Miguel Bueno Ruiz, luchador por las libertades democráticas y la Justicia Social
Miguel Bueno falleció el martes, día 16 de julio del 2024, a los 84 años de edad. Granadino de nacimiento y burladés de adopción, ahí formó su familia, casado (divorciado) y con seis hijos.
No resulta fácil hablar de Miguel en estos momentos, pues es fuerte el impacto que nos ha producido a muchos compañeros/as, amigos/as y camaradas. Miguel fue, era y es comunista de los pies a la cabeza. Recuerdo una entrevista que le hizo José Miguel Iriberri en octubre de 1988, y decía: "Ser comunista aquí, en Navarra, es ser un poco misionero. Pero yo creo en mis ideales y el partido comunista es necesario y sigo adelante" o "no siento envidia por los que se fueron al PSOE y ahora ocupan puestos de poder, porque yo no haría nada que mi conciencia me reprochase". Le tocó luchar mucho por su familia y por sus ideales a los que nunca renunció, y los defendió con vehemencia y sin desmayo alguno.
En los años 60, recién llegado, se integró en la sociedad navarra a través del trabajo y de la lucha por las libertades democráticas. Su profesión de mecánico le permitió encontrar bastante fácil trabajo en talleres hasta que se incorporó a la plantilla de EATON, donde se forjó en la lucha diaria constituyendo en la clandestinidad las CCOO en dicha empresa (ahora DANA). Fue cofundador de las CCOO de Navarra, junto a gentes luchadoras procedentes de diversas asociaciones (HOAC, JOC, VOJ, ORT, PCE, PC, Movimientos cristianos etc...).
Participó activamente en las múltiples luchas que se dieron durante los 60 y70 en la clandestinidad. Posteriormente, en la década de los 80, con la transición democrática, siguió luchando hasta su jubilación y después también desde su nueva situación.
Conocí a Miguel Bueno en el año 1973 en la huelga de Motor Ibérica, la huelga más solidaria que se había dado hasta entonces. Se dio la circunstancia de que las empresas del polígono de Landaben habían parado prácticamente todas, menos la más grande, AUTHI (LA MORRIS). Las empresas en paro decidieron entrar en AUTHI para realizar una asamblea en el muelle de carga e invitaron a la misma a los trabajadores de AUTHI, y mayoritariamente nos integramos en la misma. En esa asamblea conocí a Miguel Bueno, dirigiéndose a los trabajadores con unos razonamientos y un aplomo que me impactaron para siempre. Su discurso sobre la solidaridad, las libertades democráticas, la justicia social, hizo que los trabajadores de AUTHI nos acabáramos sumando a la huelga.
Miguel ha tenido responsabilidades políticas en el PCE, su partido, en IU, y sobre todo en el sindicato CCOO. Desde los tiempos de la clandestinidad, ha ejercido de representante de los trabajadores, en el jurado de empresa, en el comité de empresa, en la Federación del Metal de CCOO de Navarra y en la ejecutiva de la Unión Sindical de CCOO de Navarra. Todo un referente del movimiento obrero, del sindicalismo y de la política, donde se pueden destacar varias cosas de toda su vida como persona, activista político y sindical: COHERENCIA, HONRADEZ, VALENTIA, y saber ser respetuoso con los que pensaban diferente.
Creo que en estos momentos, difíciles para familiares, amigos y compañeros, nos queda el consuelo de haberlo conocido, de haber convivido en muchas circunstancias difíciles y haber salido adelante. También disfrutamos de su afición a la ópera, zarzuela, y a la música regional, y además de la poesía, la historia y esa cultura tan amplia que te permitía ser un buen conversador en cualquier sobremesa y encuentro. Miguel, tu legado es grande. Estate tranquilo, tu lucha sirvió para mucho y servirá para nuevas generaciones.
Me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre estas líneas: las organizaciones políticas, sindicales y de otras características se componen de personas. Creo sinceramente que no solemos ser los suficientemente respetuosos con aquellas personas que en su día dieron tanto de su vida por unos ideales que defendían. En muchas ocasiones nos olvidamos de la labor que realizar y nos acordamos de su papel en la sociedad en su despedida de este mundo. Igual hay que trabajar de alguna manera para que durante la vida puedan sentir, si no el cariño, al menos el recuerdo de sus organizaciones.
Miguel, mil gracias por haberme permitido trabajar contigo sindicalmente y políticamente, por darme tu amistad, por enseñarme tanto de estas actividades sociales, muchas gracias.
Soy consciente que tus hijos se sienten orgullosos de ti, y que hoy muchos compañeros, camaradas, y amigos se reencuentran a través de todo lo que nos dejas. Por lo que puedes estar satisfecho de tu legado.
MUCHAS GRACIAS ESKERRIK ASKO