- Hoy deberían empezar las fiestas de la localidad ribera, nueve días de desasosiego, jarana y alegría. Sin embargo toca esperar y el alcalde de la localidad ribera hace un llamamiento a los vecinos para que actúen con prudencia y con cabeza. Juan Carlos Castillo aprovecha, además, para hacer un balance de este atípico año de legislatura en el que ha compaginado su cargo de alcalde con el de presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos.

¿Qué supone la cancelación de las fiestas patronales?

-Es un hecho que no había conocido, algo histórico. Algo con lo que no contábamos pero que es necesario. Hay que hacer vida normal y no organizar nada extraordinario porque no hay fiestas. Todos nos tenemos que mentalizar de que tenemos que intentar llegar a casa sin el virus porque allí nos espera gente querida y no nos vamos a perdonar que les contagiemos.

Para estos días no festivos, ¿han preparado alguna medida de seguridad concreta?

-En la junta de seguridad repartimos trabajo entre los diferentes cuerpos de policía y, sobre todo, queremos hacer hincapié en tres cuestiones; la primera es que los bares tienen que tener claro que a las doce todo tiene que estar cerrado, la segunda, y referente a los botellones, sabemos que se están celebrando fiestas en algunas huertas y se va a controlar. Por eso hacemos un llamamiento a los propietarios de las mismas para que controlen que no se celebren fiestas allí. Y la tercera, y más de carácter general, está dirigida a toda la población, en especial a la gente joven, porque somos conscientes de que serán los que más van a echar en falta las fiestas. Que actúen con responsabilidad, que no organicen almuerzos, eventos o actividades que son contrarias a la protección contra el virus.

Con todos los actos oficiales cancelados, ¿va a haber algún evento estos días?

-Va a haber una misa normal, la de la Virgen, y una salve, a la que la corporación acudirá a título personal, pero no hay ningún tipo de procesión.

Con las fiestas suspendidas desde hace semanas, ¿qué han organizado este atípico verano?

-Hemos tratado de distribuir a la gente dentro de las plazas y espacios al aire libre, orientándoles a las terrazas y zonas abiertas. Hay que convivir con el virus y nosotros hemos programado algunos pequeños eventos para los críos y para la gente mayor en la plaza San Miguel. Es lo que podemos hacer dentro de nuestras limitaciones, que son muchas. Sin embargo, todo depende de la respuesta de la gente. Hemos tratado de compaginar el virus con una vida relativamente normal y, aunque a final del verano ha habido algún contagio y ha habido alguna semana más complicada, seguimos siendo una de las zonas básicas donde menos contagios se están dando.

Y cambiando de tercio, ¿qué balance hace de este año de legislatura?

-Es un balance extraño. Hemos hecho un esfuerzo importante y poco gratificante, porque no se ve, en el ámbito administrativo para poder sacar adelante todo lo que teníamos planificado. Ha sido un año en el que se han construido los vestuarios nuevos, se han comenzado las obras de concentración y puesta en riego de 1.200 hectáreas, se adjudicó en febrero la ejecución de la trasera Sancho El Fuerte y, aunque nos la tumbaron, en agosto se volvió a adjudicar a la misma empresa, y se modificó todo el envolvente del patio interior del colegio por 40.000 euros. Ha sido un año en el que, a pesar de las circunstancias, hemos logrado sacar mucho trabajo adelante.

¿Qué ha sido lo más complicado de gestionar con una pandemia de por medio?

-Lo más difícil es que en la Administración normalmente te tocan situaciones que si no las has vivido tú las han vivido otros y suele haber precedentes. Lo más complejo ha sido vivir una situación dañina para la salud, muy difícil de contrarrestar, y sobre la que no sabíamos absolutamente nada. Ha habido que improvisar mucho, nos hemos equivocado muchísimo, naturalmente, y eso ha sido lo más complicad. Sin embargo, también nos está enseñando mucho y si somos capaces de aprender, vamos a sacar conclusiones importantes; la unión y la unidad de acción son fundamentales, Además, tenemos que cambiar la forma de hacer política de arriba abajo, hay que apostar definitivamente por el pacto verde, por la nueva forma de hacer las cosas.

