María Lucía Goñi Urrutia fue la primera de las tres hijas de Don Nicolás Goñi y Doña Seve Urrutia, reputada modista de Pamplona en la segunda mitad del siglo pasado. Nació en Eugi, pueblo de su padre, el 27 de agosto de 1927. Pero pronto la familia se trasladó a Pamplona con su único vástago de alrededor de un año. Se instalaron en un piso de la calle de la Merced. Allí pasó sus primeros años y allí nacieron sus dos hermanas: Blanquita y Ana Mari.

Acudió al colegio de las Dominicas, en la calle Santo Domingo, y pasó una infancia feliz y ajena a la conflictiva situación que se iba fraguando y desembocó en la terrible Guerra Civil. Aunque llegó a ser testigo de alguno de los tumultos que ocurrieron en la Plaza del Castillo, donde "volaban las sillas del café Suizo", según ella. La familia tuvo la fortuna de ir consolidando su posición económica gracias a la incipiente actividad como modista de su madre, y a que su padre, que tenía un pequeño taller y servicio de taxi, se colocó como chófer del obispo, a sugerencia de su tío, Don José Magaña, canónigo de la catedral de Pamplona.

Cursó el Bachillerato y, posteriormente, su vena creativa le llevó a formarse en el oficio de modista en la academia de su madre, que ideó y publicó el Moderno Método de Corte Sistema Urrutia, en los niveles de aprendiz y profesora. Quizás por ello mantuvo durante toda la vida una fuerte vinculación con su madre, así como con la familia paterna y materna, cuyas vicisitudes y grado de parentesco conocía con gran precisión y transmitió a sus hijos, promoviendo una frecuente relación con la más amplia familia. Asimismo mantuvo una relación afectiva muy cercana con el pueblo de su padre, en especial con sus tíos y primos de Etxexuri, casa nativa de aquel, así como con el hermano de su madre y familia, de la casa Zumieta.

Complementó su formación con clases particulares de francés a cargo del señor Marichalar, en la Plaza del Castillo, lo que le permitió continuar su preparación como modista en París, obteniendo la titulación Diplôme de Coupeur en noviembre de 1953. Regresó a Pamplona continuando su labor en el negocio familiar, primero en la calle Arrieta, y desde 1960 en la calle García Castañón, nº 10, junto a su madre y sus dos hermanas, para impulsar entre las cuatro las actividades de confección de prendas a medida y de la academia de corte.

Poco después conoció al que sería su marido, Pedro María Pellejero, que, aunque nacido en Lakuntza, acababa de regresar a Pamplona tras unos años de estancia en Argentina. Se casaron el 26 de diciembre de 1956 y tuvieron tres hijos y una hija. Su marido, hombre inquieto y emprendedor, con ayuda de un primo de Lakuntza, fundó la tintorería Mar del Plata, en recuerdo de su estancia en el país austral, en la calle Curia, que luego traspasaría a sus hermanos menores para iniciar otro negocio de suministros industriales. Cuando las circunstancias lo permitieron el matrimonio se trasladó a un piso en la calle Sangüesa, nº 10. María Lucía se dedicó hasta su jubilación al diseño y confección de prendas a medida en el negocio familiar, especialmente en el segmento de trajes de novia. Una vez se hubo retirado, siguió cultivando su aptitud creativa asistiendo a un taller de pintura y realizando multitud de óleos y acuarelas, que decoran tanto su hogar como los de sus hijos. Posteriormente cuidó de su madre anciana, trasladándola a su domicilio, y veló por ella hasta su fallecimiento. Y sin solución de continuidad, se tuvo que ocupar de su marido afectado por diversos problemas de salud hasta que enviudó. Durante los siguientes quince años de su existencia continuó siendo la mujer independiente y autónoma que se escondía tras una frágil apariencia, manteniendo una estrecha relación con sus hijos y hermanas, también viudas, a las que sobrevivió no sin poca aflicción. Nuestra madre falleció el 30 de junio de 2022.