Todo el mundo la ha bailado en bodas, bautizos y comuniones. Y quien diga lo contrario... miente. Veintisiete años, con sus veintisiete primaveras, han transcurrido ya desde aquel caluroso julio de 1996 en el que dos sevillanos con traje, gomina y corbata sacaron al mercado una remasterizada versión (en inglés) de la canción más famosa de la historia. La más reproducida, y la que también más royalties ha generado. Sus autores, Rafael Ruiz y Antonio Romero, Los del Río, no han compuesto de hecho otro tema decente desde entonces. ¡Y ni falta que les ha hecho! Porque La Macarena, la canción que alcanzó el número uno en todas las listas de éxitos pop del universo y que llegó a bailar en las olimpiadas de Atlanta hasta el mismísimo Bill Clinton (cuando su relación con Hillary pendía de un hilo), todavía les permite llegar con cierto desahogo a fin de mes. Según datos publicados por la prensa especializada, en los años que han pasado desde que Macarena explosionara, Los del Río podrían haber ingresado más de 60 millones de euros.

Un incontestable éxito mundial (y también económico) al que esta pasada semana también ha contribuido la conocida princesa consorte de Mónaco. Charlene quiso demostrar que sus problemas de salud van quedando poquito a poco atrás cuando, en la entrega de premios del torneo de rugby de Santa Devota, rompió el rígido protocolo y se puso a bailar al ritmo de La Macarena: Dale a tu cuerpo alegría Macarena, que tu cuerpo es pa’ darle alegría y cosa buena... 

Según informa la revista Pronto, tal vez la presencia de sus hermanos Gareth y Sean Wittstock, dos de sus mayores apoyos vitales, influyera para que la conocida como la princesa triste por fin se soltara y decidiera interpretar la famosa y pegadiza coreografía. Cabe recordar que este bailongo tema llevó en su día a Los del Río a actuar en sitios tan exclusivos como el Palacio de Amman, invitados por el Rey Hussein de Jordania, que les regaló unos relojes de oro.