- Amimet (Asociación de personas con discapacidad de la Ribera) se reinventa durante este confinamiento para “sustituir la atención directa por imaginación y mucho trabajo” con el objetivo de atender las necesidades de estas personas, además de proveer de material para combatir el coronavirus a servicios sanitarios, asociaciones y otros centros de empleo. De esta forma, a través de su centro de empleo Canrasp, ya ha elaborado unas 8.500 mascarillas barrera y 8.000 batas para servicios sanitarios, centros de empleo y otras asociaciones de la discapacidad en su lucha contra el coronavirus.

“Son tiempos de adaptación y de reinventarse, porque las personas con discapacidad tienen las mismas necesidades que antes, aunque estén confinadas y nuestro trabajo es intentar acompañarles durante este tiempo, aunque sea desde la distancia, y apoyarles en todo lo que sea posible”, explicó Margarita Sánchez, directora de Amimet. De ahí que, tras el estado de alarma, pusiera su sección de textil a disposición del Servicio Navarro de Salud para coser batas de protección quirúrgica, además de atender la necesidad de mascarillas del sector social navarro y de centros de empleo de otras comunidades. Un trabajo que arrancó con la donación de material a las residencias La Misericordia y Nuestra Señora de Gracia de Tudela, y a la de Valtierra, y continúo para “poner nuestro granito de arena en estos tiempos difíciles” y trabajar contra la destrucción de empleo, siempre con las medidas de seguridad necesarias.

Asimismo, aunque se han suspendido la atención presencial y las actividades de ocio inclusivo, Amimet continúa prestando atención psicológica y orientación laboral a las personas asociadas y trabajando a través de teléfono, email o videoconferencias.

En este sentido, la asociación ha reactivado durante este confinamiento el servicio de estimulación cognitivo para adolescentes, encaminado a evitar el pronto envejecimiento y el desgaste de tantos días de confinamiento. “Si la falta de actividad está haciendo mella al conjunto de la población, más aún en la población adolescente con discapacidad, que ha tenido que aparcar las actividades sociales con otras personas para recluirse en casa. Por ello, buscamos una forma de activarles desde sus domicilios a través de dinámicas divertidas en las que pudieran participar sus familias”, explicó Sánchez.

“Se sustituye la atención directa por imaginación y mucho trabajo”

Directora de Amimet