminará de forma definitiva, bien es cierto que muy diferente a la idea inicial. No en vano ha pasado de los 3,5 millones estimados entonces a los 941.000 euros, de los que la mitad han sido sufragados por la UE a través del programa EDUSI.

retrasos La primera de las causas para el retraso se debe a la intervención de la CHE. Si bien en 2008 el proyecto preveía incluso modificar el curso del Queiles, y la CHE dio el visto bueno, en marzo de este año el organismo vio que habían comenzado las obras y presentó una queja por las trabajos que se iban a realizar. El anterior Consistorio estimó que si habían dado el visto bueno en 2008 cómo no lo iban a hacer con una menor afección al río y no lo notificó a la CHE. Sin embargo, la legislación europea hacía cambiado y a punto estuvo de paralizar la obra. Finalmente dio su autorización previa ampliación de la zona del cauce que debía quedar libre para cuando crezca el río.

Posteriormente, la empresa ha tenido dificultades para ejecutar diversos trabajos por falta de mano de obra. A todo esto hay que añadir por último que, dadas las fechas a las que se ha terminado la obra civil, no se ha podido realizar la plantación porque el fuerte calor lo ha hecho imposible ya que las especies elegidas no habrían arraigado. De hecho, más de la mitad de los árboles que se plantaron en esa zona en el Día del Árbol se han muerto y el resto va a haber que transplantarlos.

De esta forma, en octubre se pondrá fin al parque que conformará un espacio verde de 72.000 metros cuadrados (uniendo los dos parques del Queiles) y que en el nuevo espacio tendrá como principales atractivos la zona canina, la posibilidad de acercarse al río y una zona de juegos donde destaca una fuente de grandes chorros y luces para que jueguen los niños y niñas. En esta zona se dejarán preparados dos lugares para que el Ayuntamiento, cuando tenga presupuesto, coloque columpios u otro tipo de atracciones.

El siguiente paso será la adecuación de la rotonda, una obra cuyo coste supera los 500.000 euros y en la que va unida el arranque de este parque junto al Puente Mancho.