- La Torre Monreal fue construida en época cristiana, hacia el siglo XII. Éste extremo lo confirmarían las catas y las excavaciones realizadas en el monte del Barrio de Lourdes desde el año 2019 al 2021, dado que a su alrededor estaría lleno de enterramientos de la población musulmana de Tudela. "Viendo que aparecen enterramientos junto a la Torre Monreal se confirmaría que la Torre Monreal es cristiana porque cuesta creer que habiendo una torre entierren a sus familiares a sus pies. Los enterramientos podrían corresponder a cuando ya no pueden enterrar en Herrerías y pasan a la zona de Torre Monreal. Con la conquista cristiana se emplaza una torre defensiva en al línea del Queiles y pasan a instalarse en la zona del Corazón de María".

Así lo explicó el arqueólogo Óscar Sola, en el marco de una conferencia en las Jornadas de las Tres Culturas, que ha realizado la excavación de más de 510 enterramientos de tudelanos musulmanes que vivieron entre los siglos XI-XVI. Asimismo también ha realizado diferentes catas en toda la parte alta del Barrio de Lourdes que se encuentra entre la avenida del Barrio y los parques de Torre Monreal y Corazón de María.

Esta zona, apartada de la ciudad y situada en un lugar elevado, alejado de los ríos que cruzan Tudela, y desde donde se podría contemplar toda la ciudad fortificada, se convirtió en terreno para enterrar a decenas de miles de personas durante 500 años hasta que en 1516 fueron obligados a convertirse y abandonar sus ritos y costumbres (pasaron a ser moriscos) o ser expulsados. Durante dos siglos (IX a principios del XI) habían enterrado a sus familiares en la zona de Herrerías que quedaba al otro lado del foso defensivo, dejando a su espalda el río Queiles.

En total consideran que tiene una extensión de, al menos, 32.500 metros cuadrados donde se encuentran fosas de la época, de los que en 21.100 metros cuadrados pueden encontrarse aún restos, dado que en los 11.400 metros cuadrados restantes se han construido viviendas, aceras o calles.

De esos 21.100, Óscar Sola ha estimado que en 10.500 metros cuadrados, que es la extensión del parque y arbolado que se encuentra junto al Corazón de María, puede haber entre 5.000 ó 6.000 fosas que son susceptibles de ser descubiertas, desenterradas y analizadas dado que no afectarían a la ciudad.

Sola defendió el gran potencial histórico, turístico y económico que podría suponer para la ciudad poner en valor esta necrópolis, como se ha realizado en otras localidades como Lucena, "existe un amplio abanico de posibilidades para la puesta en valor de esta zona y de estos restos", explicó en lo que señaló que podría ser la mayor necrópolis musulmana urbana del Norte de la península. Además cuenta con muchos detalles y atractivos que la hacen única en todo el país como la cantidad de joyas, ajuares y adornos recogidos en las tumbas, algo que no se suele dar en enterramientos islámicos de la época que se caracterizan por su austeridad. El hallazgo de hasta tres osarios y las res tipologías de enterramiento convierte también a la necrópolis de Tudela en única.

Óscar Sola, dentro de las Jornadas de las Tres Culturas, expuso esta semana las conclusiones y los hallazgos de estas excavaciones y trabajos que se han desarrollado durante tres años.

Entre el abanico de posibilidades que se pueden ofrecer para mostrar estos restos o los que se puedan descubrir en un futuro se encuentran desde ofrecer una aplicación en la que, con tecnología 3D analizar cada una de las tumbas, hasta crear un recinto cubierto donde se enseñen las tumbas y fosas que se encuentran en entre los pinares junto al Corazón de María.

"¿Por qué no sacar provecho de estas excavaciones?", se preguntó Sola e indicó que entre los hallazgos se encuentran "piezas de museo de primer nivel" que convierten a toda esta zona en "un lugar excepcional". En este sentido afirmó que una vez realizadas las catas (de las 46 que se acometieron 24 resultaron positivas) se puede ya avanzar en dar protección legal a toda la zona, ya delimitada, un paso que deben realizar de forma conjunta el Gobierno de Navarra y Ayuntamiento, para evitar futuras construcciones y poder salvaguardar las posibles fosas aún enterradas. "Contiene un patrimonio arqueológico de primer nivel para atraer al turismo. El recurso y el tesoro está, ahora queda por ver cómo le damos forma a ese recurso".

Ajuares. La austeridad y la ausencia de ajuares es una de las características de las necrópolis islámicas. Es contrario a los preceptos del Islam ir con materiales al más allá. Sin embargo uno de los aspectos más significativos de esta muqbara es la aparición de ajuares u objetos personales en una veintena de tumbas.

Osarios. Han sido uno de los elementos destacados. Apenas aparecen osarios en otras excavaciones en España, en todo caso, tumbas reutilizadas, pero en este caso son acumulación de restos óseos extraídos. Se empiezan a usar con la reutilización de fosas, lo que originaría la ruptura de los cuerpos ya enterrados. Son circulares de unos 2,5 metros de diámetro y empezaron a entrar en uso a mediados del siglo XII.

Monedas. Es un caso singular al nivel del Estado. Aparecen 28 monedas y una llave. Único en el mundo musulmán. Las monedas se han restaurado y sirven para fechar el enterramiento porque hay monedas de David II, Pedro IV (1387) que centran el enterramiento en el siglo XIV.

Medallón de oro. Inscripción sobre la abundancia y el poder. Hay una representación de la mano de Fátima. Una de las primeras representaciones de la mano de Fátima en Navarra. Tiene un tamaño de unos 4 centímetros pero está ricamente decorado.

Entorchados. Son hilos compuestos de un lámina metálica que se enrolla sobre hilo de seda. Han aparecido en 5 enterramientos. Pensaban que eran raíces, pero no era natural. Son hilos de oro y plata, trabajosamente realizados y de una artesanía perfecta. Se emplearían como almohadas o como cofias. "¿Quien entierra a sus hijos con ese tipo de tejidos? Tienen que tener un alto poder adquisitivo, teniendo en cuenta que el colectivo musulmán no era el dominante.