n sabroso tomate de Moncho Díez y otro mucho más feo de Idoya Vergara se hicieron con los primeros premios de la 14ª edición del Concurso de Tomate Feo de Tudela que, ayer, recuperó su formato habitual tras celebrarse en 2020 sin público debido a la pandemia.

Organizado por el Hostal Restaurante Remigio, este certamen tiene como objetivo ensalzar las virtudes de esta variedad de tomate que se cultiva en la huerta de la ribera y que destaca, principalmente, por su aroma y sabor. “Cada vez participa gente más joven y es algo importante, ya que quiere decir que el valor gastronómico de la Ribera, que es la huerta, se va transmitiendo, aunque sea en huerta de autoconsumo”, aseguró el chef del Restaurante Remigio y promotor del concurso, Luis Salcedo.

A la edición de este año se presentaron un total de 78 tomates, de los que 61 ejemplares compitieron por el título del mejor sabor y 17 por el de ser el más feo.

El ganador de la primera categoría lo decidió un grupo de expertos formado por Jesús López, Josema Azpeitia, Roberto Latorre, Enrique Sánchez, Jesús Foronda y Javier Navarro, que también eligieron los otros dos ejemplares que le acompañaron en el podio. Tras una larga cata, los jueces decidieron que el tomate más sabroso fue el presentado por Moncho Díez (300 euros), seguido de Santiago Sanz El Tako y Andrea Barral (200 euros) y Mari Bregua (menú degustación para dos personas).

El vencedor, que compró un huerto en el término de Lodares hace siete años, se había presentado al certamen en otras cinco ocasiones pero hasta ahora no había obtenido nunca ningún premio. “Este año ha sido difícil porque las lluvias de hace dos semanas han estropeado mucho tomate, pero al final se trata de conseguir buena simiente y cultivarlo con un poquito de mimo”, aseguró Moncho Díez, que reconoció que le ha cogido el gusto “a cultivar, buscar semillas antiguas...”.

Pero en este concurso no solo se le da importancia al sabor, también se premia el aspecto informe del ejemplar, con pequeños o grandes bultos que surgen de mitad del fruto. En este caso fue el público tudelano el que votó y eligió el tomate presentado por Idoya Vergara como el más feo. El premio, un jamón y un estuche de aceite, lo recogió su madre Marisol, que apuntó que “no esperábamos ganar de ninguna forma y nos ha hecho muchísima ilusión”.