Y como alcalde, ¿qué ha sido lo más duro durante esta crisis sanitaria?

-Si ya es difícil tratar con personas y diferir en la forma de ver las cosas en el día a día, pues ahora metiéndole este plus en el que todos andábamos desorientados, ha requerido de un esfuerzo muy importante el hecho de tratar de explicar las cosas, tomar decisiones rápidas, intentar prevenir en la medida de lo posible, cerrar todos los servicios, volverlos a abrir, los cálculos económicos de las pérdidas. Han sido muchas decisiones, muy complicadas y con efectos para la salud y la economía importantes.

¿Saca algo en positivo de estos meses?

-Sí. Nos hemos preparado para situaciones desconocidas. Se nos ha activado ese chip que no teníamos tan activa en el sentido de actuar muy, muy rápido, en situaciones que no conocíamos y eso es importante. Nos ha hecho conocer y conocernos; hemos visto quién estaba y quién no estaba por la labor y quién ha entendido de la dureza y de la importancia de la situación para aportar y quién no.

¿Qué medidas han ido tomando para tratar de paliar esta situación?

-Medidas en el ámbito sanitario; proteger todos los edificios públicos, actuar en la residencia con mucha responsabilidad, estar en contacto directo con el centro de salud, comunicar mucho a la población las medidas básicas de protección e informar de los contagios para que la gente fuera consciente y no se relajaran, desinfecciones y extremar la limpieza. También hemos estado en esa pelea constante para poder utilizar los remanentes, nuestros ahorros, para tratar de paliar esta situación especial. Además, hubo un grupo de voluntarios del pueblo que ayudó tanto al Ayuntamiento como a los Servicios Sociales haciendo mascarillas o haciendo la compra, y quiero agradecérselo a todos ellos.

Están a punto de presentar un plan de futuro, ¿qué objetivos se marcan?

-El plan socio económico está dotado con 2 millones para 3 años; es muy ambicioso y abordará todos los sectores con cinco líneas de actuación y muchas actividades dentro de cada una de ellas. Se va a hacer un gran esfuerzo en la formación para desempleados o en la reactivación ayuda a los comercios y autónomos. Habrá inversiones muy importantes en el servicio público para tratar de mejorar las tramitaciones a distancia, se va a apostar por la agricultura ecológica y en el ámbito industrial, el precio del suelo saldrá a la venta por 40 euros.

Y a partir de ahora, y con esta cierta normalidad, ¿qué proyectos afrontarán?

-El cambio a led de las instalaciones deportivas, la puesta en riego de las parcelas que se van a concentrar o la segunda fase de los vestuarios nuevos; un proyecto para remodelar los cinco vestuarios que hay en el pabellón polideportivo uno, el proyecto de la travesía y el plan especial del casco antiguo que licitaremos en otoño. Además, queremos saber si va a haber algún plan de inversión local para poder planificar la ejecución de redes y calles, y seguimos trabajando con los parques solares.

La vuelta al cole es una realidad, ¿se ha preparado Peralta a conciencia?

-Llevamos todo el verano trabajando en la vuelta al cole en base a los protocolos y ahora estamos adaptando las infraestructuras a esos planes; dotando al centro de dispensadores, señalizando caminos, marcando la entrada y salida, o reforzando limpiezas y desinfecciones. Lo mismo que con la escuela de música.

Desde octubre compagina su cargo como alcalde con el de presidente de la FNMC, ¿cómo lo ha llevado?

-Se sobrelleva bien, más allá de los desplazamientos a Pamplona, porque no dejas de tratar temas que son de Ayuntamientos, de entidades locales, y no tengo que desconectar porque los asuntos son bastante parecidos, aunque a otro nivel. Me ha tocado aprender mucho y rápido porque con el coronavirus ha tocado acelerar. Me ha requerido de un esfuerzo muy importante porque no hay que olvidar que en la Federación estamos para dar servicio a todas las entidades locales y, cuando te aprieta una situación como la actual, ha sido más complejo, sobre todo sin estar rodado. Pero nos hemos esforzado muchísimo, los técnicos no han tenido ni fines de semana, y quiero agradecérselo; han estado ahí siempre, intentando liderar un poco este proyecto y tratando, con la máxima humildad y con todos los errores que hemos cometido, de aportar soluciones.

¿Qué es lo más difícil con lo que se ha topado?

-Si ya es difícil tratar con la gente, imagínate cuando el público son alcaldes o alcaldesas; no hay margen de error. Cuando tratas con un alcalde o alcaldesa estás con alguien que tiene los mismos problemas que tú y que, además, para las soluciones somos mucho más exigentes y sabemos de su dificultad. A partir de ahí, diría que no he tenido problemas con ninguno, lo que no quiere decir que hayamos coincidido en todo, pero no ha habido problemas. Sobre todo he visto mucha comprensión por su parte; nos entendemos porque yo también soy alcalde y vivo problemas parecidos al resto. Lo que he visto es mucha ayuda; el alcalde te llama con un problema pero también suele ayudar en la solución con sus propuestas. Me he sentido cómodo a pesar de que un alcalde nunca viene con un problema fácil.

En boca de todos está el debate sobre el acuerdo entre Hacienda y la FEMP para impulsar medidas de recuperación tras la pandemia. ¿Qué opinión le merece el asunto?

-La postura de la Federación es clara: que se rechace el acuerdo y que se derogue la ley de estabilidad presupuestaria. Mi opinión es muy clara, la única solución que tenemos ahora es, o se deroga esta ley, o se suspende ese principio de equilibrio presupuestario. Si no, nos vamos a tener que ir a fórmulas como las que se han planteado en el acuerdo y que no vamos a ver los Ayuntamientos por una sencilla razón: porque cuando necesitas el remanente para utilizarlo no estás para prestarlo y que te lo devuelvan dentro de diez años, por mucho que te den un 35% de lo que prestes los dos primeros años. Lo que decimos es que esos dos años necesitamos utilizar ese remanente para paliar las consecuencias y el déficit que ha generado esta pandemia. Eso sí, tampoco se puede hacer lo que hacen algunos, que es decir que están de acuerdo con la estabilidad presupuestaria pero que quieren utilizar el remanente; o una cosa o la otra porque lo que te dice la estabilidad presupuestaria es que tienes que tener un equilibrio presupuestario y eso es una contradicción absoluta. A pesar de todo esto, el acuerdo tiene cosas buenas; hay una ayuda para el transporte público y hay una parte de los fondos que van a ir destinados a las entidades locales, habrá que ver. Donde hemos chocado es en esa utilización de los remanentes, que era nuestra principal demanda.

Y para terminar, ¿qué le diría a los vecinos de Peralta y de otros municipios de cara a los meses que vienen?

-Debemos ser muy responsables porque de eso dependemos, y de la concienciación. Cuanto mejor lo hagamos ahora menos daño sufriremos y en mejor disposición estaremos para salir de esta situación. De cara al futuro, dentro de que estamos en una situación muy complicada y en una coyuntura económica bastante difícil, soy de los que piensa que vamos a salir fortalecidos; todo tiene que ir a mejor. Hay que tener mucha paciencia con los tiempos que nos vienen; el curso escolar no va a ser fácil, hay que pensar en la conciliación, y hay que tratar de compaginar salud y economía. Por último, quiero agradecer el gran esfuerzo que han hecho los concejales del Ayuntamiento.

"Hay que hacer vida normal, no hay fiestas; hay que llegar a casa sin el virus porque allí nos espera gente querida"

"Ha sido un año extraño en el que, a pesar de las circunstancias, hemos logrado sacar mucho trabajo adelante"

"En la Federación me ha tocado aprender mucho y rápido porque con el coronavirus ha tocado acelerar"